EL MIEDO

Hay quien dice que lo que mueve el mundo es el amor, otros, el dinero, pero el mecanismo que mantiene todo en marcha es el miedo. El poder se vale de él, la mafia subsiste por su fuerza, muchas parejas sin amor duran por miedo a la soledad, gente sin ganas de procrear tienen hijos por terror a la vejez, la gente se hipoteca en casas por el pánico a no tener nada en un futuro. Los bancos, los ejércitos, los ministerios, la policía, los seguros, el móvil, los relojes... ¿Cómo sería vivir sin miedos? Seguramente sería lo más parecido a la libertad. Hace unos tres años cayó una tromba de agua enorme en la ciudad alemana de Dresde. Durante nuestra ruta por Alemania, mi amigo Darío estaba empeñado en no perderse esa ciudad. Como estaba sitiada no había forma de entrar, así que nos hicimos pasar por los hijos de un matrimonio alemán y la policía ni nos preguntó. Miró la parte de atrás del coche y nos dejó pasar. Casi todo estaba anegado, la gente tenía miedo de que cayese otra tromba, pero había un hombre al que parecía darle igual todo. Por un instante salió el sol y el hombre se adentró en el agua, se quedó medio desnudo y se puso a tomar el sol en un banco. ¿Y si caía otra tromba? Le daba igual. No tenía ese miedo que le podría salvar la vida mientras los demás le mirábamos con inquietud. Y lo disfrutó.