5/30/2008

LA REALIDAD Y LA FICCIÓN


Lo sé, es un tópico, pero la realidad siempre asombra tanto que la ficción se queda corta e inverosímil. En un relato de Félix J. Palma, archiimitado en los concursos, el protagonista vive en un armario. Pues bien, hoy hemos podido leer el 20minutos que un japonés ha descubierto que una mujer vivía en su armario desde hacía un año. ¿Habrán traducido al japonés "Las interioridades" de Plama?

“Conocí a Moncada en el armario de Silvia Pizarro. Era la primera vez que me encontraba con alguien dentro de un armario y, francamente, el verlo allí encogido, con el rostro medio cubierto por los faldones de una gabardina y tratando de no quemar nada con el cigarrillo, no hacía presagiar el comienzo de ninguna gran amistad. Pero así ocurrió. Una vez superé la tensión inicial y asimilé lo extraordinario del encuentro, Moncada y yo entablamos una conversación que si bien al principio resultó algo tópica, como esas que se mantienen con los barberos o los taxistas, no tardó en interesarnos. Dado que él ya se encontraba allí cuando yo llegué, Moncada asumió el papel de anfitrión de un armario que a ninguno de los dos pertenecía. Con una carta de amor que encontró en una caja con forma de corazón que no le dejaba estirar los pies, fabricó un cenicero, y luego me ofreció tabaco.”

5/29/2008

LAS COSAS QUE NUNCA SE DICEN

Una compañera nos pidió ayuda para un relato sobre una historia de amor sobre cosas que nunca se dijeron pero que se quedaron con ganas de decir, y me vino a la cabeza este magnífico corto, El Columpio, de Álvaro Fernández Armero (1992) que ganó el Goya al mejor cortometraje de ficción en 1993. Está protagonizado por Ariadna Gil y Coque Malla y producido por Nacho Cano. ¿Cuántas veces nos hemos perdido cosas por no decirlas? El punto de vista del corto me parece muy interesante, un diálogo sin diálogo, se lo dicen todo sin abrir la boca. Sublime manera de contar.

5/28/2008

LEYES INEXORABLES


"Todo cuerpo sentado en el inodoro hará sonar el timbre de la puerta".
(Ley de nicagar puedeuno)

"Cuando necesites abrir una puerta con la única mano libre, la llave estará en el bolsillo opuesto".
(Ley de mecago enlamar)

"La única vez que la puerta se cierra sola es cuando has dejado las llaves dentro".
(Ley de angustias negro destino)

"Cuando tengas las manos llenas de grasa, te comenzará a picar la nariz".
(Ley de vayusté pordiós)

"El seguro lo cubre todo. menos lo que te sucedió"
(Ley de esoco rede sucuenta)

"Cuando las cosas parecen ir mejor, es que has pasado algo por alto".
(Axioma de chungo palos pollos)

"Si mantienes la calma cuando todos pierden la cabeza, sin duda es que no has captado la gravedad del problema".
(Axioma de noten teras)

"Los problemas ni se crean, ni se resuelven, sólo se transforman".
(Ley de esto noesvida)

"Llegarás corriendo al teléfono justo a tiempo para oír como cuelgan".
(Principio de rinrin)

"Siempre que te vayas a conectar a internet, se producirá la llamada que habías estado esperando durante todo el día".
(Principio de justo ahora hombre)

"Si solo hay dos programas en la tele que valgan la pena ver, serán a la misma hora".
(Ley de queco jones tienen)

"La probabilidad de que te manches comiendo, es directamente proporcional a la necesidad que tengas de estar limpio".
(Ley de menudo lamparón)

"La velocidad del viento aumenta proporcionalmente segun haya sido el precio del peinado".
(Principio de llongueras)

"Cuando tras años de haber guardado una cosa sin usarla decides tirarla, no pasará más de una semana sin que la necesites de verdad".
(Ley de lama dreque loparió)

"Siempre que llegues puntual a una cita no habrá nadie allí para comprobarlo, y si por el contrario llegas tarde, todo el mundo habrá llegado antes que tú y quedarás fatal"
(Principio de longines)

"No te tomes tan en serio la vida, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella".
(Teorema de muertoaloyo vivoalbollo)

5/26/2008

EL EXTRAÑAMIENTO


Érase una vez...

