5/26/2006

¿SON ARTE LOS TOROS?


Los toreros brindan toros y los poetas dedican poesías. Lorca bridó al sol un hermoso “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”:

A las cinco de la tarde
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!


La primera vez que fui a los toros fue con La Cruz Roja, durante mi época de objetor. Nos tocó un servicio en Peñaranda de Bracamonte, donde pasaba interminables horas con Lupas al lado de la emisora, entre las pelis del Plus, las siestas en la litera y las resacas. El torero, un hombre con tez curtida como la de un labriego, recibió una gran paliza en el aquel ruedo de tercera, pero el resultado sólo fueron unos moratones. La segunda y última vez que estuve en los toros fue en “la mejor plaza del mundo”, o eso dicen: Las Ventas. Toreaba el primo de Elena, Domingo López-Chaves. Muy valiente, se arrimó y recibió un revolcón impresionante. El grito se quedó mudo al instante. Al día siguiente su foto en ocupaba la portada de EL PAÍS. Pocas veces una noticia de toros sale en primera plana. La imagen ponía los pelos de punta. El cuerno le había pasado a un milímetro de la sien. Me gusta la estética de los toros, pero me aburren enormemente. Me gusta ver esa fiesta reflejada en el cine, el los cuadros de Picasso o en las poesías de Lorca, pero en la plaza me parece aburrido, y por la tele el mejor somnífero del mundo. Me gusta la dicotomía entre la vida y la muerte, la plasticidad de la sangre, la cicatriz, el sudor, la espada y el capote, pero paradójicamente aborrezco el dolor y el sufrimiento. Me gustan los trazos de la sangre sobre el lienzo, pero no en play. Estoy deseando volver al Prado a contemplar La Tauromaquia de Goya, disfrutar con la peli de Manolete en el cine, pero si no fuera por los Chaves no me acercaría nunca a la plaza. Mingo vuelve a Las Ventas. Seguro que mira al cielo y le brinda ese toro, mientras su tío Curro se emociona desde un blando tendido, como lo haría Lorca con un ser querido. ¿Es arte el toreo?

5/22/2006

LOCURA, ESTADO TRANSITORIO


Locura es un Estado transitorio. Dicho Estado no figura en los mapas, porque los atlas los fabrican en el Reino de Cordura, principal enemigo del Estado transitorio. El país de Locura tiene el único régimen anárquico del Mundo. De hecho es un quimera que los cuerdos no entenderán jamás, porque para llegar hasta los entresijos de la perfecta Locura hay que tener poco juicio. El mayor pecado de los cuerdos es la envidia, y para vengarse de la felicidad de Locura organizan safaris con el fin de dar caza a sus habitantes. Una vez que se hacen con ellos los encierran en habitaciones de goma y proceden a su estudio. Los miran con lupa, los analizan y se adentran en sus pensamientos. Lo único que ven en la mente de los habitantes de Locura son imágenes que no comprenden, manchas que evocan a mariposas y murciélagos, conceptos hundidos en las púas marinas o paquidermos volantes que cabalgan en manadas de a uno, sombreros de embudo, emperadores franceses con la lengua en el belfo, ojos en doble fila y rostros de luto alegre.En el país de Locura los valles son negros, helados, y las cumbres ciegan por su calor en forma de luz naranja. Al ser un Estado transitorio cambia de lugar cada pocas horas. Nunca permanece en el mismo sitio, pero los cuerdos siempre lo encuentran. Ellos sólo se preocupan en buscarlo, porque no lo comprenden. Los cuerdos siempre reflexionan apoltronados en sillas y todo buen pensamiento ha de ser caminado. Héctor Beltrán vivió en Cordura. Intentó desenmarañar las ideas que envuelven los números del firmamento. Durante años, noche tras noche, con la vista fija en el cielo, estuvo sumando cifras en su cuaderno para tocar con los dedos los secretos del Universo. Años de estudio. Física, Matemáticas, dígitos, guarismos... La razón de Héctor Beltrán se rebeló ya cansada por el excesivo uso y lo convenció para hacer un viaje a Locura. En uno de los safaris le dieron caza mientras escalaba una colina roja y hoy pinta extraños números en las paredes de goma de su habitación. Mientras, un habitante de Cordura toma datos sobre su comportamiento. Toma datos y datos. Demasiados datos. Tantos, que a su razón le está empezando a apetecer irse de vacaciones.

5/17/2006

UN VOTO POR EVO MODALES


El País no cuestiona la legalidad de sus Nacionalizaciones en su editorial, sino que critica sus modales. ¡Vivan los modales irreverentes! Y si no... ¿Habrían sido posible las revoluciones educadas? ¿Le habrían cortado la cabeza a la aristocracia francesa pidiéndoselo por favor? ¿Lenin habría entrado en Moscú haciendo reverencias a los zares? ¿Batista se habría marchado de Cuba si Castro le hubiese besado su amigable mano? ¿Qué hubiese pasado si Mao hubiese escrito “El libro de los buenos modales” dedicado de puño y letra al emperador? Pos eso... ¡Que viva Zapata!

