Excálibur sigue oxidada en la roca esperando a que alguien se decida a sacarla, pero la gente pasa de largo...
7/30/2009
OCURRENCIA
AL PAN, PAN
Trae pan -dijo ella. Y él vino.
7/27/2009
MICROGÉNEROS
Tengo el blog algo abandonado por causas de fuerza mayor (como decía un entrenador que tuve). Programa nuevo, horario absorbente, ausencia de vacaciones y viajes de ida y vuelta Madrid-Salamanca. Retomaré "La espada oxidada" en cuanto pueda, en cuanto me dejen esos microrrelatos televisivos que reciben el nombre de "Cebos", un "microgénero" que consiste en poner un anzuelo en la curiosidad del espectador para que se quede a ver todo el programa, una mezcla basada en la realidad y pasada por el tamiz de la ficción, con adornos orquestales y fuegos artificiales. En un próximo post pondré algún ejemplo de cebo. Mientras tanto, os dejo con otro tipo de micros, en este caso literarios, dos microrrelatos inéditos que Fernando Valls ha tenido el detalle de publicarme en su blog "La nave de los locos" y que podéis leer pinchando aquí.
7/10/2009
DE EMOCIONES
Ha sido una temporada llena de emociones. En lo literario estoy escribiendo un nuevo libro de relatos breves, pero en lo que se refiere a los concursos sólo he enviado textos a los certámenes de microrrelatos. El de la SER era para mí todo un reto. El año pasado envié algunos y no llegaron a seleccionarme ninguno de ellos, así que este año decidí trabajarlos un poco más, por las mañanas, justo antes de comenzar a escribir el sumario del día, la entrevista de turno o el acting o el gag que tocase, escribía micros. Es curioso, mi primer trabajo en un medio fue escribir relatos para la radio, y sé que algún día regresaré al medio, un locutorio es mucho más mágico que un plató, sin duda. Esta temporada me puse el reto de llegar a la final, pero sinceramente, nunca pensé que fuese a ganar. Cuando hoy han dicho mi nombre me he emocionado. Detrás de esos pequeños textos hay bastante trabajo, aunque curiosamente el micro ganador lo escribí en veinte minutos (por cierto, qué importante es que elijan bien la música para que no te estropeen un texto). Cuando han dicho mi nombre estaba junto a Isabel González, y delante tenía a Felipe Antonio y José Delclaux, los cuatro finalistas que vivimos en Madrid. El resto de finalistas se encontraban en las emisoras provinciales. Desde aquí felicito a mis diez compeñeros de viaje, porque el hecho de quedar finalista en un concurso al que se han presentado nada menos que 21.000 relatos no es nada, nada fácil. Me acordaba de mi amigo Manuel Merenciano, que ha quedado tercero. Curiosamente tanto él como yo nos hemos quejado del sistema de votación del público y él ha sido el más votado por la gente, seguido de mí, con 148 votos a 146 (el jurado me lo dijo de forma aproximada). Al parecer, el del público contaba como el voto de una de las siete personas que decidían, es decir, era un voto de los siete posibles votos. También nos han chivado que la lucha en las deliberaciones fue bastante titática a la hora de decidir. Al parecer, la batalla se centró en los tres ralatos que han quedado primeros, es decir, el de Manuel Merenciano, el de Jorge Daniel Romero y el mío. Cuando estaban atascados en la discusión, al parecer Luis del Val tuvo que hacer unas lecturas en voz alta, y finalmente, Vicente Molina Foix expuso unos argumentos a favor de mi relato que finalmente marcaron la diferencia a la hora de tomar la decisión, algo que yo agradezco, claro. Cuando me contaban esto me acordé de en la película "Doce hombres sin piedad", en la que Jesús Puente va convenciendo al resto del jurado. Si Vicente ha sido mi Jesús Puente en ese jurado se lo agradezco. De todas formas ni que decir tiene que los concursos, una vez cribada la paja, son una lotería, porque lo que queda es bueno todo, por lo que al final la subjetividad es la que decide. Cuando han dicho mi nombre en directo me he emocionado, he pensado en muchas personas, y también me he acordado de los lectores de "La espada oxidada", a los que agradezco su apoyo y les dedico una parte importante de este premio. Iba a poner vuestros nicks, pero no quiero olvidarme de nadie. Ni de la chica que me envía música para alegrarme la mañana, ni de mi amigo el que se quedó fuera por los pelos, ni de la india del otro lado del océano, ni del amigo que me envió su lbro, ni de los anónimos que leen sin dejar rastro... Va por vosotros.
