Cuando te topas con una persona refranera estás perdido. Pero aún es peor si estás en medio de dos refraneros en un ascensor, porque la conversación transcurre de la siguiente manera. Un horror:
- ¡Pepe, llevamos esperándote cinco minutos con la puerta abierta, a buenas horas llegas, mangas verdes!
- Abuelita, más vale tarde que nunca.
- ¿Abuelita? Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
- ¡Juventud, divino tesoro!
- Quien ríe del mal de su vecino, el suyo viene en camino.
- Déjenlo, por favor. ¿Pueden pulsar el piso dos, por favor? ¿O es que a ustedes les regalan el tiempo?
- Señor del segundo, el tiempo es oro, y a caballo regalado no le mires el diente.
- Abuela, eso es pan para hoy y hambre para mañana.
- A mí no me convence eso de contigo pan y cebolla.
- Bueno, donde comen dos, comen tres.
- A río revuelto ganancia del pescadores.
- Ese no pega Pepe, ahí te ha dao bien la abuela. Ejemmm, señores, por favor, debo pedirles que se abstengan de continuar utilizando el refranero popular con el fin de llegar a mi casa antes de que se ponga el sol. A buen entendedor pocas palabras bastan.
7 comentarios:
Tengo un amigo especialista en convertir los refranes en anécdotas.
Debe ser una enfermedad crónica.
Muy bueno lo de los refranes.
Saludos.
A todos se nos escapan de vez en cuando alguno. Mi abuela era una verdadera docta en ellos, supongo que alguno habré heredado sin ser consciente de ello.
MANUESPADA: Pero que viaje tan largo! ¿Acaso estabas en un rascacielos?
En fin, que hasta lo bueno cansa, si es en mucha abundancia.
Se te saluda.
Pues si, es verdad. Uno a tiempo está bien, pero como hacía mi padre. Los tenía siempre a punto y todo lo sanjaba con un refrán
Saludos
Me has recordado a una escena de Jadiel Poncela, en un cine donde se ponen a hablar en refranes, vamos... desternillante!
Está en Eloísa está debajo de un almendro, por si os pica la curiosidad ;)
besos
Qué bueno! ufff y eso que era un segundo..si llega ser un décimo..ni te cuento!
Besos guapísimo!
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