6/15/2015

KENZABURO OÉ


Contaba Javier Cercas en un artículo en El País que "en 1963 nació el hijo del escritor japonés Kenzaburo Oé; se llamaba Hiraki, sufría hidrocefalia y autismo, y los médicos aconsejaron al padre dejarlo morir. Por entonces Oé acababa de cumplir 28 años y tenía una vida y una carrera literaria prometedoras por delante, pero no aceptó la sentencia de los médicos, y, tras una operación, su hijo siguió viviendo. A partir de aquel momento Oé dedicó exclusivamente su vida a cuidar a su hijo, y sus obras a tratar de entenderlo (y a tratar de entenderse a sí mismo a través de su hijo); a este doble empeño se debe quizá que Hiraki Oé sea ahora mismo un reconocido compositor musical y se debe sin duda que Kenzaburo Oé sea uno de los grandes narradores vivos, porque muchos de sus libros -entre ellos obras maestras como Una cuestión personal o como Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura- constituyen un salvaje esfuerzo moral por asumir su responsabilidad en el destino de su hijo y un esfuerzo imaginativo asombrosamente logrado por ponerse en la piel de su hijo. Es dudoso que Kenzaburo Oé hubiera llegado a ser el enorme escritor que es sin haber aceptado con plenitud a Hiraki Oé; es un hecho que, a partir de mediados de los sesenta, cuando fue incapaz de aceptar a Daniel Miller, Arthur Miller entró en decadencia y dejó de ser el enorme escritor que había sido. Me disculpo: quizá es abusivo, o simplista, establecer una relación de causa y efecto entre la irresponsabilidad moral y la decadencia artística de un escritor. De hecho, quizá es irresponsable hablar de irresponsabilidad moral. Puede ser. Pero, si tiene razón Savater y todo lo que cuenta en la ética es el reconocimiento de lo humano por lo humano y el deber íntimo que nos impone, entonces quizá no lo es. Porque quizá no hay ética sin empatía". Fruto del desconcierto y el dolor ante la minusvalía mental del niño pero, al mismo tiempo, del afán de superación y de la necesidad de dotarse de una ética privada, su novela Una cuestión personal (1964) narra, en términos crudos y sin concesiones, el descenso al abismo de un padre atrapado entre el fatalismo y la cínica opción de la huida hacia adelante. Ha regresado al tema de la relación con su hijo, uno de los dos ejes de su literatura, en los libros Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura (1969), Las aguas han inundado mi alma (1973) y Despertad, jóvenes de la nueva era (1983). Hikari Oe nació con unas discapacidades en su desarrollo que le llevarían a la muerte. Los doctores trataron de convencer a sus padres de dejarlo morir, pero ellos desistieron. Tras una operación, permaneció con discapacidad visual, retraso en el desarrollo, epilepsia, y una coordinación física limitada. Tampoco podía hablar mucho. Se dice que Hikari paseaba con sus padres cerca de su casa y oyó el cantar de un pájaro. Hikari lo imitó con gran precisión. Sus padres quedaron fascinados. Le compraron grabaciones de audio con cantares de pájaros, gracias a los cuales aprendió. Así fue como tuvieron la idea de contratar un profesor de música para Hikari. Sus padres contrataron a un profesor de piano para su hijo. En vez de hablar, Hikari comenzó a expresar sus sentimientos a través de la música y mediante composiciones musicales. Con el tiempo, se le enseñó solfeo. Mientras, Kenzaburo Oé intentó dar a su hijo "voz" a través de la escritura. En 1994 Kenzaburo Oé ganó el Premio Nobel de Literatura, en gran medida, gracias a su hijo.




