A veces, el sacrificado trabajo de periodista requiere leer libros de todo tipo. En lo que va de año he tenido que leer varias autobiografías de políticos de 200.000 páginas cada tomo, entre los que destacan las memorias de Mariano Rajoy, José Bono y ahora, José María Aznar. Creo que por eso me dedico al relato y al microrrelato, porque me podría volver loco si solo me alimentase de estas lecturas. Pues bien, una vez acabado el libro de Aznar, uno llega varias conclusiones:
- El Rey le cae como el culo porque no fue a verle cuando tuvo el atentado, pero cuando llegó al poder lo ninguneó en plan “venganzaaaaa…”
- De pequeño ya tenía un esbozo de bigote, lo que comúnmente se conoce como “pelusilla”
- Está orgulloso de su cita más célebre y le dedica un capítulo entero, esa reflexión socráticocartesiana que versaba: “Váyase, señor González”.
- Aunque cree que tiene el cociente intelectual de un híbrido entre Stephen Hawking y Jessica Flecher, piensa que un cuaderno azul que contiene el nombre de su sustituto sobreviviría a un accidente aéreo, pese a estar hecho de celulosa, y no ser el típico cuaderno de teflón de toda la vida.
- No es de Valladolid.
- Nombró a Rajoy porque pensaba que iba a ser blandito con los nacionalistas y a veces se arrepiente de no haber seguido él otros cuatro años.
- La guerra de Irak no existió (ah, no, que eso es para el próximo libro).
- Son las memorias de un amnésico, no se acuerda de Correa ni del Bigotes el pobre, y eso que fueron a la boda de su hija.
- Está rencoroso con Rato (como con el rey) porque no le llama por teléfono.
- Le han escrito el libro.
10 comentarios:
Intuyo lo mucho, mucho, que has disfrutado. No sé si el editor habrá incluido, al final de cada párrafo y como efecto sonoro, esa risita suya tan peculiar, que me recordaba a un can animado de los locos cacharros. El hecho de apuntar en un cuaderno azul el nombre de su sucesor me parece un gesto al alcance de tan solo unos pocos, de los elegidos. Y más, teniendo en cuenta que eran dos los nombres que barajaba. Sí, mejor apuntarlo, por si acaso uno no fuera el otro y el otro no fuera el uno. O viceversa.
En fin, Manu; puedes contarlo, que ya es mucho.
Abrazos.
No sé cómo no te ha dado una "punzá" en el cerebro después del leer al trio.
Yo pediría vacaciones.
Abrazos.
Lo tuyo es un apostolado, Manu.
Un abrazo,
Hola Manu, no sólo te lo has leído sino que además eres capaz de escribir una entrada.
Gracias por el trabajo. Abrazos
Le han escrito el libro...claro...pobre....
Es lo único que voy a decir, porque si me pongo : no paro.
¿Pero de verdad tienes que leer estas cosas? ¡ay Manu! ¡pobrecito!.
Besos.
Creo que vas a necesitar un buen vaso de agua con bicarbonato para digerir tanta chalaura.
No pensaba leerle, pero ya, aun menos y como bien dices, es mejor dedicarse a los micros, al menos dejan mejor los jugos gástricos y la sesera, por supuesto.
Besicos muchos.
Mi admiración por esa capacidad de leer y no vomitar al mismo tiempo.
Muchos besos, el resumen que has hecho nos ha venido muy bien.
Encendí hoy la tele porque imaginaba que tus pedregosas lecturas y reflexiones se traducirían en una entrevista punzante. Me olvidé quien traducía tus guiones en sonrisas y halagos. Se me ha revuelto un poco el estómago escuchando al "encantador" decir que la reforma laboral está dejando intactos a LOS MEJORES entre otras glorias, así que imagino que leerte esos tochos tienen que dejarte una indignación importante. Bien por ti, que les das la publicidad que se merecen y mucho ánimo por los que te puedan venir porque estos no paran de publicar que jubilados se tiene mucho tiempo.
Madre mía, en estos momentos ser periodista en paro me parece hasta un privilegio :)
K
Esto... Manu, espero que esto se considere horas extraordinarias y como tal te las paguen, porque "leer" según qué puede ser considerado dentro del plus de peligrosidad ¿no?
Besitos
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