EL CASTIGO
Mi hijo se parece tanto a mi padre, que cuando grita por las
noches pidiendo un vaso y mirándome a los ojos desde abajo, me viene a la cabeza aquel día en
el balcón, el vacío, su mirada de pánico, el sol en lo alto, el calor, la sed, el whisky, la calima, el sonido seco del asfalto.
17 comentarios:
buena manera de recuperar el blog.
Me has dejado sin respiración y sin sed.
Besos
Rotunda vuelta la tuya, Manu.
Uffff, as vuelto!!! :)
Besos desde el aire
y luego se reencarnó en tu hijo, este
empieza con el agua...
¡Es broma!
Buen microrrelato.
Un fuerte abrazo.
El final es demoledor.
Hay que leerlo despacio para ver hasta qué punto.
Paco, ¿quién dice que sea agua?
Mira el color del vaso...
Fue aquí donde te conocí, Manu. Qué alegría verte de regreso.
Tu relato es demoledor.
Besos
Vamos que se traga en seco al terminar de leer...
Uyyyyy que manera de asomar de nuevo. Impresionante tu micro y deja encogido el corazón.
Me alegra volver a leerte.
Besicos muchos
¡Me alegra que te dejes leer, Manu! Aunque sea así, muy de vez en cuando, agradecemos estas joyas qe nos dejas.
Un abrazo.
Impecable. El ritmo y el uso de la elipsis para contar dos historias y definir a un personaje. Y al otro lado el abismo. Abrazos.
Uff, ya estoy temiendo por el pobre crío.
Muy bueno Manu.La frase "mirándome a los ojos desde abajo",para mí, supone el epicentro de este micro. Tremenda (con)fusión de imágenes en el encuentro de esas dos,tres miradas.
Saludos
Qué bueno eres...
Un abrazo.
una bestia es lo que eres, y con esa cara de bueno...
¡Pobre niño! Encantada de seguirte. Una admiradora, Saludos
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