6/11/2015

PATERNIDAD, DISCAPACIDAD Y CREACIÓN

En la fotografía: Malva Marina 

Durante la elaboración de "Personajes secundarios" me sumergí de lleno en un mundo desconocido para mí hasta entonces, el de la discapacidad y la paternidad, y mientras buceaba entre textos, me vinieron a la cabeza unas palabras que me dijo el autor aragonés Miguel Mena, que tiene un hijo con autismo llamado Daniel y sobre el que escribió en su libro "Piedad", una obra que en cierto modo me sirvió de inspiración, como le dije a él hace poco antes de enviarle un ejemplar de mi libro. Aquellas palabras de Miguel fueron: "transformemos el dolor en belleza a través de la Literatura". También recordé otras palabras de Andrés Aberasturi, que dijo que quien se dedica a escribir y tiene un hijo con algún tipo de problema, acaba escribiendo sobre ello, es inevitable. Y de este modo, fui descubriendo la cantidad de escritores que habían dedicado su obra a sus hijos. También descubrí que algunos, unos pocos, habían tratado de ocultarlos, como hizo Artur Miller con su hijo Daniel, al que escondió en una institución al nacer porque tenía síndrome de Down. No volvió a ver a su hijo hasta 30 años después en un acto público en el que el escritor defendía a un discapacitado mental condenado a muerte por asesinato. Daniel se acercó a la mesa y abrazó a su padre. No hay ni una sola fotografía de Daniel Miller. También Pablo Neruda ocultó a su única hija, Malva Marina, que nació con una hidrocefalia severa. Su padre la abandonó a los dos años y nunca más la vio. En el centenario de la muerte del poeta aparecieron, casi por milagro, las únicas fotografías que existen en el mundo de Malva Marina Reyes. También fue descubierta su tumba en Holanda. Hoy comienzo una serie dedicada a esos padres que canalizaron su creatividad para dar visibilidad a sus hijos, y no a esconderlos, como hacían antes. 

El primero de esos padres es el escritor catalán Joan Margarit, un autor que me descubrió Víctor Lorenzo. Joan Margarit escribió su libro "Joana", dedicado a su hija, que padecía el síndrome de Rubinstein-Taybe. Margarit escribió en una nota al final del libro: "Este libro fue escrito vulnerando todos los consejos que los poetas damos sobre la obligada distancia entre los hechos y el poema”. Tras la muerte de su hija, Margarit llevó al papel unos textos estremecedores sin embargo cargados de mesura. Él mismo dijo en el prólogo sobre "Joana": "Necesito cerrar este tiempo para volver a encontrar, si es posible, a la Joana de antes, aunque en la realidad “el abismo que nos separa es el nunca más”. De esta manera, Margarit intercala alterna recuerdos,  diálogos imaginados con Joana y anotaciones sobre su hija, desde el primer diagnóstico hasta el final, hasta el último día.
Fotografía: Joana y Joan Margarit.


El crítico Rafael Narbona ha escrito sobre el libro "Joana": "La escritura es la resistencia más tenaz contra la erosión del tiempo. Las palabras permanecen e incluso son más verdaderas que lo vivido. No reemplazan a la persona, pero trascienden la experiencia individual. Son Ideas, en el sentido platónico, que duran tanto como haya hombres con la disposición de leerlas y apropiarse de ellas. Margarit es el poeta, pero sus palabras pertenecen a todos. A su hija Joana, esencia del discurso poético, a su madre y seres queridos, al lector. Se oponen a la muerte, que lucha por borrarlas. La trascendencia del cuidado se manifiesta en su capacidad de traspasar el umbral de la materia. Margarit no cree en la inmortalidad: “Lo más parecido a una certeza es que Joana y yo no volveremos a vernos”, pero en su libro hay nostalgia de infinito. “Pero, ¿ha de abandonar uno su fe / sólo porque dejó de ser verdad?".

PASAJERA
En el gran ventanal del aeropuerto
un alba de luz blanca entre la niebla
se alza ante la muchacha con un libro
que nunca alcanzará a poder leer.
Mi juventud está también ahí,
en esas páginas de papel biblia
del grueso tomo encuadernado en pie
de los rusos del siglo diecinueve.

Natashas y Nastenkas, silenciosas
amigas de las cuales aprendí
a buscar las pequeñas esperanzas
como si fuesen conchas en la orilla:
todavía imagino que esperáis
a que llegue en la nieve y la ventisca
una abrigada sombra del amor.

También la chica inmóvil en la silla
de ruedas sabe que no llegaré.
Levanta la mirada hacia nostálgico:
fuselajes de aviones que descansan
como gaviotas en un mar helado.
Acoged a mi hija, amigas mías,
pues yo no tengo rostro para ella:
mi rostro ya no es más que un ventanal
de aeropuerto con luz de noches blancas.


NO TIRES LAS CARTAS DE AMOR

Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.