Hace dos años, un grupo de personas que no se conocía de nada, salvo algunas excepciones, comenzábamos las clases de relato en la Escuela de Escritores con Ignacio Ferrando. Dos años después, el ciclo parece llegar a su fin. Cuando ayer acabé la última página del libro de Nacho y lo cerré para dejarlo sobre la estantería fue como cerrar otro círculo más. Atrás quedan dos años de risas, de cuentos, de historias en las que cada uno ha aportado su manera de contar: las críticas cañeras de Lola, los relatos románticos de Sagrario y sus escenas cada vez que la escandalizábamos, los magníficos relatos de parejas-metáfora de Ernesto, la cuidada pluma de Paula, tan llena de colores y páginas, la ingeniosa prosa sin eufemismos de María Jesús y su "Hombre perfecto", la ternura evocadora de Yolanda y sus objetos extraños, la escritura rompedora y postmoderna de Gonzalo, la originalidad de las historias de Rocío, los inteligentes textos de Ricardo, los cuentos valientes de José, que demuestran que se puede escribir hasta de un zurullo, los elaborados relatos de Julio, el buen hacer de Silvia con su maravillosa manera de escribir, los relatos elegantes y cuidados de Blanca, los sorprendentes cuentos (y dedicatorias) de Susana, y por supuesto el extrañamiento de la curranta de Concha, la única que hacía la propuesta cada semana (siempre hay un empollón en todas las clases). Y por supuesto, un recuerdo también para los que se fueron o no repitieron. Os esperamos en el Cáscaras con las cañas de la mayoría, o las claras y las tónicas de la minoría (panda de Allanpoes). Allí hablaremos de Espido Freire y sus brillantes frases (jeje), de las inocentadas, de los primos, de las primeras veces o del futuro.

En cuanto a Silicia, Invierno, qué puedo decir sobre el nuevo libro profe. Todo lo que nos ha enseñado está ahí reflejado: el conflicto, el cambio, los personajes, los escenarios, el ritmo, etc. No soy crítico literario, por lo que no voy a hacer una crítica pormenorizada de los relatos, (como él nos hace cada viernes) pero estoy de acuerdo con lo que ya se ha dicho sobre los cuentos de este libro: Son perfectos, algunos dicen incluso que son demasiado perfectos, como la maquinaria de un reloj en la que nada sobra ni falta, igual que una partitura a la que si le quitas o le pones una nota, desafina, de modo que no sobra ni falta una sola frase. Se trata de relatos muy meditados, muy medidos, incluso los relatos con una estructura más libre, menos "perfeccionista", como DDLL, CNº42. Personalmente creo que el género corto tiene que ser precisamente eso, perfecto, al menos es como me gustan a mí los relatos. Que cierre, que encaje, como una llave en la cerradura, si no, el relato es fallido, amparándose muchas veces en una supuesta frescura o naturalidad. En su día criticaron el libro "Los girasoles ciegos" precisamente porque su autor dedicó prácticamente media vida a perfeccionar los cuentos del libro, y quizá por eso a mí me gustó tanto. El anexo del final de "Sicilia, Invierno" explicando los textos me parece un acierto, una decisión valiente. ¿Por qué no puede un autor contar de dónde le llegan las ideas y cuál es su proceso de creación? No debería haber tabúes en este aspecto. Me gustaría que muchos artistas de vanguardia hicieran lo mismo con sus cuadros, pero quizá no sabrían qué decir sobre su obra. Prefiero que el autor me diga lo que ha querido contar a que un crítico me explique lo que él cree que el autor ha querido contar. Buñuel ponía trampas a los críticos en sus películas para reírse a posteriori de las interpretaciones que hacían. Leyendo a Ignacio Ferrando, dan ganas de seguir escribiendo. Así que, leedlo, y disfrutadlo.

Y colorín colorado... continuará.

5/22/2008

EL SUPREMATISMO


El hombre que confundía los colores abre los ojos. La luz cobriza entra por las rendijas de la persiana y proyecta lunares alargados sobre las paredes del dormitorio, formas puras. La carretera es más negro sobre blanco que nunca en la Castellana, pero al llegar a las nuevas torres aparece Gotham gris sobre fondo naranja, como un cuadro de Malevich. La oficina hoy es más roja por fuera y amarilla por dentro, igual que un fruto tropical, de esos con los que se hacen zumos exóticos en el norte y provocan disentería en el sur. Frente a él, sentada al ordenador, está ella. Un vestido azul con ribetes morados acentúa el color de su piel caoba. Sus ojos amarillos sobre fondo azul le desconciertan. Un fogonazo. Llama a la puerta del médico de empresa, que le recibe con una bata fucsia. Pide la baja por depresión, pero el doctor se la deniega y él se va a bar, un lugar plateado lleno de espejos. El hombre que confundía los colores llora frente al sol y sombra bien cargado de coñac. En la televisión del garito, Ingrid Bergman besa a Humphrey Bogart antes de coger el avión. Y el hombre que confundía los colores bebe otro trago y, al fin, sonríe.

