Recuerdo que mi memoria empezó a fallar el 14 de julio de 1992, durante la inauguración de los juegos olímpicos, justo después de que Antonio Rebollo metiera la flecha en el pebetero en el minuto 02:17. Desde entonces me aqueja una especie de amnesia selectiva que olvida los recuerdos a corto plazo y potencia lo que me ocurrió hace años. No sé dónde he dejo las llaves, ni qué hice con las gafas de sol que llevo puestas, ni dónde he aparcado el coche, ni me acuerdo de la última vez que me llamaste por mi nombre.
10 comentarios:
Pues ya somos dos. Yo tengo la cabeza un poco ida en cuanto a este tipo de recuerdos.
Es curioso pero yo también sé de una persona que tampoco me llama por mi nombre y me pregunto el por qué.
También se me olvida todo. Será una epidemoa?
Saludos
¿Vamos por el mismo camino?
Un abrazo.
Yo recuerdo que fue en septiembre también del año de la expo, de 1992...Nos hacemos mayores, o quizás tenemos demasiadas cosas en la cabeza...
Gracias por tu visita, y por tu comentario, tienes toda la razón.
Besos
A lo vuestro - y mío, vamos a dejarnos de tonterías - se le llama despiste, hijos míos.
Y suspicacia, en el caso del nombre. :-DD
Un beso
Creeme que poseer excelente memoria también es un peso, sobre todo recordar tanto detalles insignificante a veces colapsa la cabeza.
Saludos
Cuando hayamos conquistado el olvido, habremos vencido a la memoria.
Pues si. Veo que te falla. Los JJOO de Barcelona se inagurarón el 25 de julio del 1992 y no el 14 de julio como tú dices.
¡Un saludo!
Pues sí beth, se ve que mi memoria empezó a fallar incluso antes de esa fecha...
¿Te olvidas voluntaria o involuntariamente? Parece que el peso de tus recuerdos empieza a tomar más importancia que las experiencias del día a día. Es la primera señal de que nos hacemos mayores. Ya habrá tiempo para perder la memoria a corto plazo.
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