11/23/2018

FAKE NEWS, BAD NEWS

Me cuenta un amigo que su ex le espía las cosas que pone en le Facebook y además la pareja de su ex le hace fotos con el móvil cuando se lo encuentra por las noches para mandárselas a ella, en plan, mira, aquí está este tío. Hablando con él sobre el espionaje a particulares en las redes sociales saltó una noticia en mi teléfono: La nueva Ley de protección de datos en España y que se vota esta semana en el Senado permite a los partidos espiar nuestras redes sociales para crear perfiles ideológicos y molestarnos enviándonos propaganda personaliza a nuestro móvil. Hay un viejo dicho periodístico que dice: “No news, good news”. Ahora tendremos que adaptarlo a la era digital y cambiarlo por “Fake news, bad news”.  Los expertos en comunicación aseguran que Donald Trump ganó de esta forma las elecciones, ya parece que ahora todas las formaciones políticas en España quieren apuntarse al carro. Todo comenzó cuando una compañía llamada Cambridge Analytica, supuestamente dedicada a realizar perfiles de consumidores por los hábitos de compra en las redes, decidió hacer lo mismo pero con nuestra ideología personal. ¿Y cómo se puede hacer algo así? Desde luego no se consigue rastreando las cookies de los productos que hemos comprado durante el último año, eso es mera limosna, se logra  accediendo a la mayor base de datos del planeta: Facebook. Un tercio de los habitantes de la Tierra tiene Facebook, y no se limitan a contar las zapatillas o la lavadora que se han comprado, sino que aportan opiniones personales sobre todo tipo de asuntos y aportan likes a cuestiones políticas y sociales. Y Cambridge Analytica decidió centrarse en esos datos tan sensibles mediante una técnica llamada “psicología segmentada del comportamiento”, que tiene un nombre muy rimbombante pero que en el fondo es una soberana tontería. Basta con observar que un usuario le ha dado tres like a un comentario xenófobo para conocer el perfil de ese votante en potencia. No hace falta ser un hacha para deducir que si una persona cuelga como foto de perfil la bandera de la república española no va a votar a Vox. Lo complicado es reclutar un ejército de profesionales que recopilase millones esos de datos. ¿Y qué hizo esta empresa para ahorrarse el ejército de empleados? Siguió el viejo dicho dse “si Mahoma no va a la montaña, que la montaña vaya a Mahoma”. Y para ello utilizó una herramienta de Amazon llamada Mechanical Turk. Se trata de una plataforma colaborativa de crowdsourcing que pide realizar pequeñas tareas a cambio de una pequeña cantidad de dinero. La plataforma ofrecía un dólar a los norteamericanos que respondieran las preguntas de una encuesta y picaron cada menos que 50 millones de personas. ¡Cazados! La empresa ya tenía el perfil ideológico de una enorme masa de población. Oro en paño para una campaña electoral. Facebook asegura que fue engañada por Cambridge Analytica y rompieron relaciones, pero siempre se ha puesto en duda. Brad Parscale fue la persona que dirigió la campaña digital de Donald Trump, y aquí es donde viene la segunda parte: ¿Qué hacer con los datos recopilados? ¿Cómo se trabaja con los perfiles ideológicos de 50 millones de personas para conseguir manipularlos hacia nuestra opción política? A través de la Fake News. Y Cambridge Analytica se dio cuenta de que los votantes demócratas no cambiaban el sentido de su voto por estas noticias falsas, pero los votantes indecisos de corte más conservador casi siempre respondían al estímulo de las Fake News, por lo que concentraron sus esfuerzos en ellos con un bombardeo de noticias falsas y alarmantes con un promedio de 30 diarias. Muchas de estas Fake News fueron creadas en Rusia y también son las responsables de informaciones falsas durante la campaña del Brexit y también han publicado noticias manipuladas sobre Cataluña. Pero volvamos a la campaña de Trump. Uno de los miembros de ese ejército de creadores de Fake News de Trump se llama Paul Horner, tiene 38 años y asegura que gracias a sus noticias manipuladas el actual presidente americano ganó las elecciones. Entre sus dudosos méritos se encuentra hacer creer a 5 millones de personas que él era el famoso grafitero anónimo Bansky, y se ha atrevido a decir cosas como esta: “Sinceramente, la gente es definitivamente estúpida. Nadie comprueba nada y así es como ganó TrumpÉl simplemente dijo lo que quería y la gente lo creyó todo. Es muy aterrador”. La técnica es relativamente fácil. Se crea una cabecera de un periódico falso con aspecto de serio al estilo de la CNN o la CBS (el de Horner se llamaba ABC News) y luego creas una noticia alarmante que el sector al que va dirigida le gustaría oír y que fuera cierta básicamente para cabrearse y reafirmar sus convicciones, y si las tenía en duda, volver a la luz. Horner publicó en ABC News desde su casa que Barack Obama había firmado un decreto para invalidar el resultado de las elecciones y esta Fake News la compartieron más de 250.000 personas en Facebook. Otras noticias falsas hacen referencia a crímenes cometidos por inmigrantes, falsas declaraciones de los políticos adversarios, supuestos vicios de los otros candidatos o polémicos puntos del programa electoral del contrario que no existen. Las 20 noticias falsas más compartidas en las redes generaron 9 millones de likes y comentarios en las redes, Por el contrario, las informaciones reales se quedaron en 7 millonesde reacciones. El truco, lo alarmante de la información. Vean algunos ejemplos: “El Papa Francisco pide el voto para Trump”. “Hillary Clinton admite en un correo electrónico que es la fundadora de ISIS”. “Aparece muerto el agente del FBI sospechoso de haber filtrado los mails de Hillary”. “Wikileaks confirma que Hillary Clinton vendió armas al Estado Islámico”. Algo similar ha ocurrido en Brasil que ha llevado a la victoria al ultraderechista Jair Bolsonaro y parece que el Senado español dará luz verde esta semana a que los partidos nos espíen en Facebook para tratar de manipularnos. Las Fake News también son muy habituales en la política española, pero ahora las formaciones tendrán la posibilidad de disparar como si fueran francotiradores, dirigir el tiro. La consultora Gartner sostiene en su último informe de 'Predicciones Tecnológicas para el 2018' que en el 2022 el público occidental consumirá más noticias falsas que verdaderas y que no habrá suficiente capacidad ni material ni tecnológica para eliminarlas. Así que recuerde: Nunca crea una noticia alarmante antes de comprobar si es cierta. Y volvamos locos a los rastreadores electorales en nuestros perfiles: ¡Viva la República! ¡Viva el Rey!

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