MARCAS


- Una cicatriz invisible
- Quemaduras de neón
- Rastros de carmín
- Un sol tatuado
- Lunar cuarto creciente
- Pecas menguantes
- Lobotomía de 1,60 metros
- Operación a corazón abierto
- Un corte siniestro
- Coágulos de película
- Manchas de tinta china
- Arañazos de unas Nike de clavos
- Un Seat Toledo rayado
- Arrugas de un guión planchado
- Surcos blancos
- La oreja del agujero
- 5 Líneas de sutura
- 4 Puntos y aparte

- Un etcétera abollado

5/16/2006

DESILUSIÓN


A Ainaguí, que sé que le gustó este relato cuando éramos radiotreseros...

No quiero pegarme a más caras ni comer más mocos. No quiero disfrazar más rostros cómicos. Ya no seré la guinda roja d un hombre soso. Con los años he engordado y no me acoplo. Voy a echarle arrojo para despegarme en pleno espectáculo. Dejarle desnudo justo cuando el jefe de pista se ría de mi próximo parásito. Ya no tengo edad para hacer el payaso.

Monólogo de la nariz de goma encima de la mesilla en un camerino de circo

5/11/2006

FRASES ÑOÑAS


El otro día leí que una encuesta eligió como frase más cursi de la Historia del Cine una de Titatic: "¡Soy el Rey del Mundo!". La frase está curradita para tal galardón, la verdad, aunque yo habría votado por esa otra de "Love Story" que dice: "Amar es no tener que decir nunca Lo Siento", jodeeeeeeerrrr....

Pero tengo más:

- "¿Son cañonazos o son los latidos de mi corazón?" Ingrid Bergman en Casablanca. (En realidad eran los gases de Hummprey provocados por el exceso de alcohol).

- "Tu puedes aportar una estrofa y se convertirá en una hermosa canción", de El Club de los poetas (moñas) muertos.

- "Molly, no te imaginas. . . cuanto amor me llevo". Patrick Swayze (Ghost), un fantasma el fulano.

- "El honor no es sólo una pegatina en el hombro". Tom Cruise en Algunos hombres buenos (gilipollas).

- ‘‘Soy sólo una chica...frente a un chico... pidiéndole que la ame", Julia Roberts en Notting Hill, (nothing de nothing in the head).

¿Quién da más? La frase ganadora recibirá una copia de "Sonrisas y Lágrimas" doblada por Verónica Forqué (¿Pues no dobló la tía "El Resplandor"?)

DEL AMOR Y LO COTIDIANO


Javier Reverte escribió sobre la naturaleza humana:

- Te veo muy nerviosa Bea, es que te veo distinta.
-¿Distinta de cuando? ¿ De ayer?
-Algo ha cambiado desde que fuiste a Marruecos.
- ¿Y te parece extraño? ¿Qué sentirías tú si te dijesen que tienes un hermanastro del que no sabías nada?
-Quiero decir que tu relación conmigo es difente. Al hacer el amor anoche, por ejemplo.
-¿Por qué no hablamos de otra cosa ?
-Creo que ha sucedido algo más en ese viaje.
-No seas pesada.
-Dijiste que esa mujer, Suelma, era muy hermosa.
Clara se sintió irritada.
- ¿Y que razón habría para ocultar que era una mujer muy bella? Además... yo no te he preguntado qué has hecho mientras yo he estado fuera.
Beatriz movió la mano delante de su visera como si apartase un insecto.Clara percibía su miedo.
-Sí, no sigas, perdoname cariño
....
-El amor es una putada.
-Tampoco me importa si te has acostado con alguien durante mi ausencia-dijo Clara.
-Sabes que no lo haría.
-Ése es tu problema yo no te lo pido.
.........
-Durante los días que estuviste en Marruecos no me llamaste más que una vez.
-Olvidé mi vida anterior, todo lo que es normal.
-Eso es lo malo de que yo pertenezca a eso que tu llamas vida normal.
-¿Hay algo de malo en la vida normal?
-Que es detestable.
-¿Por qué ?
-Porque es monótona, aburrida. Y tú eres para mi el lado contrario de la puta normalidad, la otra cara de todo lo que me abruma, de lo que me aburre y de lo que detesto.
Clara meneó la cabeza .
-No le des tantas vueltas a las cosas. Mira el mar, parece dorado, de bronce, como el escudo de un guerreo homérico. Es un hermoso atardecer. Más allá, - y señaló a su derecha - está el desierto - y mas acá -Beatriz se llevó la mano al pecho - la normalidad ¿no? es una putada, ¿no crees?

