La película es muy dura, pero me encanta una de las escenas, la escena del baloncesto. El niño (el hijo de Will Smith en la vida real), me provoca mucha ternura porque yo también metía el balón de baloncesto en una bolsa de supermercado cuando iba a jugar al basket a su edad. Ahora voy a jugar con mi hijo, y aunque ni siquiera llega a la canasta, él lo intenta sin rendirse todas y cada una de las veces. Algún día no sólo llegará, sino que meterá muchas canastas. "Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo".
Pinchando
aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario