6/04/2013

LOS CINCO SENTIDOS DEL MICRORRELATO


1.      Vista. Lee todo lo que puedas y observa lo que ocurre a tu alrededor. Abre bien los ojos. Las ideas están en el mundo real, a la vuelta de la esquina, en un músico del metro al que puedes dejar mudo o tirar por las escaleras mecánicas, en el chino del todo a 100 que vende réplicas de tu novia, en la puerta blindada de tu vecino que esconde un universo paralelo, en el niño rubio del quinto derecha que muere cada hora y media, o en el mecánico de tu barrio que fabrica espadas samurái en secreto. Apunta las ideas en un cuaderno, en una agenda, en el móvil, en la servilleta de un bar o en la palma de la mano, pero apúntalas, porque se olvidan.

2.      Oído. Escucha las anécdotas del panadero, los chistes de tus compañeros, las frases hechas del jefe, los refranes de la abuela, la predicción del hombre del tiempo, los lemas de los anuncios, las letras de las canciones, las oraciones de los medigos, las noticias de los medios, los chascarrillos de los niños y las vivencias del fanfarrón que sube contigo en el ascensor. Siempre hay una buena historia. Todo el mundo tiene algo que contar. Escribe esa historia que has escuchado y luego dale la vuelta pasándola por tu filtro personal. Puede salir algo original de las situaciones más anodinas y cotidianas.

3.      Tacto. Escribe una primera frase que sea como un bofetón en la cara del lector, que le deje casi noqueado y la mejilla marcada con los dedos, que suene como las tortas de Bud Spencer en "Y si no, nos enfadamos", pero no lo tumbes del todo, déjalo con ganas de saber más, de seguir peleándose con ese cuento“pequeñito pero matón”. A continuación, sigue golpeándolo en la boca del estómago con imágenes tan potentes que apenas le dejen reaccionar, midiendo las palabras, racionando la información, como si fueras a ganar a los puntos. Luego baja la guardia y por un momento hazle creer que te puede devolver un gacho, pero cuando te vaya a dar el puñetazo, atízale  tan fuerte con la última frase que caiga KO sobre el folio.

4.      Olfato. Tus personajes están vivos, el lector tiene que olerlos. No cuentes cómo son, muestra lo que hacen de forma que podamos sentir su aliento, su sudor, su miedo. Permítenos que sintamos a qué huelen las tablas del escenario en el que se mueven, el óxido del barco en el que navegan, la gasolina del coche que conducen, la hoguera en la que les están quemando, como si estuvieran dentro.

5.      Gusto. Debes pulir tu texto con mimo, con cierto lirismo, con gusto exquisito, como si fuera un “pintxo” de alta cocina, incluso puedes “deconstruirlo”. Hasta las escenas más amargas, las más ácidas y desagradables deben dejar un regusto literario. No te limites a ofrecer tu “tapa” como si fuera una ración de comida casera, una anécdota sin sabor, no narres como si redactaras una noticia sosa, adereza todo con sal literaria, que no repita, no empaches con figuras retóricas ni saques las palabras raras del cajón de las especias, pero tu historia debe saber a Literatura. Una vez que tengas la idea y los ingredientes y le hayas dado forma a la masa, cuida la presentación. Reescribe, añade ingredientes, cambia la textura, pon o quita azúcar, y no lo saques del horno hasta que el "pintxo"sea digno de mostrarse en una vitrina a los comensales. Adorna tu plato de manera discreta, con gusto.

6.      Sentido común. Crea un universo verosímil que funcione con sus propias reglas internas, aunque sea inventado no puedes saltarte las propias normas del cosmos que has creado. Incluso los relatos fantásticos deben tener sentido común, si no lo utilizas, tu texto será engullido por el agujero negro de las ocurrencias. Recuerda: incluso el caos tiene un orden, y aunque sólo haya cinco sentidos, siempre hay sitio para seis.

40 comentarios:

David Moreno dijo...

Me gustó Manu. Y sobre todo el punto 6 que culmina los 5 anteriores. Bravo. Me lo guardo con tu permiso.

Un saludo indio
Mitakuye oyasin

Yashira dijo...

Me gustaron estos cinco sentido y de la imagen no te digo nada, jaja, es fantástica.

Un abrazo.

Anita Dinamita dijo...

Estupendo, Manu. Da gusto aprender contigo.
Abrazos

Rosa dijo...

Lo apunto todo y todo. Gracias Manuespada.

Besos desde el aire

Dalicia dijo...



Ésto es para apuntárselo bien apuntadito.

beso!

Pedro Sánchez Negreira dijo...

¡Qué fácil lo haces, Manu!

Tomo nota y sigo aprendiendo.

Un abrazo,

Anónimo dijo...

qué bueno eres, puñetero.

Con tu permiso, me lo quedo. Esta tarde voy a ver al chino de la esquina, por si acaso.

BB dijo...

Siempre es un lujo y un gusto leerte, y emplear los cinco sentidos en ello, Manu.

Besos

Alena. Collar dijo...

Es decir: estar siempre alerta porque entre nosotros es donde habita el mundo del micro.
No fuera, no. Al ladito.
Lo expones de un modo muy ameno.
Besotón.

Susana Camps dijo...

¡Qué quicálogo más interesante! Muchas gracias, Manu. Abrazos

Marta López Cuartero( Claudia) dijo...

¡Y de que manera tan clara lo explicas!
Sí, siempre estar alertas, a nuestro lado se cuecen grandes historias. O pequeños gigantes.