5/21/2008

ALGUNOS HOMBRES BUENOS


"Lo que engrancede a los soldados me resulta odioso".
Maureen O'Hara en Río Grande

Los periodistas siempre denunciamos causas ajenas pero nunca las propias. Jamás denunciamos nuestra precariedad laboral, la censura a la que somos sometidos o el acoso feroz de muchos jefes. Cuando se trata de nosotros nos lo callamos todo. Hace algún tiempo, debido a unos despidos masivos, hubo huelgas en Telecinco, y en Antena 3, donde llegó a entrar la policía porra en mano arreando a diestro y siniestro en las redacciones. Y nadie se enteró. No salió en ningún medio. En cambio, a la semana o al mes siguiente mandaban a los redactores a cubrir las huelgas de los mineros o los astilleros. Cuanto más duras fueran las imágenes mejor. Cuando un jefe grita como un desalmado a alguien en la redacción agachamos la cabeza, pero luego traemos a gente que sufre moobing en el trabajo para que lo denuncie. En los medios apenas nadie se sindica, nadie va a la huelga, nadie se planta ante las jornadas maratonianas, las pagas prorrateadas, la diferencia salarial abismal entre colaboradores que trabajan media hora y curritos que trabajan quince horas diarias, o la temporalidad infinita, nadie defiende la libertad de opinión o de prensa, muchas veces escribimos al dictado porque es lo que toca, por el miedo al despido. Recuerdo el día en el que mataron a Couso. Yo no lo conocía, pero una amiga suya lloraba a mi izquierda en la redacción. Miraba las imágenes en las que aparecía con Jon Sistiaga con incredulidad. Recuerdo el plante de la prensa ante Aznar en el Congreso, y entonces se me saltaron las lágrimas. Por fin reaccionábamos. Por fin un gesto, por fin ocurría algo. El Gobierno de Aznar se puso de uñas, y fue la señal de que habíamos reaccionado. Zapatero venía prometiendo un estatuto que regulara la profesión, pero aún no ha cumplido su promesa. Al fin y al cabo los grupos mediáticos quitan y ponen, y los periodistas somos meros peones.

Hoy he leído una noticia que me ha hecho recordar que hemos vuelto a caer en el silencio. El juez que instruye el caso de José Couso, Santiago Pedraz, citará a declarar como testigos a Federico Trillo y Ana Palacio, ministros de Defensa y Exteriores durante la invasión de Irak. Así, Pedraz reactiva la causa que prácticamente quedó cerrada la semana pasada cuando el tribunal rechazó procesar a los tres militares estadounidenses que participaron en el ataque que mató al cámara de Telecinco. Pedraz quiere que los ex ministros de Aznar completen "la información transmitida" por Estados Unidos sus ministerios tras producirse el ataque contra el Hotel Palestina de Bagdad, en el que se alojaba la prensa extranjera. Además, el juez ha solicitado al Ministerio de Defensa español que designe a dos expertos en armamento para evaluar si el ataque fue proporcionado con el fin que pretendía el Ejército de Estados Unidos: matar a un francotirador supuestamente apostado en el hotel. La Sala de lo Penal estimó la semana pasada que no veía probado que los militares estadounidenses tuvieran intencionalidad para matar a Couso y al cámara de Reuters Taras Protsyuk. Igual que "En algunos hombres buenos". Igual.

ALGUNOS HOMBRES BUENOS

K: (Siguiendo con calma). Si el teniente Kendrick dio la orden de que no se debía tocar a Santiago, ¿Por qué había de trasladarle? ¿Coronel? El teniente Kendrick ordenó el Código Rojo porque eso fue lo que usted le dijo que hiciera…

R: ¡Protesto!

K: (Gritando). Y cuando todo salió mal, ¡dejó en la calle a estos dos! Hizo que Parkinson firmase una orden falsa y un traslado, y ahora le pregunto, coronel Jessep, ¿ordenó usted el Código Rojo?

JR: No tiene que responder a eso

J: Responderé. ¿Quieres respuestas?

K: Creo que tengo derecho…

J: ¿Quieres respuestas?

K: ¡Quiero la verdad!

J: (Furioso) ¡Tú no puedes encajar la verdad! Vivimos en un mundo que tiene muros, y esos muros han de estar vigilados por hombres armados. ¿Quién va a hacerlo? ¿Tú? ¿Usted, teniente?. Yo tengo una responsabilidad mayor de la que tú puedas calibrar jamás. Tú lloras por Santiago y maldices a los marines. Tienes ese lujo. Tienes el lujo de no saber lo que yo sé, que la muerte de Santiago, aunque trágica, seguramente salvó vidas, y que mi existencia, aunque grotesca e incomprensible para ti, salva vidas. Tú no quieres la verdad, porque en zonas de tu interior de las que no charlas con los amiguetes, me quieres en ese muro, me necesitas en ese muro (…) Usamos palabras como honor, código, lealtad. Las usamos como columna vertebral de una vida dedicada a defender algo. Tú las usas como gag. Y no tengo ni el tiempo, ni las más mínimas ganas de explicarme ante un hombre que se levanta y se acuesta bajo la manta de la libertad que yo le proporciono, y después cuestiona el modo en que se la proporciono. Preferiría que sólo dijeras “gracias” y siguieras tu camino. De lo contrario, te sugiero que cojas un arma y defiendas un puesto. De todos modos, ¡me importa un carajo a que creas tú que tienes derecho!

