“La Inversión” es una de las técnicas más sencillas
pero a la vez más agradecidas del género. Está muy relacionada con esa otra
técnica denominada “intertextualidad”, que consiste en versionar textos
universalmente conocidos y reconocidos. “La Inversión” funciona muy bien en
relatos narrativamente lineales, con una estructura clásica de “planteamiento,
nudo y desenlace”. Una vez que hemos elegido el texto o “la idea de texto” (que
puede ser un resumen de relato completo), le podemos dar “la vuelta”,
básicamente de tres formas. La primera manera sería comenzar por el “desenlace”,
seguir con el “nudo” y acabar con el “planteamiento”. La segunda manera sería
una inversión temporal sin texto de referencia. La otra manera sería “invertir”
el escenario, y donde hay un “lago” poner un “desierto” o donde hay una persona
muy “inteligente”, cambiarla por otra “con pocas luces. Para ilustrar la primera forma de usar esta
técnica, utilizaremos un conocido texto: El “Génesis”, y la no menos conocida
versión del autor argentino Daniel Frini, que ya utiliza la técnica de la inversión
desde el mismo título: “Siseneg" (Premo "Oveja Negra"). Invertir el orden de las letras o las frases es algo cada vez más común, por lo que comienza a ser poco original, aunque en su día fue muy novedoso, sobre todo en el juego con espejos. Habrá que buscar nuevas fórmulas.
GÉNESIS (ORIGINAL)
En el primer día Dios creó la luz y la separó de las
tinieblas. En el segundo día de la creación Dios separó los cielos y la tierra.
Dios continúo organizando su creación en el tercer día. Agrupó las aguas y las
llamó mares y dio a revelar la tierra seca. En el cuarto día Dios creó el sol, la
luna y las estrellas. Los primeros animales llegaron el quinto día de creación.
El punto culminante de la creación ocurrió en el sexto día. Ahora Dios dice
"Hagamos al hombre en nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Dios
descansó el séptimo día.
SISENEG (VERSIÓN INVERTIDA)
Seis días antes, murieron los animales. Cinco días
antes, la lluvia mató toda vegetación. Cuatro días antes, la niebla borró cielo
y firmamento. Tres días antes, el caos mezcló las aguas y la tierra. Dos días
antes desapareció el hombre. En el último día, dije "apáguese la
luz". Después, descansé.
En este claro ejemplo de “inversión” puede
comprobarse que no se trata de ser literal, simplemente la técnica es comenzar
por el final. Los textos bíblicos son muy utilizados con esta técnica porque
son universalmente conocidos y tienen una estructura clásica y lineal. Pero
también se pueden utilizar refranes, dichos, relatos, argumentos de novelas, noticias, acontecimientos, efemérides,
cancione, un cuento infantil, un hecho histórico, o frases hechas, como en este ejemplo de Víctor Lorenzo Cinca, un
microrrelato titulado “Plenitud”.
FRASE HECHA
Antes de morir hay que plantar un árbol, escribir un
libro y tener un hijo.
PLENITUD (VERSIÓN INVERTIDA)
Ya he cortado un árbol y borrado un libro. ¿Sabes
qué falta, hijo mío?
Para que no quede duda, otro ejemplo cuyo andamiaje
no es ni la intertextualidad de obra conocida ni una frase hecha, sino una
inversión temporal sin texto de referencia, otra de las posibilidades de inversión
que más se utilizan. Un ejemplo ilustrado con un hiperbreve de Agustín Martínez
Valderrama.
SECUENCIA LÓGICA
Ayer llovió, hoy luce el sol y mañana dios dirá.
VERSIÓN INVERTIDA
mañana llovió. hoy luce el sol. y ayer dios dirá.
La tercera de las formas utilizadas en la inversión
es el cambio de verbos y adjetivos, sin que se cambie la secuencia temporal de
los hechos ni la estructura del texto. Para este caso utilizaremos otro ejemplo
de intertextualidad bíblica. Un microrrelato que es su día ganó el prestigioso
premio del círculo Faroni y que paradójicamente no está dotado con un premio en
metálico, sino que basa su prestigio en la calidad de los textos. Se trata de
una inversión de “El diluvio universal”, un microrrelato de Alberto Salas Calvo
titulado “Sequía Universal”.
EL DILUVIO UNIVERSAL (VERSIÓN ORIGINAL)
Yahveh dijo a Noé: “Entra en el arca tú y toda tu
casa, porque tú eres el único justo que he visto en esta generación. De todos
los animales puros tomarás para ti siete parejas, el macho con su hembra, y de
todos los animales que no son puros, una pareja, el macho con su hembra. Asimismo
de las aves del cielo, siete parejas, machos y hembras, para que sobreviva la
casta sobre la haz de toda la tierra. Porque dentro de siete días haré llover
sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré de sobre
la haz del suelo todos los seres que hice. Y Noé ejecutó todo lo que le había
mandado Yahveh.
SEQUÍA UNIVERSAL (VERSIÓN INVERTIDA)
Ocurrió que Yahvé quiso poner fin a la corrupción
reinante en los orbes submarinos. Así, dispuso que todos los océanos se secaran
durante un periodo de cuarenta días y cuarenta noches. Sin embargo, el
Todopoderoso resolvió ser compasivo, de modo que avisó a Noé para que
construyera una gran pecera, donde una selección de los peces más virtuosos pudiera
salvarse de la catástrofe.
En esta versión invertida podemos comprobar cómo,
efectivamente, no cambia el orden temporal, sino los adjetivos, y se sustituye “el
diluvio” por “la sequía”, la “tierra” por el “mar”, el “arca” por una “pecera”,
y se sustituyen los animales “terrestres” por los “submarinos”.
Existen infinidad de ejemplos que usan esta sencilla
técnica. Solo hay que buscar un texto más o menos conocido y lineal y darle
literalmente la vuelta. Si te apetece dejar algún ejemplo más sobre esta
técnica, puedes hacerlo en los comentarios. El próximo día, “el microrrelato
visual”.
Por último, un cortometraje multipremiado muy ilustrativo. Atentos al nombre Arual, es decir, Laura.
Por último, un cortometraje multipremiado muy ilustrativo. Atentos al nombre Arual, es decir, Laura.