9/26/2006

LOS TRES LIBROS


Cuando llegas a Jerusalén lo primero que haces es tragar saliva. ¿Qué tipo de ambiente se respirará en esta ciudad? Los judíos ortodoxos inundan la ciudad. Sólo visten de blanco o de negro para no ser atractivos. Rezan a Yahvé moviendo compulsivamente el cuerpo junto al Muro de las Lamentaciones mientras al otro lado los musulmanes claman a Alá. Si en un lugar tan pequeño como Atenas nació la Cultura Occidental, parece mentira que esa ciudad en medio de la nada diese a luz a las tres religiones monoteístas. Quizá es que allí no había nada, tan sólo necesidad de creer en ese algo que no podían tocar. Lo malo es que todos siguen a pies juntillas lo que dice su respectivo libro, ya se sabe, Torá, Biblia o Corán. Un libro sagrado. Diferentes versiones de la misma historia. Y cada uno hace de la ciudad su particular parque temático. Los cristianos siguen su ruta: El Santo Sepulcro de Cristo, la tumba/s de la Virgen, las paradas del Calvario, el Monte de los Olivos, el lugar de La Última Cena, aceite consagrada certificada, agua bendita, trozos de la cruz... Terra Mítica pero con unos actores que se pasean con un M-16 por la calle para pasear a la mujer y a los hijos. Unos Truman que no son conscientes de ser actores de ningún show, pero que se van a tomar los pinchos con una metralleta de verdad. Por lo demás tensa calma. De regreso a Tel-Aviv todo cambia. Chicas fashion, marcha nocturna, playa y otro tipo de libros: Stephen King. Para la tumbona.

4 comentarios:

Pedro Daví dijo...

Hola Manu, menudo viaje, ennn? Interesante ciudad.

Lunaria dijo...

Sin duda, es un viaje a lugares bellos e interesante.
A la vuelta, siempre se trae la maleta llena de momentos y vivencias inolvidables.

ecasual dijo...

Muy interesante. Y sí, es increíble que lo ocurrido en tan pocos metros cuadrados tuviera tánta repercusión a lo largo de los siglos y en todos los confines de nuestro planeta.
Saludos

Anónimo dijo...

Siempre he pensado que Jerusalem debería ser declarada "Ciudad Libre", sin ninguna sede de gobierno (ni Palestino ni Israelí), con un gobierno propio con representación de las principales religiones y sin presencia militar de ningun tipo. Un espacio neutral. A lo mejor hasta algo así es utopía.