1. Una metáfora
EJEMPLO: "Romper el corazón" se utiliza en sentido metafórico cuando alguien tiene una decepción amorosa.
2. Un uso literal de esa metáfora, de manera que quede "desactivada" al usarla en sentido no figurado, sino en sentido estricto y al pie de la letra.
EJEMPLO: Si desactivamos la metáfora "romper un corazón" y usamos la expresión en un sentido no figurado, estamos hablando simple y llanamente, de hacer trizas una víscera que bombea sangre a todo el organismo de un ser vivo.
3. Un contexto que dé lugar a un juego de palabras.
EJEMPLO:
CORAZÓN ROTO
La hermosa mujer de blanco le rompió el corazón a aquel desconocido que yacía bajo la sábana. Lo cogió con sus manos y lo abrió para enseñar los ventrículos a sus alumnos de la clase de anatomía.
En este tipo de hiperbreve se juega al equívoco. Cuando el lector cree que le están hablando de manera metafórica, el texto da un rápido giro y comprobamos que el autor ha utilizado de manera literal una expresión que se suele usar en un contexto figurado. Este tipo de texto suele usarse a la hora de hacer humor, por lo que corremos un gran riesgo de hacer un chiste más que un hiperbreve literario que aporte algo más que la hilaridad infantil que tanta gracia hace a los niños con chistes al estilo de "¡Al abordaje! Y el barco quedó precioso" o "El capitán dijo: Suban las velas. Y los de abajo se quedaron sin luz".
Pero además de chistes también podemos conseguir textos con imágenes potentes jugando no sólo con metáforas al uso, sino también con refranes o frases hechas (sólo tengo ojos para ti). Os dejo aquí abajo algunos ejemplos que han tenido la gentileza de prestarme con dos grandes expertos en desactivar metáforas. El primero es Francesc Barberá Pascual:
- La monja tenía la mala costumbre de acostarse vestida, pero el sacerdote consiguió quitarle el hábito.
- Tengo un amigo invisible. Mi madre no lo puede ni ver.
- Solo tengo ojos para ti, me dice mientras destapa el frasco que los contiene.
- Se ha fugado la peluquera. La policía está peinando la zona.
Y el segundo es Manuel Rebollar Barro:
LA MALA PATA
Toda la vida fardando con ser de bellota
para acabar sus días junto a alimentos industriales.
CRIANDO MALVAS
De la muerte también brotaba la flor del recuerdo.
EL RETRASO EN LA AYUDA
No echaban el cable porque sería robado y vendido en el mercado negro.
VENGANZA LITERAL
Cuando de pequeño se metían tanto con él, siempre soñó con hacerles trizas. Ahora, como director de recursos humanos, lo llevaba a cabo.
Y aquí algunos textos de "Zoom":
- No tenía piedad. Lanzó sus dardos envenenados sobre su madre y la pobre mujer murió entre terribles convulsiones.
-El político tiene una lengua viperina que le provocaba un frenillo insufrible, pero lo controla desde que va al logopeda.
-Comenzó a subir la temperatura y ambos se fundieron en uno. Cuando los bomberos llegaron a los altos hornos, todo estaba en llamas.
-Ricitos de oro fue víctima de un atraco. Le raparon la cabeza.
-Cuando vi su cuerpo se me salieron los ojos de las órbitas. Ahora los niños juegan con ellos a las canicas.
-El comentario que hice la dejó helada. Creo que ha muerto de hipotermia.
-Tras el chiste, comenzó a partirse el pecho. Tuvimos que quitarle el hacha.
Y uno un poco más largo:
EL CUATRO DE ABRIL
El cuatro de abril, a Pedro se le
hincharon los cojones. El hecho
fue repentino. La bolsa escrotal
le aumentó cuatro kilos con dos
gramos. Ni más, ni menos. Pedro
pensó que el extraordinario suceso
marcaría su vida cotidiana. No en
vano acostumbraba a montar en ciclomotor para desplazarse al trabajo. Preguntó a su vecino, médico de profesión, pero el galeno no apreció tumor alguno, simplemente le crecieron los testículos de manera inexplicable, seguramente fruto de una discusión que mantuvo con su ex esposa. Esa fue la conclusión a la que llegó Pedro cuando descubrió que el cuatro de abril el mundo había cambiado porque las metáforas dejaron de tener su sentido. Todas ellas se convirtieron en literales. En esa siniestra fecha, y ante la visión
de las gónadas gigantes, su mujer
se partió el pecho y murió de risa.
Pedro encargó a su suegra que se
lo dijera al niño, pero la mujer iba
con pies de plomo y no llegó hasta
la nube en la que vivía el pequeño.
Desde el cuatro de abril, la insólita
vida de Pedro es una auténtica cruz.