2/15/2010

EL OLOR


La primera vez que la vi estaba colocando los frascos de su perfumería. Se giró hacia mí, dejando en el aire un olor a agua de Lyosha. Le pedí un bote de Andrei Dullok. Esa semana tenía un par de citas y me había quedado sin colonia. —No nos queda, pero la podemos encargar —dijo. —Me llevaré cualquier otra —repliqué. —Podemos pedirla y la tiene aquí mañana. Yo siempre soy fiel a mi perfume, ¿usted no? —insistió con una sonrisa. —Yo cambio mucho —respondí. Trató de convencerme para hacer el encargo. Le dije que lo haría si me hablaba de tú y me daba su teléfono. Accedió. Desde entonces, cada tarde iba buscarla al trabajo. Cenábamos en mi estudio y nos despertábamos juntos. Su olor me hipnotizaba desde el amanecer. Tras la ducha sacaba el frasquito verde de Lyosha y se aplicaba unas gotitas en el cuello. Todo en la casa olía a ella: las sábanas, los armarios, la cocina… Todo. Al cabo del tiempo su negocio creció. Parecía cansada. —He contratado un ayudante, no puedo sola con todo —me dijo un día. —Estupendo —respondí pensando que eso nos daría un respiro. Pero por las noches llegaba tarde y se dormía pronto. Ni siquiera cenaba. Una mañana después de la ducha sacó del neceser un frasquito rojo. Se roció el cuello. Ese perfume olía diferente, como si fuera otra persona. —Adiós —dijo acariciándome la mejilla. Fui al baño, abrí el frasco de Lyosha y aspiré su olor desconsolado.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Jil Sander, Jil Sander, Jil Sander

http://www.jilsander.com/

Besitos

Isabel Mª dijo...

Estupenda la asociación del perfme con la identidad de una persona, del perfume con la fidelidad, ser otra persona cuando cambias de perfume, cuando quieres o eres querida por otro.

Enhorabuena. Me encantó.

Javier Puche dijo...

Como Isabel, aplaudo el vínculo que has trazado entre perfume e identidad. Un buen relato.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

guardè un olor por muchos años.

Reina Letizia dijo...

No debes obsesionarte con los perfumes caros. Es mejro el olor a cuerpo limpio.

Besos de Princesa

Margaret dijo...

Simplemente me ha encantado. También asocio el recuerdo de una persona que fue muy especial con un perfume.

Belén dijo...

Yo creía que lo iba a dejar, quizá no sea fiel a un perfume propio, pero del otro...

Besicos

pepa mas gisbert dijo...

Si asociamos una persona a un perfume dicen que siempre nos queda su olor cuando la persona se va, pero me temo, que a veces si lo que se va es el perfume, se lleva con él a la persona. Identificar a alguien con algo nos puede llevar a la más absoluta soledad.

Un abrazo

BB dijo...

Yo soy de esas que tienen un perfume que las hace inconfundibles. Estoy atada a él, como el hambre...
Qué triste ese aroma que se convirtió en adiós...
Un relato, delicadamente, perfumado y hermoso.
Un beso
BB

Raúl dijo...

Habría que hacer un estudo acerca de si los "hola" huelen de forma distinta a los "adios".
Interesante.

MANUEL IGLESIAS dijo...

La pasada semana me hice unos análisis. Alargué en brazo descubierto para que una chica joven me pinchara-- huele usted muy bien - me dijo. Cuando esto te dice una mujer joven...,debes de parecerle inofensivo. Enhorabuena, un abrazo

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Es increible como asociamos los olores a los nuestros. ¿Pero te has dado cuenta que el mismo perfume, cambia según que persona se la pone?
Como siempre, muy bonito.
Besicos muchos.

Raquel dijo...

Tan de cada uno los olores y perfumes... Bonita historia.

Miguel Baquero dijo...

Yo ya me olía que la historia iba a acabar mal ;-)

Pablo de la Rúa dijo...

Una bonita historia Manuel con un tema tan clásico como la esencia de los perfumes y sus vidas.

Álvaro Dorian Gray dijo...

me siento identificado, voy en el metro y voy oliendo...
salud y saludos

Celsa Muñiz dijo...

Me sentí identificada: cuando alguna vez cambié de perfume me sentí otra. Por eso siempre vuelvo al mismo. Me es tan cómodo y familiar...
;)