Excálibur sigue oxidada en la roca esperando a que alguien se decida a sacarla, pero la gente pasa de largo...
3/21/2006
LA CASA DE LOS RELOJES
La lucha contra el tiempo consumió su vida. Nadie conocía mejor que Urguizu a ese enemigo silencioso que mina la existencia sin notarlo, como la termita transforma en polvo una secuoya. Su casa era un gran estudio, un laboratorio. El empeño en dominar el tiempo le condujo a llenar su hogar de relojes. Relojes de arena, de sol, de agua, de cuerda, de pared, pasando por el de cuco, o aquel último invento del reloj pulsera.
Casi todos sus relojes eran enormes, aunque había dejado la vista en ellos con el paso de los años. Urguizu ya no se acordaba de su edad. Perdió toda noción temporal hacía demasiado. Pero todos los relojes sufrían de carcoma, y su pelo se había convertido en nieve.
Cada grano de arena, cada campanada, cada gota de agua de la clepsidra había tallado un nuevo surco en su ondulada frente. El tiempo era fiel a Cronos y Urguizu no asumía su derrota. Incluso el último beso de mujer se había podrido en su rostro y había caído, marchito, a la arena del camino. Arena con la que inventó otro reloj.
El sonido de los segundos había machacado su cabeza toda su vida. De repente, en un arrebato de rabia, Urguizu comenzó a parar los relojes, a detener lo imparable.
Ya sólo quedaba su viejo reloj de sol. Urguizu se asomó a la ventana. El rayo de luz que marcaba la hora iluminó su pecho. El reloj se quedó a oscuras mientras las campanadas de la iglesia se quejaban en un gemido histérico.Urguizu se quitó la camisa y su torso se tornó rojo. Se frotó el pelo y el pecho bajo el baño de luz, y sus brazos cayeron desolados mientras encogía el cuerpo entre las rodillas. Urguizu estaba inmóvil en el suelo y su sombra formaba un garabato indescifrable en la herrumbre dorada del crepúsculo. El tiempo lo había matado. Dedicó su vida a luchar contra él y murió de viejo. Cronos vengó esa afrenta convirtiendo en polvo aquella soberbia humana que desafió al destino.
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4 comentarios:
Este blog es cada día menos comercial...
Y yo que pensaba vendérselo a yahoo...
Ey...buena imagen. Dalí siempre fue un ídolo para mí. saludos.
Ey...buena imagen. Dalí siempre fue un ídolo para mí. saludos.
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