UN CUENTO

No digas nada, Joana,
tan sólo escúchalo y no digas nada.Íbamos caminando en la lluviosa mañana por el pueblo adormecido,entrábamos despacio por una larga calle de adoquinesque no llevaba hacia ninguna parte.Los niños nos llamaban con canciones para acercamos al canal, que viésemos su casa reflejándose en el agua.Te gustaba, ¿recuerdas?,ver a los niños. Al marchamos quedaban sus caritas pegadas al cristal,sus voces apagándose en el agua.Llegamos tarde. Demasiado. Tanto que siempre volveremos separados:ese es el precio por haber podido entrar dentro de un cuento.Y qué suerte encontrarte ahora aquí,de madrugada, convertida en patio:esto quiere decir que todo el tiempo estabas junto a mí en la oscuridad.


NO HAY MILAGROS

Llovía con desidia. 
Diecinueve de octubre, las nueve de la noche.
Joana iba asustada hacia el quirófano rodeada por nosotros, que quedamos en la salita mal iluminada junto a los ascensores.Dicen que en un intentode salvarse le dijo te quiero al cirujano.Creíamos que un hada podría devolvernos la Joana tranquila, la de siempre,con sus confiados ojos centelleantes.A las once mirábamos las gotas de la lluvia en el cristal como si resbalaran por la noche.La noche era una hora de guadaña. 

6/06/2015

RECOPILATORIO PARA ESPÍAS Y PSICÓPATAS

Como sé que hay quien anda buscando mis cosas por ahí de manera obsesiva como los buitres o los maltratadores psicológicos (gente acosadora que le ha cogido el gusto a los burofax, los notarios, los detectives, el abogado casposo y friki, los mails, las demandas, las amenazas, la crueldad, etc., gente que me está empezando a dar mucho miedo) lo voy a poner fácil y dejo aquí una especie de recopilatorio para que esos sinvergüenzas y psicópatas obsesivos no tengan que andar buceando por la red espiando. Desde la publicación de "Personajes secundarios" han hecho varias reseñas y entrevistas sobre el libro. Quiero agradecer a todos los que han mostrado su apoyo a esta historia tan personal. También quiero anunciar que lo poco que saque con los derechos de autor por el libro irá destinado a una asociación de lucha contra el autismo. Muchas gracias a todos por vuestro apoyo.

Arriba, fotografía de artículo sobre la presentación en Salamanca en "El Norte de Castilla", el periódico de Miguel Delibes.

Arriba, columna de Marco Porras sobre el libro con motivo del Día Mundial del Autismo, también el El Norte de Castilla.

Arriba, reseña de Paula Lapido en la revista literaria de más prestigio que hay ahora mismo en España, la revista Quimera.

Reseña en la Internacional Microcuentista. Aquí.

Entrevista en Radio 1 de Radio Nacional de España, en el programa "Gente despierta". Aquí.

Entrevista en el programa de Radio 3 de Radio Nacional de España "La libélula". Aquí.

Reseña en el blog literario "La tormenta en un vaso". Aquí.

Reseña en el blog literario "Literaturas.com". Aquí.

Reseña literaria en el blog de psicología y sexología "sexológicos" (apto para todos los públicos). Aquí.

Texto en "La nave de los locos", de Fernando Valls. Aquí.

Mención en "La Ventana", de la Cadena SER, de Carlos Francino, en el 13:52. Aquí.

Reseña de Pedro Peinado en el blog de la Universidad Politécnica de Madrid. Aquí.

Mención en la "Internacional Microcuentista" en la sección "¿Qué fue de su blog?" Aquí.

Reseña en el blog del profesor Juan F. Plaza Sánchez. Aquí.

Crónica de la presentación en Barberà del Vallès, en el blog de La Microbiblioteca. Aquí.

Texto en "La Internacional Microcuentista. Aquí.

Crónica de la presentación en Madrid, por Ana Vidal. Aquí.

En el Tribuna de Salamanca. Aquí.

Entrevista de Charo Ruano. Aquí.

Recomendado por la escritora Eva Díaz Riobello en la Cadena SER Sur Madrid. Aquí.

Entrevista en el blog del escritor y crítico literario Toni Montesinos. Aquí.

Texto de "Personajes secundarios" traducido al catalán en el blog de microrrelatos en catalán "La bona confitura". Aquí.

Reseña en la Internacional Microcuentista, por Víctor Lorenzo. Aquí.