PS. Qué sensación tan rara la de ser "millonario", no he tenido 6.000 euros juntos en mi puñetera vida. Me han hecho una entrevista para El País. Se publica mañana en la sección de Radio, por si os interesa. La final la podéis escuchar en esta página de la Escuela de Escritores o en un enlace de la SER.
Para leer la entrevista pincha en el link de abajo:ENTREVISTA EN EL PAÍS
7/07/2009
LA GRAN FINAL
Se acerca la final de relatos de la SER. Será el viernes día 10 de 11 a 12 de la mañana en el programa "Hoy por hoy", presentado por Carles Francino. El año pasado participé en alguna ocasión (hubo casi 25.000 relatos en concurso) y no conseguí que me seleccionaran ninguno, así que, este año, como soy bastante cabezón, no he parado hasta conseguir colarme en la final junto a mi buen amigo Manuel Merenciano, un escritor magnífico con el que comparto editorial, él publicó el año pasado "Relatos Turbios" con grupobuho tras ganar el concurso anual y tuve el gusto de presentar su estupendo libro de relatos de suspense y terror psicológico. También he tenido el gusto de conocer este año a la incombustible microrrelatista Isabel González y al genuino José Delclaux. Otro buen amigo, Agustín de las Heras, con el que también comparto editorial ("El retiro de Diógenes"), se ha quedado a puntito de entrar en la final, y se merecía estar dentro con su maravilloso texto sobre el Diluvio Universal pasado por su peculiar filtro. El caso es que el viernes es la final y se les ha ocurrido que puede votar el público, aparte de un jurado. A mí es un sistema que no me gusta en absoluto, porque el que más amigos tenga, más votos acaparará (como en Operación Triunfo, pero versión relato), así que no os voy a decir que me votéis. Sólo os digo que leáis todos los micros y votéis al que más os guste. Podéis hacerlo pinchando en este enlace. Suerte a todos.
7/06/2009
LA REPARTIDORA DE FOLLETOS
La mujer del extraño atuendo negro repartía folletos habitualmente entre los transeúntes, pero Don Luis siempre la esquivaba (le producía sonrojo tirar la propaganda en la primera papelera que encontrase en su camino, ante los ojos de la joven esquelética). Aquella mañana, la repartidora, que siempre vestía de azabache, tenía una siniestra sonrisa. Por una vez, y tan sólo con el fin de saciar su curiosidad ante el aciago gesto de aquella desgraciada, Don Luis decidió coger el papel con un gesto de desdén. Se trataba de su esquela. No podía creer que estuviera muerto, hacía una hora se estaba duchando, como cada mañana, para posteriormente proceder a un copioso desayuno antes de coger su Seat Córdoba camino de la oficina. La gente que pasaba a su lado leía el papel y se quedaban petrificados cuando reconocían al señor Luis en la foto. Cuando Don Luis se acercó de nuevo a la chica flacucha para pedir explicaciones, ella hizo un rápido movimiento de manos, sacó una guadaña que llevaba escondida entre el ropaje oscuro, y sin mediar palabra, rajó al señor Luis de arriba abajo. Luego, continuó repartiendo folletos.
