PERSONAJES SECUNDARIOS, RESEÑA DE ORLANDO ROMANO

Hace unas semanas, el autor argentino Orlando Romano, a quien no conocía más que de algún polémico post que había leído en su blog y algunos textos suyos que habían llegado a mis manos, me pidió que le enviara algo de mi obra porque había leído un comentario mío en una red social que le había gustado. Varias semanas después me envió esta reseña sobre "Zoom" y mi libro inédito "Personajes Secundarios", de modo que se convierte en la primera reseña de la obra, aún inédita, pero que verá la luz con la editorial Menoscuarto:     Es bueno haberme alejado de la microficción. Esto ha obrado la magia de que un minúsculo puñado de escritores, cada tanto, me acerque sus obras con el riesgo de que yo (que no me callo nada, a mi pesar) les diga que me parecen flojas o que les falta trabajo. Nunca hice tal cosa, lo que sí hice, siempre, es alentar a que perseveren más, a que crean más en el esfuerzo y en ellos mismos. Que me envíen sus obras es un acto de alta humildad. Y yo no puedo menos que sentirme honrado, ya que no soy más que un lector, sin un mínimo de preparación académica, con un talento para la crítica que es igual a cero.     Esta vez ha sido Manu Espada quien me acercó sus trabajos. No  tiene una visión del mundo, sino muchas. Todos los temas son de su interés real, lo que habla de una mente inquieta en una búsqueda permanente de la verdad (si la hay) y de la belleza artística. Nada escapa a su mirada.  Textos como La evolución de los cetáceos, Hiperrealismo, La biblia en verso, República… son piezas redondas, construidas con una arcilla que no se encuentra al ras del suelo.     He pensado en soledad estos textos, entre otros, y me quedé con la sensación de que muchos escritores soñaron alguna vez con escribir historias de este nivel. Quizás se les escaparon al despertar. No a Manu Espada, que atrapa a tiempo estos perspicaces sueños y los pone a viajar por la vida, a forcejear o a firmar la paz con ella, en una disputa donde el autor siempre es el que sale airoso.     Los escritores que se inclinan por crear microrrelatos, corren el riesgo de ser considerados poco serios o artistas de poco valor por el lector neutral y despierto. El peligro es altísimo, por eso al crear deben esforzarse por conseguir piezas que perduren en la mente del lector, incluso cuando las hayan olvidado. Un buen libro de microrrelatos de un único autor, o muy bueno, puede contener tres o cuatro historias de este calibre, no más. Manu Espada cuenta con la extraña facilidad para que muchas de sus historias proyecten una viva luz que pide presencia y memoria.       Tìpex, Mal de amores, La orilla, La forma de las nubes, Olores, Jaque mate, el casi ilegible  Kjswefnwefyjoen…(la lista sigue), aquí están otras de sus piezas admirables. No son microrrelatos. Son varios libros juntos en una biblioteca. Para estos textos memorables, mi deseo de que no sean opacados por la cantidad abrumadora (de bruma) de micros que persiguen aplausos sencillos, palmadas en la espalda y reconocimiento artístico. Opacados por cantidad, nunca por calidad.    Zoom y Personajes secundarios ponen en claro, a mi modo de ver, lo feliz que es Manu Espada contando historias, y reflejan el recto compromiso que tiene con el lenguaje, ofreciéndonos microrrelatos que otros sueñan, microrrelatos que para otros son un recóndito secreto, algo que al despertar se les antoja evasivo, inhóspito, inconcebible y caótico… Él es de esos pocos elegidos que consiguen atrapar esos sueños (ideales) y entregarnos historias riquísimas y dignas de recordar para siempre. Orlando Romano, Tucumán, Argentina. Era 26 de junio de 2013.