K: ¿Ordenó el Código Rojo?

J: Hice el trabajo que me encarg…

K: ¿Ordeno el Código Rojo?

J: ¡Por supuesto que lo hice, joder!

MARADONA


Aunque me gustan casi todos los deportes, de hecho he practicado varios toda mi vida, reconozco que debo ser de los pocos humanos del género masculino que detesta el fútbol, sobre todo por aburrido. Tengo un concepto muy norteamericano del deporte, creo que deben pasar cosas, espectáculo, y en el fútbol pueden estar dos horas pegando patadas a un balón sin que pase absolutamente nada, el colmo del aburrimiento. Pero también reconozco que cada vez que veo los goles de "El Pelusa", no sé por qué, me emociono. Ahora que Emir Kusturica ha presentado un documental sobre su vida en Cannes he podido volver a ver esos goles en la tele, y me he vuelto a emocionar. Incomprensible, y eso que no soporto el fútbol.

5/19/2008

DE LA CRUELDAD


Es curioso y paradójico a la vez la fascinación y el rechazo que provocan casi a partes iguales los actos crueles y /o escabrosos protagonizados por humanos. La película "Tesis" de Amenábar refleja muy bien esa doble vertiente humana de asco y atracción. Cuando la protagonista pasa frente a un accidente no puede evitar el hecho de mirar cómo ha quedado el cuerpo, eso sí con un gesto de estremecimiento y medio tapándose los ojos con la mano. Lo mismo ocurre cuando el presentador de los informativos avisa sobre el duro contenido de unas imágenes. Muchas veces miramos de soslayo, pero miramos, para a continuación clamar expresiones del tipo "qué horror". La película "Holocausto Caníbal" fue un éxito comercial gracias a un rumor, el rumor que vendía las imágenes crueles de canibalismo y tortura como reales, todo un éxito del marketing y los efectos especiales más morbosos. Desde hace unos años se habla de las snub movies, películas en las que matan a gente de verdad para luego venderlas a precio de oro. No está demostrado que estas películas existan, pero lo que sí es cierto es que cada día vemos en la tele el denominado snub blando, o sea, imágenes de asesinatos y muertes crueles que no se graban ex profeso, sino que vienen desde guerras o países conflictivos, incluso accidentes o atentados que tienen lugar en nuestro país. Muchos programas de zapping rellenan sus horas de emisión con imágenes de gente que se quema a lo bonzo, montañeros que se caen por barrancos o decapitaciones en Arabia Saudí. Incluso hay gente que colecciona este tipo de imágenes. En cuanto se conoció la terrible historia del Monstruo de Amstetten, todo el mundo decía que estaba horrorizado, pero todos querían saber más, incluso se baraja hacer una película sobre el asunto, algo que ya se hizo con el caníbal alemán que se comió a un hombre que se ofreció voluntario para tan luctuoso asunto a través de Internet. El hecho es que cuando las imágenes crueles sirven para denunciar torturas o excesos como los cometidos en Irak, tienen una función útil. Las imágenes enviadas desde Vietnam movilizaron a la sociedad americana contra una guerra injusta, por primera vez presenciaron con sus propios ojos las atrocidades cometidas allí, pero hoy en día estamos narcotizados debido al bombardeo de este tipo contenido. La pregunta es: ¿dónde está el límite a la hora de utilizar las imágenes crueles? ¿Cuándo es denuncia y cuándo es tan sólo morbo gratuito? Y de hecho, ¿por qué gustan a la gente este tipo de estampas?

5/15/2008

CRÍTICAS DE UNA LÍNEA


Reproduzco algunas críticas de películas de una sola línea que nos ha enviado nuestro compañero José Contreras, unos comentarios que hacía un crítico lesgenguado en su blog cuando el mundo de las bitácoras estaba aún en pañales. Desde luego, esto es sintetizar y darle la vuelta a un argumento. Me imagino estas frases en los carteles de las pelis, como las cintas rojas de algunos libros en las que aparecen críticas muy pedantes a modo de publicidad. Al menos tendrían su gracia.

