12/20/2010

DIARIO DE UN INMORTAL


La inmortalidad no es sinónimo de bondad, de hecho asesiné con saña a varias personas. La inmortalidad no concede una fuerza sobrehumana, por eso me detuvieron fácilmente, entre dos agentes, sin apenas resistencia. Ser inmortal no significa que no se sufra, por lo que la primera vez que me el verdugo me colgó tuve que soportar un dolor similar al de un martirio. Corría el año 1888. Sobreviví. Decidieron colgarme cada día para cumplir la ley. Una tortura atroz. Un siglo condenado a la soga, al pelotón de fusilamiento o al garrote vil. Estrené la silla eléctrica, pasé por la cámara de gas y la inyección letal. Las sesiones de dolor fueron continuas. Cada jornada, al despertar, soñaba que sería la última. Hoy he suplicado al verdugo. Se ha quitado la capucha y me ha mirado con fuego en los ojos. Entonces he comprendido que en realidad estoy muerto desde que me ahorcó por primera vez. Y que me retendrá aquí por toda la eternidad.

29 comentarios:

David Moreno dijo...

Sería una inmortalidad mortal o algo así ¿no?
Como opinión personal, te he leído muchos mejores pero tampoco me hagas mucho caso.

Un saludo indio

Manu Espada dijo...

Puede que no se entienda, indio, pero la idea no es esa, quizá no se entienda. Esperaré más comentarios para un posible replanteamiento del texto.

Ángeles Sánchez dijo...

Desde luego, ser inmortal debe ser una puñeta.
Me gustó la vuelta que le das al hecho, y esa primera muerte.

Un abrazo

Maite dijo...

Yo creo que en el fondo, ser inmortal, es estar en un purgatorio infinito, una vez que tratas de librarte de la muerte una vez, ella te perseguirá por los siglos de los siglos, y por tanto, aunque vivas, será como si estuvieras muerto.

AGUS dijo...

Manu, quizás me equivoque pero mi interpretación es que has retratado el infierno. Un infierno no usual ni convencional, tal y como estamos habituados a imaginarlo. El personaje murió aunque él no lo sabe y está condenado al castigo eterno. Creo que el detalle del fuego en los ojos del verdugo es bastante significativo. A mí me gustó mucho planteado así, aunque quizás no lo entendí.

Un abrazo.

Manu Espada dijo...

Agus, lo has clavado, tienes una capacidad de interpretación muy atinada.

Sinuosa dijo...

Yo también lo había entendido como Agus. Claro que ahora no importa, ya que tú mismo lo has confirmado. Lo entendí porque tenía una monja que nos definía así el Infierno (el de la otra vida):

Cuando era niña, una monja del colegio nos describió el infierno de esta manera:
“ El Infierno es un sitio donde estaríais quemando continuamente; algo así como si tuvierais vuestro cuerpo tumbado boca abajo sobre la chapa candente de la cocina y estar así para siempre,… Siempre,… SIEMpre…. SIEMPRE ¡¡¡…"

Como es lógico yo tenía pesadillas tremendas. Na, contradicciones de la Paz cristiana.

Elena dijo...

yo bien; yo soy güena, yo no me meto con nadie... infienno malo, no güta mí

Anónimo dijo...

Manu, para mí este ser inmortal está en el infierno, cumpliendo su condena por no haber sido un chico bueno.
El que se quita la capucha, con fuego en los ojos, es el mismísimo diablo.

Es mi interpretación, y me ha gustado tu visión del castigo eterno.

Un beso

Elena Casero

Luisa Hurtado González dijo...

Si, es una pura tortura. Como en micro que he leído esta misma mañana titulado "Zombi" en Puerta Falsa.
Una tortura para el castigado y también para el que castiga, ¿no creeis?, toda la vida, todos los días dale que te pego, matando el mismo sin que se muera, tienes que acabar con complejo de inferioridad o algo, y todo sin echar una sonrisa, siempre cabreado porque eres el malo de la película.
¿Compensa ser el malo?

Belén dijo...

Pues vaya, pobre hombre... morir así no es morir de amor...:P

Besicos

Belén dijo...

Anda, estoy leyendo los comentarios, y yo no había entendido lo del infierno jajajaja, una que es agnóstica y había entendido que la inmortalidad es reencarnación... uy que enrevesada que soy...