7/01/2009
DE VOCES
Hoy he tenido que ir a la SER a grabar una especie de autobiografía para la final de microrrelatos y me han venido a la cabeza mis comienzos en la radio, y la importancia que le dábamos a las voces (me encantaba poner voces a personajes de ficción, como en los dibujos animados, algún día volveré a la radio, sin duda). Cuenta mi amigo Tomás Hijo que se puso dicho seudónimo porque cuando llamaban a casa y preguntaban por él siempre decían: “¿Tomás padre o hijo?” Y respondían, “Tomás Padre”, o “Tomás Hijo”, así que se sustituyó el Sánchez por Hijo, que vende más libros. La voz, el acento, la entonación, y todo lo que acompaña a nuestras cuerdas vocales es de una gran herramienta para muchas cosas: para convencer, para dar pena, para imponerse, para vender etc., pero también genera muchos prejuicios. Cuando trabajé en Radio 5 (la cadena esa que da noticias todo el día), Radio Nacional imponía (impone) que nadie tuviese acento. Con eso consiguieron que un compañero de Morón de la Frontera acabase casi loco intentado “hablar fino”, como dicen los andaluces (como si a un zurdo le haces escribir con la derecha). Se iba a casa todos los días llorando, era incapaz de hablar sin sesear. No lo entiendo. Hay ocho millones de andaluces que hablan así. ¿Por qué se tienen que quitar el acento en los Telediarios? El caso más espectacular que he visto es el del meteorólogo canario Paco Montesdeoca. Habla con un acento cerrado, pero en cuanto se enciende el pilotito rojo habla como si fuera de Valladolizzzz. Durante otra etapa, esta vez en informativos de Antena 3, se hizo mítico el doblaje que hizo de Boris Yeltsin mi compañero Paco, recién llegado de Málaga. No tenían a nadie a mano y lo pillaron por banda para traducir al mandatario ruso, y claro, el cachondeo fue general durante semanas al escuchar en el Telediario a Yeltsin hablando de esta guisa:
“Er ehérsito shesheno sá rendío a lash tropa rusha. Yo, como prezidente de la confederashió ruza doy la guerra por terminá”.
De todas formas hay risas inevitables, porque, ¿os imagináis a Rambo doblado al italiano o a Woody Allen al ruso?
Peor fue lo del profe tartaja ante el que intentábamos mantenernos serios cuando nos echaba la bronca, o la voz de pito de la secretaria de una famosa, que habla a lo Gracita Morales a la que le dijimos que se dejase ya de broma, pero es que ella “habla así”, en plan, “señoritoooo”.
Hubo una época a la que los compañeros de la radio nos presentábamos a cásting de voz que veíamos en anuncios. Leíamos un texto y nos podían contratar para hacer cuñas en la radio o cosas por el estilo. En cierta ocasión, una empresa me llamó tras una prueba en la que leí unas frasecitas inocuas. Había visto el anuncio en una escuela de doblaje. “Te hemos escogido para el trabajo”. No sabía de qué se trataba, pero fui pizpireta a la cita. La empresa estaba ubicada en un piso vacío en Puente Vallecas. Me abre la puerta un tío inmenso y barbudo, tipo oso y me dice: “Adelante”. Al meterme en la habitación hay un equipo informático. Me da un texto y me dice: Tienes que leerlos en tres tonos, tono camionero-macarra, tono aniñado y tono neutro. ¡Joder! ¿Cómo paso del camionero al aniñado? Cuando leí el texto lo entendí todo. Decía algo así como:
“En esta línea estamos los tíos más machos y cachondos. ¿Quieres una cita con tíos con la tranca enorme como un piano? No sabes qué morcilla tengo, llama al…”
El caso es que estuve dos años grabando esos textos. Pagaban bien por un cuarto de hora y al fin y al cabo sólo anunciaba tarifas de una línea de contactos. Me pregunto si seguirá mi voz por esos mundos de dios erótico-telefónicos. Tengo otra amiga que dio un paso más allá y trabajó para una línea erótica en contacto con el cliente. La verdad es que tiene una voz preciosa y hace maravillas con ella. Durante la semana trabajaba en una redacción y los fines de semana ponía cachondos a sadomasoquistas solitarios. Me pregunto qué pensaría Carlos Herrera si llega a llamar y hubiera reconocido la voz de la compañera con la que dio las noticias una temporada (hace años). Me contaba que había desde amas de casa hasta empleadas de banco haciendo punto, como en la peli “Boca a boca”. Manejar la voz es todo un arte, puedes manipular, enfadar o engatusar, porque, como decía un famoso publicista, no jode que te llamen “hijoputa”, lo que jode es el tonillo.