Náufrago: Un mamarracho se va a la Isla de los Famosos y, como no hay ninguno, se folla a una pelota con cara de espantapájaros.
ET: Un inmigrante espacial monta un locutorio en la Tierra.
Pretty Woman: Un mamarracho se va de putas y acaba cargando con la más cenutria de todas las putas.
Erin Brockovich: La prostituta de Pretty Woman se apunta a la OCU.
Alguien voló sobre el nido del cuco: Un tipo se aloja en un hotel y los hijoputas le echan sustancias raras en los alimentos.
Grease: Unos payasos fashion victims, supuestamente estudiantes, todos border line, derraman su lefa mental por barrios plagados de rameras y sueños rotos.
Gandhi: ET se pone gafas.
Matrix: Unos hijos de puta con gafas de sol le chupan la sangre a las personas y hay un tipo que les revienta el chiringo porque tiene insomnio y se pilla la tarifa plana para hijos de puta.
Las amistades peligrosas: Una vieja ninfomaniaca que odia los dálmatas quiere que un pichafloja que quiere matar a Kennedy se empuje a la Cat Woman antigua (no la morenita) que no es más tonta por no ser más puta.
Lost in traslation: Un viejete se queda con ganas de follarse a una clon de Elsa Pataki.
Gangs of N.Y.: Un montón de hijos de puta se clavan pinchos, ganchos y cuchillos y se aparean en las cloacas.
Sonrisas y lágrimas: Una familia de hijos de puta, y encima cantantes, se topa con una monja puta y, sin que venga a cuento, aparecen los nazis, anda y jódete.
Harry Potter: Un niño bastardo se refugia en la magia barata para olvidar su penosa vida y su cara de gilipollas.
Dirty Dancing: Los cuñaos de los protagonistas de Grease se aparean entre bambalinas.
Starsky & Hutch: Dos policías julandrones se lanzan una y otra vez contra los capots de los coches.

5/14/2008

ANUNCIO DE PISOS 2


Mientras ayudamos a los amigos con la búsqueda de piso, entre anuncio y anuncio, una llamada de Medicus Mundi. El año pasado le gustó al jurado el relato "Soy azul", la historia de un pintor sudafricano con daltonismo, incluida en "El desguace". Este año han seleccionado "Hábleme de tú", un cuento sobre realidades diferentes que precisamente surgió en este blog, aunque en formato hiperbreve. Así que encantado de ir de nuevo hasta Oviedo para celebrarlo con los asturianos y ese producto tan cojonudo que es la sidra. Me encanta esa tierra tan verde. Como la búsqueda de pisos continúa, aquí dejo otro anuncio que no se corresponde con la realidad.

Acceso directo desde la M-30. Estudio completamente amueblado con piezas nuevas. Dos baños a estrenar. Nevera con microclima, cocina y sistema de luz nuevo. Necesita actualizar.

Es cierto que se accede por la M-30, pero no dicen que el único modo de llegar hasta allí es haciendo autostop. En una primera lectura el anuncio parece contradictorio. Todo es nuevo pero necesita actualización. Una vez allí lo entenderás. El casero te recibe con un pasamontañas para que no le identifiques. Dice que tiene problemas con Hacienda y no quiere una inspección sorpresa de un agente que se hace pasar por inquilino. Aquel paraje parece un desierto. Allí ni siquiera hay árboles. El casero se agacha, coge un asa que sobresale de la tierra y levanta una trampilla: “Adelante, te voy a enseñar el estudio”. Al pasar dentro comprendes el anuncio. El apartamento tiene 7 metros cuadrados. La nevera es una de esas portátiles que mi tía se lleva al campo con las cervezas. Los muebles consisten en dos sillas plegables y una mesa de cámping. La cocina es un hornillo portátil. El sistema de luz son varias velas de colores con olor a vainilla. Los dos baños parecen ser un par de orinales con un letrero cada uno: “PIPÍ” y “POPÓ”. Las funciones de ducha las hace una lata colgada del techo con varios agujeros por los que supuestamente sale el agua. ¡Y el tío pretende cobrarte por este zulo 650 euros! Le dices que eso es un robo y que jamás encontrará a alguien tan tonto como para pagarle esa cantidad. Él entra en razón, comprende que nunca lo conseguirá y reflexiona. Dice que se le ha ocurrido un sistema más rápido y eficaz para hacer dinero sin tener que alquilar su precioso estudio. Sale de la casa, cierra la tapa y te dice: “Estás secuestrado”. Ahora pedirá por ti un rescate de 650 euros al mes.

5/13/2008

ANUNCIOS DE PISOS


Un amigo está buscando piso para mudarse, y lo cierto es que los anuncios de la prensa seria cada vez se parecen menos a lo que ves in situ, pero no tienes más remedio que seguir intentándolo o no te independizarás jamás. El yugo paterno te retendrá de por vida. Sal a la calle y compra el periódico para leer anuncios como éste:

Metro cercano. Barrio popular. 3º con ascensor. 5 habitaciones. 120 m. Mucha luz natural. 100 euros al mes. A refomar.