Besicos

Puck dijo...

Infierno, purgatorio... realmente eso es cadena perpetua y lo demás tonterías. :-)
Saludillos

josef dijo...

Eso tal vez sea el infierno? O algo mucho peor...
Saludos.

Unknown dijo...

Pobre alma condenada... lo releo para ver si has dejado un resquicio a través del cual se adivine que el tormento tendrá fin. No lo hay. Rotundo micro.


Un abrazo

Anónimo dijo...

El peor tormento de un inmortal debe ser mantener la memoria. La memoria colectiva va diluyéndose con las generaciones mientras el inmortal siempre recordaría todas las atrocidades propias y de la humanidad.

Yo, cuando me haga inmortal, quiero estar senil... :-)

David Figueroa dijo...

Me ha encantado el giro final del micro, le da todo el sentido.
Inmortalidad = Vida eterna.
Si las almas son eternas, entonces son inmortales. Un alma condenada al infierno, al sufrimiento eterno.
Muy bueno, Manu.
Un abrazo.

Juan Vásquez dijo...

Está muy bueno, tiene mucha fuerza la paradoja y esa incógnita solucionada en la penúltima frase. Y la última frase,vaya, la última frase es la que nos ubica en el infierno.
Creo que hay dos micros, uno sin esa última frase y otro con ella.

Feliz Semana.

MANUEL IGLESIAS dijo...

Manu: Te manifiesto mi regusto por la "pesadillesca" historia de Melmoth el errabundo, su pacto con el diablo, condenado a la inmortalidad. Maturin al que me acompañan en su degustación gentica como André Breton,Lovecraft, Scott, Balzac, Poe, V. Hugo...
Las variations son validas. Melmoth en micro. Un saludo

Víctor dijo...

"Morirse es estar vivo todavía", dice un excelente poeta catalán. "Estar muerto es morirse continuamente", dice un excelente cuentista madrileño.

Estuvo bien, Manu, y si te leí de mejores, es porque los tienes muy buenos. No hay más.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo tembién pienso que ser inmortal es el peor castigo que podamos soportar. A mi me ha encantado tu forma de hablarnos de ese inmortal
sufrimiento.
Un abrazo y lo mejor para ti, mi querido amigo, y feliz cumpleaños.
Sigo leyendo tus maravilloso libro.
Sabes que eres genial?
Besos
BB

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Me ha impresionado mucho Manu. Este relato me ha costado leerlo por lo que me causa esa inmortalidad y condena diaria. Creo que en el fondo desea la muerte más que nadie porque no soporta esa inmortalidad y el dolor diario. De todas maneras, se podría ser inmortal y estar muerto cuando ya no se tiene nada que te retenga vivo. Ufff que lio!!

Besicos muchos niño grande (en todos los sentidos).

Miguel Baquero dijo...

Im-pre-sio-nan-te.
Está sufriendo una condena eterna, según mi opinión. Como dice Agus, los ojos en llamas son la clave.
Me ha parecido, ya digo, genial

Carlos Añejo dijo...

Yo no estoy a favor de replantear un texto porque no se entienda.

De hecho a mí no se me entienden la mitad de los cuentos, y no me planteo replantearlos.

Es decir, no me rereplanteo...

Ves... ni los comentarios se me entienden...

Y tampoco estoy a favor de replantear los comentarios.

¡Qué locura... me planto!

Perdona, Manu, me he liado.

En cualquier caso, estoy totalmente de acuerdo con Miguel Baquero: me ha parecido genial.

David Moreno dijo...

No cambies nada Manu, después de los comentarios lo volví a leer, con el detalle de la frase "me ha mirado con fuego en los ojos", y ahora sí lo entendí y mejoró claro.

Un saludo indio

Torcuato dijo...

Entonces, ese es su infierno.
Muy bueno.
Un abrazo, Manu.

Pablo Gonz dijo...

¡Bárbaro! Me encantó.
Abrazos admirados,
PABLO GONZ

LA ZARZAMORA dijo...

Alguien ya escribió que el infierno eran los otros ;)
Aprovecho para felicitarte estas fiestas.

Besos, Manu

Arún Balani dijo...

Pues así, tal y cómo lo has contado, creo yo que debería ser el infierno en caso de existir después de la muerte, ya que personalmente pienso que el infierno sólo existe en vida.
Un abrazo.