9/29/2007

DE LAS MORDAZAS


Desde que secuestraron El Jueves se está montando gorda en torno a la figura del rey. Me imagino al fiscal tirándose de los pelos, pero esas son las consecuencias de intentar acallar las plumas, los lapiceros, los bolígragos, los pinceles, las teclas de la máquina de escribir o del ordenador. Tras el secuestro de la revista vinieron las críticas de Anasagasti en su blog y sus posteriores declaraciones en varios programas. Luego vino la quema de fotos en Cataluña y la petición de abdicación de Jiménez Losantos. Ahora llegan los debates sobre la Monarquía en todas las televisiones, un ejercicio de democracia excelente, porque al fin se ven debates públicos sobre Monarquía-República. Basta ya de pacto tácito de los medios para hacer la pelota al rey, que llevamos 30 años de democracia (Frando estuvo 40) y aún hay autocensura en los medios. Recuerdo multitud de órdenes al respecto en los 10 años que llevo ejerciendo como periodista, entre ellas la ridícula premisa de no mencionar la palabra república durante la entrevista a un líder republicano por si nos llamaban de "arriba". La culpa de esto ni siquiera la tiene la Corona como institución, sino los propios medios y el miedo heredado, el eco de los sables de hace 70 años. El miedo a los fantasmas no nos deja soltar lastre. Al menos, de algo ha servido el secuestro de mi querida revista El Jueves. Enhorabuena chicos. Hoy hay más libertad de expresión. Y todo, gracias al efecto rebote de una mordaza.

9/23/2007

LA REALIDAD




Una de las mejores recompensas de viajar son los paisajes que ofrecen algunos lugares, aunque desde que han puesto cámaras a los móviles y las pequeñas cámaras digitales invaden el mercado, es casi imposible hacer una foto sin que se pongan delante 10 ó 20 turistas empeñados en no dejarte hacer esa foto que todo el mundo quiere. Muchas veces lo mejor es mirar, sin más, y no observar a través de un visor, porque el cristal te aleja del universo que tienes frente a ti, de algún modo es un filtro que hace ficticia la realidad, ya que, el mero hecho de encuadrar un fragmento de esa realidad y no otro, ya es una selección subjetiva, una decisión deformadora. El hecho de seleccionar un punto de diafragma en particular, un tiempo de obturación concreto, ya es una manipulación de esa realidad, un engaño a la retina. El caso es que he visto este link con unas fotos de impresionantes paisajes del Mundo. Es una especie de enlace de Google Earth. Para los que les guste la fotografía:

http://www.panoramio.com/map/#lt=28.000000&ln=-33.000000&z=16&k=1&a=1&tab=1

9/17/2007

LAS GENERACIONES


Fin de semana en Úbeda. Concierto de Sabina-Serrat. Casa rural en medio de los olivares jienenses. Aceituneros de Jaén, aceituneros altivos. Tras dejar los trastos en la abarrotada casa, breve visita a Baeza, con edificios más castellanos que andaluces: escudos de Carlos V, una piedra arenisca parecida a la de Villamayor, el aula austera en la que daba clase en autor de “Campos de Castilla”, y una avalancha de jóvenes uniformados de guardiacivil. Casualidades de la vida, un encuentro inesperado con dos amigos de Salamanca que intentan ser hombres de Ley y Orden en la academia de Baeza. (No sé, no sé). Y por la noche, el concierto. Desde mujeres de 80 años que sacaban el mechero con las canciones lentas de Serrat hasta jóvenes de 20 que votaban con “El pirata cojo” de Sabina. Es curioso cómo la música crea lazos intergeneracionales. Los quiebros de cintura fueron exagerados para mi gusto. Serrat casi consigue dormirme, sobre todo cuando cantaba las canciones de Sabina, era como escuchar un vinilo a menos revoluciones de las indicadas. Sabina imponía su ritmo y personalidad, música más cañera y voz más cascada pero más rápida. Con Serrat me habría sentado en una silla de un café teatro y una copa en la mano, con Sabina daban ganas de ir a por un kalimotxo y saltar sobre el césped del estadio. Serrat es de local cerrado, Sabina, a veces también, pero mucho menos. Lo importante: lo pasamos bien. Dos pájaros de un tiro. Caminante no hay camino. Igual sigo de flaco, igual de calavera.

9/11/2007

DE LO SENCILLO


Aún no he visto "La jungla de cristal 4.0", pero con ver el trailer me basta. Bruce Willis se carga un helicóptero con un coche y chorradas por el estilo. Hoy he visto por enésima vez "La jungla de cristal", la primera, y me encanta, al igual que me gusta la segunda. La tercera ya es otro cantar. Pero bueno, a lo que iba. Cuando los guiones se complican con efectos especiales la historia siempre pierde, y cuando la imaginación falla, sólo se recurre al artificio. Un coñazo. La sencillez es la madre de las cosas bien hechas, y la complicación de los efectos especiales "porque sí" son el maquillaje de la carencia, del hueco, del vacío más inerte. Con la tele pasa igual, y por eso "Cámara café" me parece magistral. El colmo de la sencillez bien hecha. Una cámara fija, un escenario, y actores que entran y salen como en los viejos vodevil, pero con diálogos adaptados al siglo XXI. Por eso me gustaba "Aquí no hay quien viva". Y por eso me gustaba una programa sencillo de preguntas y respuestas como "Quién quiere ser millonario", por eso me encantaba el comecocos, el tetris, el tenis en el que las raquetas eran dos rayas y la pelota un punto o las máquinas de marcianitos. Por eso me gustan las camisetas y no los trajes con corbata. La sencillez tampoco debe confundirse con el simplismo. Es mucho más simple hacer una peli de Steven Seagal basada en efectos especiales que una de diálogos a lo Woody Allen, a quién le cabe duda. Hoy rompo una lanza por la sencillez. Y otra, aunque no tenga nada que ver, por la frivolidad (uno vez lo hizo Fernando Fernán Gómez en una debate de vida y todo el mundo se le echó encima. Me encantó.)

9/05/2007

LOS SUEÑOS


De vez en cuando sueño cosas que ocurren luego, y en otras ocasiones, las anticipo. No me suele pasar muy a menudo, quizá ha tenido lugar unas nueve o diez veces en toda mi vida. Ya de niño me ocurrió alguna vez, y el día en el que se lo conté a mi madre me dijo que era una especie de herencia genética otorgada por vía materna, pero en versión reducida. Hacía años que no me ocurría, pero anoche volvió a pasarme. Ocurrió. Pero sigo sin dar crédito. Sencillamente, no me lo creo. Increíble.