El metro más cercano está a una hora en moto, así que emplearás cuatro horas en llegar a pie. El cabrón del casero, que lo sabe, ha llegado en moto y lleva un casco ridículo. Es un hombre mayor y enclenque. Un rápido vistazo a tu alrededor te sitúa en el barrio. A simple vista captas dos asesinatos con arma blanca, dos intentos de violación a una taquillera gorda, un suicidio por sobredosis de pegamento y un alunizaje en una tienda de ultramarinos. Los edificios del lugar están desconchados. A ver si hay suerte y el tuyo merece la pena. El casero señala los restos de un edificio bombardeado por los alemanes durante la Guerra Civil. Lo habrán dejado así en memoria de las víctimas. Aún se lee una pintada en la que pone: “No pasarán”. Subimos al tercero en un suelo metálico que hace las veces de ascensor bien sujetos a una barra para no caer al vacío. Al abrir la casa se te queda el pomo en la mano, así que el abuelete tira la puerta de una patada. Corcuera al lado de este hombre es un aficionado. Una cosa es que el piso necesite reformas y otra que tengas que llamar a “Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio”. Eso sí, la casa es gigante, de las de antes, vamos, de las de antes de la ocupación napoleónica. Tiene tantos agujeros en las paredes que la luz natural inunda todas las estancias de una manera coqueta y homogénea. Podrás pasarle la sal al vecino por uno de los socavones de metro y medio de la pared del salón. Cuando tocas lo que queda de pared los cuatro ladrillos supervivientes caen en picado sobre tu pie. Podrás comprobar que ya están instalados tus futuros compañeros de piso, unos 49 hombres, mujeres y niños que deben ser muy ocurrentes, aunque no entiendes sus chistes porque se dirigen a ti en un idioma exótico. No quieres comprar gafas ni relojes de imitación en plástico, así que cierras la puerta con más fuerza de la necesaria y las cinco habitaciones se convierten en una muy grande: Has conseguido crear tu propio loft sin nada de obra. Abrumado, te sientas en una silla estilo Luis XVI que se convierte en polvo. El eco que ha provocado el sonido de tu trasero ha hundido del suelo. El casero, los 49 inquilinos, y tú, aparecéis en la cama de un señor desnudo al que una jovenzuela le está colocando una bolsa de plástico en la cabeza. Reformar tanto detallito te va a salir caro. Sigue buscando.

5/12/2008

DE PUERTAS


PUERTA: Este fin de semana he podido ver varias puertas curiosas en los portales, lo que me ha permitido hacer un estudio sociológico. La puerta es un objeto generalmente de madera, conglomerado, chapa o metal que tapa el agujero de acceso y salida (suele ser el mismo para ambos casos) a la vivienda. Constan de varios elementos: Quicio, marco, mirilla y posibles cartelitos o figuras que se colocan de manera opcional. Es la tarjeta de visita de los habitantes de esa casa. Las puertas hablan por sí mismas acerca de la psicología de los individuos que las colocaron.

1. Blindada con dos cerraduras: Caben dos posibilidades. Estos vecinos han sufrido un robo y están traumatizados, o en ese piso vive un hipocondríaco que no sale a la calle por si es un vampiro y la luz del día lo pulveriza en la cola de la farmacia. Se automedica.

2. Con el nombre del cabeza de familia en una plaquita: Familia de marcado carácter patriarcal si es el nombre de un ser humano macho y matriarcal si se trata de un nombre de ser humano hembra. Si sólo hay un habitante en el lugar se trata de una familia con una clara tendencia unifamiliar con tintes de narcisismo. Hay nombres ambiguos como Chuky o Money que pueden pertenecer a animales, pero suelen ir en las puertas de casas más pequeñas denominadas genéricamente “la casita del perro”.

3. Con la Virgen de Guadalupe: La figurita tiene un color dorado muy deteriorado. Los años le han quitado el pan de oro. Esa puerta esconde una familia numerosa y temerosa del señor que sólo sale los domingos de casa con el traje de misa. Otra posibilidad es que se trate de un adorno kitch como los de las pelis de Almodóvar o un vago que compró la casa y no quiso cambiar la decoración por perrería.

4. Con la cabeza de Camarón: Suelen confundir este ornamento con el Cristo de los Milagros. Alguien les avisa del error. Como ellos son fans del cantante no pasa nada, se cantan sus cositas en el balcón para alegrar el alma del vecindario. Si escuchas cadenas en la casa, no te asustes. No son fantasmas. Sus muñecas están plagadas de esclavas de oro, plata y alpaca de la buena y llevan al cuello gruesos cordones con una réplica del Camarón que hay en la puerta. Con esta chapita no se pierden nunca.

5/08/2008

LA ESQUELA


El hombrecillo que repartía folletos habitualmente entre los transeúntes de mi calle tenía una extraña sonrisa. Por una vez, y tan sólo con el fin de saciar mi curiosidad ante el risueño gesto de aquel desgraciado, decidí coger el papel con un gesto de desdén. Se trataba de mi esquela. No podía creer que yo estuviera muerto, hacía una hora me estaba duchando, como cada mañana, para posteriormente proceder a un copioso desayuno. La gente leía la esquela y se quedaban petrificados cuando me reconocían en la foto. Cuando me acerqué al tío de los folletos para pedir explicaciones me rajó con una navaja sin mediar palabra y continuó con su mierda de trabajo.

5/06/2008

CINE FICCIÓN 2


Segunda entrega de Cine Ficción. Aprovechando el post anterior, ¿cómo sería el diálogo de Resorvoir Dogs dirigida por Almodóvar?