5/07/2006

LOS PRINCIPIOS


El hombre de las gafas de pasta tiene perilla y pelo largo desde hace veinte años. Sobre la camiseta negra sin mangas luce un símbolo pacifista pintado en blanco que cae sobre su gran panza, a la que se ciñen unos pantalones usados de color caqui. Mientras resopla, mete la mano bajo la camiseta para rascarse el escozor que le producen las magulladuras causadas por los porrazos de la policía durante la manifestación antiglobalización de hoy. Hace años que no corre y a sus pulmones le faltan aire. Agotado por los golpes y la carrera, se sienta en un banco y tras dar un lametazo al papel de fumar enciende un porro que ya tiene hecho del día anterior. Le da una bocanada larga y profunda hasta que sus pulmones están llenos para después mirar al cielo y expulsar el humo con formas circulares. – Esta hierba no está mal, pero se nota que los cogollos no están aún del todo secos.- Piensa. Después de unas pocas caladas intensas la ceniza le llega a los dedos pulgar e índice, con los que sujeta lo que queda de porro. Cuando iba a quedarse dormido pasa a su lado una mujer rubia y guapa, vestida con una blusa azul que lleva bordada la pequeña figura de un jugador de polo, falda de tablas a media rodilla, cinturón finísimo con hebillas plateadas, botas altas con tacón de cuero negro muy elegante, y un bolso en el que se puede leer Gucci. El hombre de las gafas de pasta despierta de su letargo y silba con el típico tono de quien ve a una bella criatura meneando el trasero de la más sensual de las formas posibles. La mujer se gira altiva y él disimula.

- No sé por qué te molestas en disimular. ¿Por qué silbas y luego disimulas si eres la única persona que hay en esta avenida y sabes de sobra que yo sé que has sido tú el que me ha lanzado un silbido? Si silbas quieres que te escuche, por lo que no entiendo tu actitud de seguir girando la cara hacia otro lado como si no me escuchases, y dado el tono de mi voz y mi distancia de tus oídos, a no ser que seas sordo, deberías percibir mis palabras, aunque también es posible que puedas haber actuado dejándote llevar por un primer impulso irracional debido a los efectos del cannabis que sujetan tus falanges-. Le echó en cara la mujer. Entonces, el hombre de las gafas de pasta despabiló e intentó explicarse con la voz entrecortada debido a la vergüenza.

– En efecto, de nada me serviría negar el hecho de que, en efecto, he sido yo quien ha emitido el silbido tópico para piropear a una mujer, ya que, como usted bien dice, soy la única persona que se encuentra en esta avenida.

- Si tienes la suficiente confianza como para silbarme con esa familiaridad creo que está de más el que te dirijas a mí de usted. Y por cierto, si has reconocido que me has lanzado un silbido de piropo, significa que yo te atraigo, e incluso, estarías dispuesto a mantener relaciones íntimas conmigo. ¿Me equivoco?

- Dicho suena un tanto brusco, la verdad...

En quince minutos el hombre de las gafas de pasta ocupa el asiento derecho del BMW Coupé que pertenece a la mujer con el jugador de polo bordado en la blusa azul. Diez minutos más a ciento ochenta kilómetros por hora y ya se encuentran los dos desnudos junto a la chimenea encendida del chalet adosado.

- ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué tienes estas marcas en la piel?

- He tenido un día duro.

La mujer que llevaba la blusa azul roza sus grandes senos contra la piel del hombre mientras le quita las gafas de pasta. Las arroja lejos, y el hombre ya sólo distingue dos enormes bultos que bajan hasta el centro de gravedad de su cuerpo. El tacto turgente de los pechos siliconados incide de arriba debajo de una manera constante hasta que se escucha un gemido ahogado. Cuando el hombre despierta ella no está. No puede gritar su nombre por la casa porque aún no sabe cómo se llama, así que se limita a dar una vuelta por el chalet palpando las paredes, porque aún no ha encontrado sus gafas. - ¿Hola? ¿Hola? ¿Hay alguien?- Al final toca algo parecido a unas patillas. En efecto, son unas gafas. Se las coloca. Encajan a la perfección en su rostro e incluso diría que se trata de las mismas lentes, pero pesan menos. Se escucha un portazo. - ¡Hola cariño, ya estoy en casa!-. El hombre baja rápidamente las escaleras desde la cuarta planta hasta el bajo, donde se encuentra la mujer de la blusa azul, vestida en esta ocasión con un traje pantalón negro de raya diplomática y un pañuelo de seda blanco al cuello. – Hola cariño-. Repite al darle un beso en los labios. – ¡Qué bien huele a maquillaje y a perfume, hummmm! - Deja las llaves en un cenicero de cristal de estilo rococó y coloca en el suelo un buen montón de bolsas de papel couché. –Cariño, perdona que me meta en lo que no debo, pero me he tomado la licencia de comprarte unas camisas. ¡Ah! Veo que ya te has puesto las gafas con montura al aire que te he traído esta mañana. Te quedan ideales.- Sorprendido, se mira en un espejo, observa la amplitud del salón ahora con la luz del día, y comienza a ponerse una camisa azul con un jugador de polo bordado en el lado izquierdo.- Cariño, me voy a la peluquería, ahora vengo-. Dice el hombre de las gafas con montura al aire atusándose sus largas greñas. - Muy bien mi vida, no tardes. Muac.