Víctor dijo...

Me dejas, por segunda vez en poco tiempo, sin sentido. Molas, Manu, molas. Ah, lo del niño del quinto derecha que muere cada media hora me ha llegado. Mucho.

Esteban Dublín dijo...

Una entrada maravillosa e imprescindible.

Laura dijo...

Buena entrada Manu, pero como no has
n

o
m
b
r A
d O

el sentido del equilibrio,
se me caen las letras.

B e
s o
s :)

manoli dijo...

Muchas gracias por estos fantásticos consejos.

Muy bueno.

Los seguiremos en lo posible.

Nicolás Jarque dijo...

Manu, unos pasos a colgar en el lugar más visible de tu casa para memorizarlos a fuego.

Abrazos.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Me encantan estos consejos, eres bueno y además generoso. Es un placer aprender de tí y de tu mano.
Besicos muchos.

Ana dijo...

A ver si me aplico el cuento. Abrazos

Petra Acero dijo...

Manu, como te comenté en la megaquedada (aunque no recordarás mi pobre frase, entre tantas de enhorabuenas y elogios): me gustan tus entradas didácticas y recordatorias. Gracias por "machacar" conceptos :)

Miguel Ángel Page dijo...

Me lo imprimo y lo pego donde pueda verlo siempre.
Gracias, Manuel.

Javier Ximens dijo...

Gracias, Manu, por estas recomendaciones y tu generosidad.

AGUS dijo...

Tal y como dices, este género implica más que ningún otro una actitud, un estado de alerta permanente. Y bueno, si me lo permites, un cierto sin sentido también.

Abrazos, Manu.

Rosy Val dijo...

Gracias, tomo nota

Paloma Hidalgo dijo...

Muchas gracias Manu, seis, par. Todo ventajas.
Un abrazo

Arte Pun dijo...

Hola Manu, estaba yo deambulando por mi mundo cercano cuando me llamó de forma ostentosa un señor Microrrelato. Paseó su Vista por mi fachada y me susurró al Oído: "ten mucho Tacto con lo que escribes y no te guíes solo por tu Olfato, no olvides que el Gusto, siempre será mío". Aplicando mi poco Sentido común, he caído en la cuenta de que este señor Microrrelato es tuyo.

Y es muy bueno, como todo lo tuyo.

Gracias, y abrazos.

David Vivancos Allepuz dijo...

Una delicia de texto, así que no me queda otro que felicitarte por plasmar tan bien algunas de las cosas con las que, yo al menos, nos encontramos a diario.

A mí, definitivamente, siempre me ha fallado el tacto. Ahí lo dejo.

Un abrazo e, insisto, enhorabuena,

D.

Elysa dijo...

Gracias, Manu, por el texto, es todo un disfrute leerlo. Y por los consejos que tan generosamente aportas.
Muchas gracias.

Besitos

Manuel Rebollar Barro dijo...

Manu, por encontrarte un pero, si fuera Peter Parker, echaría de menos el sentido aracnido.

Abrazotes sentidos

Margarita dijo...

Escucharte un placer, leerte una experiencia, pero sobre todo dejarse imbuir por tus enseñanzas, por tus ideas, por tus propuestas ... me deja llena de nuevos textos para escribir aunque sea en una hoja seca de otoño. gracias maestro.

Cabopá dijo...

Magnifico.
Un decálogo menos cinco para tener en cuenta, me lo llevo.

Besicos

Guillermo Castillo dijo...

Don Manu, como de aprender se trata, quiero saber qué significa el término "pintxo".

Saludo colombiano.

manuespada dijo...

Guillermo, un "pintxo" es un aperitivo que ponen en los bares.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Muchas gracias por la lección, maestro.

Humberto Dib dijo...

¿Podríamos ampliar el concepto a todo tipo relato? Pues, me parece, que esta interesante propuesta sirve para cualquier extensión en la que uno quiera aventurarse.
Un saludo.
HD

Héctor Ugalde dijo...

¡Extraordinario! :]
Didáctico, claro y ameno. Y el sexto sentido sorpresivo y, como dicen, el menos común de los sentidos...
Y sí. Hay que tener tacto para noquear. :]
¡mUCHos salUCHos! :]

Pedro Herrero dijo...

El autor tiene que estar de guardia las 24 horas del día, 7 días a la semana incluyendo festivos. Debe ser capaz de ausentarse en una conversación para seguir el rastro de una idea, o de no acudir a una cita por tener que acabar un relato. Incluso debe poder pensar con libertad mientras hace el amor, aunque sea con su amante. Todo ello, claro está, sin perder la compostura. Debe vivir dos vidas, como mínimo. Y debe llevar siempre en el bolsillo esos útiles consejos que das, al menos hasta que se los aprenda de memoria.

Josefa dijo...

Mira por donde he pasado por aquí y pura coincidencia. A mi que me encantan los relatos cortos me ha venido de maravilla estos consejos.
Con tu permiso los copio y me los llevo. Gracias.

Lola Sanabria dijo...

Un post escrito con los cinco sentidos y bastante sentido común.

Abrazos deconstruidos.

Mar Horno dijo...

Cinco sentidos con sentido. Tengo algunos pero me faltan otros, sobre todo el sexto. Nunca lo tuve y así me va. Me quedé con el sentido propio y con ese me arreglo. Bastante mal, por cierto. Maravilla de entrada, para releerla muchas veces.

arktos-temis dijo...

Para no olvidadar, gracias Manu.
Un saludo.