REPARTO:
CHUS LAMPREAVE: VIEJA
EUSEBIO PONCELA: SEÑOR ROSA PALO
FELE MARTÍNEZ: SEÑOR TURQUESA
ANTONIA SAN JUAN: SEÑOR BLANCO
ANTONIO BANDERAS: SEÑOR ANARANJADO CLARITO
VICTORIA ABRIL: SEÑOR RUBIO CON MECHAS

MÚSICA: DE FONDO SUENA UN BOLERO DE CHAVELA VARGAS

INT. CASA
(Los personajes están en el interior de una casa castellana antigua. Hay varias sillas de mimbre y dos sofás de oreja con tapetes. Sobre la tele hay un toro y una bailarina. Varios personajes preparan un atraco. Las paredes son de un rojo intenso)

VIEJA
(Con gafas de culo de vaso, sentada en una silla de mimbre y haciendo punto)
Éstos son los nombres: Señor Turquesa, señor Blanco Roto, señor Rubio con Mechas, señor Azul Eléctrico, señor Anaranjado Clarito, señor Rosa Palo.

ROSA PALO
(Está travestido, con peluca rubia y vestido en cuero rojo. Sentado en un sofá de oreja con tapete)¿Por qué yo señor Rosa Palo?

VIEJA
¡Por maricón! ¿Vale?

ROSA PALO
Pero mamá, ¿por qué no podemos elegirlos?

VIEJA
¡Ni hablar, ni hablar! Ya se probó y no funciona. Habría cuatro travelos peleándose por ser el señor Rosa Palo, y como no os conocéis, ninguno daríais su brazo a torcer. Yo elijo, tú eres el señor Rosa Palo. ¡Y da gracias por librarte del azul eléctrico!

TURQUESA
(Está sin camiseta, con un tanga de leopardo, apoyado en la pared mientras fuma un cigarrillo. Primer Plano del Paquete)
Sí, sí, pero señor Turquesa es parecido a mierda, ya sabes, Estambul, la antigua Constantinopla, o sea, ¡Turquía! Y el baño turco no tiene taza, o sea, es ¡una mierda!

ROSA PALO
Señor Rosa Palo suena a señor Polla, por lo del Palo, ¿sabes bonita? ¡Y a mí la operación me ha costado una pasta! ¡En Londres! ¡No me sale del coño! ¿Qué te parece señor Purpurina? A mí me gusta más. Puedo ser el señor Purpurina. Es más para una vedette como yo.

VIEJA
¡Serás putón! Tú no serás el señor Purpurina, ya tengo para otro trabajo a un señor Purpurina. Tú serás el señor Rosa Palo.

BLANCO ROTO
(Es un cura. Va vestido con sotana y mira con cara de pederasta el paquete del jovenzuelo señor Turquesa)
Si te lo quedas te como el chocho, guarrona. Aunque prefería comerle la polla al señor Turquesa. Hace tanto que no me como una polla. Quédatelo.

ROSA PALO
Claro, para ti es fácil, eres el señor Blanco Roto, tienes un nombre que suena bien, como a novia. Vale, de acuerdo, si de verdad te da igual, ¿quieres cambiármelo?

VIEJA
¡Eh! Nadie cambiará con nadie. Esto no es un asqueroso cabaret ni la whiskería de la que procedéis todas, ¿sabes? Escúchame, señor Rosa Palo, tienes dos formas de hacer el trabajo. La mía o la puta calle Montera, que es de la que procedes. ¿Cuál prefiere usted, señor Rosa Palo?

ROSA PALO
No me jodas mamá, que tú sí que eres puta y nunca te lo he echado en cara. Anda, vamos, olvídalo. Me da igual, me quedo con el Rosa Palo. Sigue.

VIEJA
Seguiré cuando me apetezca. ¿Habéis cogido ya el puñetero mensaje? Me hacéis gritar tanto que apenas puedo hablar. Vamos, a trabajar. Aquí huele a pedo.

BAJO LA CAMA, PLANO DE SEÑOR ANARANJADO CLARITO COMIÉNDOLE LOS PEZONES A SEÑOR RUBIO CON MECHAS

THE END

5/05/2008

DE DIÁLOGOS



Tarantino en ocasiones tiene diálogos geniales, frescos, brillantes, aunque no siempre lo consigue, sobre todo cuando se le va la mano, pero el diálogo de Resorvoir Dogs en el que el viejo reparte los colores a los atracadores es sencillamente fantástico.

VIEJO
Éstos son los nombres: Señor Marrón, señor Blanco, señor Rubio, señor Azul, señor Naranja, señor Rosa.

ROSA
¿Por qué yo señor Rosa?

VIEJO
¡Por maricón! ¿Vale?

ROSA
¿Por qué no podemos elegirlos?

VIEJO
¡Ni hablar, ni hablar! Ya se probó y no funciona. Habría cuatro tíos peleándose por ser el señor negro, y como no os conocéis, ninguno daríais su brazo a torcer. Yo elijo, tú eres el señor Rosa. ¡Y da gracias por librarte del amarillo!

MARRÓN
Sí, sí, pero señor marrón es parecido a señor mierda.

ROSA
Señor rosa suena a señor mariposa, ¿qué le parece señor Púrpura? A mí me gusta más. Puedo ser el señor Púrpura.

VIEJO
Tú no serás el señor Púrpura, ya tengo para otro trabajo a un señor Púrpura. Tú serás el señor Rosa.

BLANCO
Quédatelo.

ROSA
Claro, para ti es fácil, eres el señor Blanco, tienes un nombre que suena bien. Vale, de acuerdo, si de verdad te da igual, ¿quieres cambiármelo?

VIEJO
¡Eh! Nadie cambiará con nadie. Esto no es un asqueroso pleno de ayuntamiento, ¿sabes? Escúchame, señor Rosa, tienes dos formas de hacer el trabajo. La mía o la puta calle. ¿Cuál prefiere usted, señor Rosa?

ROSA
No me jodas Joe, anda, vamos, olvídalo. Me da igual, me quedo con el Rosa. Sigue.

VIEJO
Seguiré cuando me apetezca. ¿Habéis cogido ya el puñetero mensaje? Me hacéis gritar tanto que apenas puedo hablar. Vamos, a trabajar.

5/01/2008

DE LA SUMISIÓN

La Revolución Industrial creó un nuevo método de esclavitud: La explotación obrera. A finales del siglo XIX los obreros estaban sometidos a una jornada de hasta 18 horas diarias, niños incluidos (Esto sigue ocurriendo en países como La India, que se lo digan a Nike). En este contexto de penuria, los obreros comienzan a tomar conciencia de sí mismos, de su fuerza, y comienzan a creer que las cosas deben cambiar, pero saben que este cambio sólo puede venir desde su propia acción, desde sus propias organizaciones, y comienzan a crear sindicatos. Empiezan a hacer huelgas y movilizaciones, a las que se responde con persecuciones, represión policial, detenciones injustas y asesinatos. En 1864, en Londres, se aprueba la creación de la Asociación Internacional de Trabajadores. En su primer congreso se aprueba una declaración a favor de la jornada laboral de 8 horas. En 1884 se acuerda que hay que luchar para conseguir en Estados Unidos esa jornada de 8 horas. El primero de Mayo de 1886, en Chicago, tras una revuelta masiva, la policía detiene a seis obreros. Tras un injusto juicio, el 20 de agosto ahorcan a los obreros en público a modo de advertencia. En 1890 revisan el caso y declaran absueltos a los seis obreros. En 1889, en París, se acuerda que el 1º de Mayo sea una jornada de reivindicación obrera por los acontecimientos de Chicago. Desde 1890, el 1 de Mayo es el día simbólico de lucha obrera. Lo malo es que 150 años después pocos se consideran obreros, y realmente, todos los asalariados somos obreros. Recuerdo el 1 de mayo desde niño, de la mano de mi padre, entre banderines, eslóganes y consignas. Y eso que ellos tenían trabajo fijo, todos los de su generación tenían trabajo fijo, pero no se conformaban, eran rebeldes. Ahora las cosas han cambiado: volvemos a tener jornadas interminables, sueldos mileuristas, despidos baratos o trabajo temporal. Cualquier atisbo de rebeldía se castiga con el despido. Pero lo peor de todo es la sumisión. Nadie se queja, no nos movilizamos, no hacemos nada, aceptamos la situación. En algunos oficios y empresas ni siquiera existen los sindicatos, y si alguien hace una mínima reivindicación laboral es expulsado o marginado en la empresa. Con este panorama de sumisión corremos el riesgo de regresar 150 años en el tiempo, a aquellas jornadas de 18 horas al día. Los sindicatos ya avisaban durante aquella huelga de 1988 en la que ocho millones de personas se echaba a la calle contra la política laboral de González. Ahí comenzó la caída del castillo de naipes, la temporalidad y la precariedad. Y se cumplieron los peores pronósticos de Nicolás Redondo y Marcelino Camacho. Estamos desacelerándonos en derechos laborales, regresando a 1890, cuando el trabajo en cadena de Ford maravillaba a los empresarios de todo el mundo. El Ford T llegaba a todos los rincones del país a base de explotar a la gente. Me da la impresión de que volvemos a ser partes de una cadena de montaje. Recuerdo hace unos años una reunión en la que planteé que se nos pagaran las horas extras de alguna manera. La persona mamporrera de la empresa, o sea, el jefe, equivalente al antiguo capataz, respondió: "¿Quién eres tú para decirle a la empresa lo que tiene que hacer? Un empleado no es nadie para decirnos cómo hacer las cosas". Pero sí somos alguien, lo malo es que ya se nos ha olvidado.