4/19/2010

EL HOMBRE ELEGANTE

Leo críticas literarias que ponen a parir textos. Al acabar las críticas, saco una conclusión: Hay críticas que están muy por debajo del texto que critican. Mal escritas. Groseras. Insultantes y sin referente alguno. Debería haber críticas sobre críticas. Un nuevo género: “La metacrítica”. Abro el suplemento de El País por la última página, como siempre. Javier Marías da en el clavo. Abundan los escritores metidos a críticos. Marías vuelve a dar en el clavo. Ser autor y crítico es, como mínimo, poco elegante. O eres crítico, o eres autor. Hablo con un escritor de relatos que tenía un blog de críticas. Está desesperado. Lo critican por criticar. Algunos llegan al insulto. Los autores le retiran la palabra. Por ser sincero, se justifica. Conclusión: Se carga el blog. No se puede jugar a dos bandas. ¿Critico o escribo? Si criticas, puedes molestar. Si molestas a los autores puedes ponerte en contra a los editores. Si criticas te sometes a una mayor crítica cuando publicas tus texto. Te tienen ganas. Si un autor hace críticas supone que sus textos están por encima de los textos criticados. La solución: dejar de lado los libros malos. Hablar sólo de los buenos. Y atendiendo a esta premisa, desde mi punto de vista de autor de un solo libro, os aconsejo mi última lectura: “Elefantiasis”. Porque lo mejor es hablar solo de los libros que merecen la pena. Los libros malos que los desahucien los críticos. Para eso les pagan. Para tener enemigos. Y pelotas, claro (de “peloteo”). Elefantiasis es un libro exquisito. Su autor, Raúl Ariza. Sus ilustraciones, unas joyas en papel. Comencé a leerlo por la noche. Bastante tarde. No tenía planes. Abrí el libro por la primera página y me acosté a las tres. Cuando llegué a la última página me sentí solo en mitad de la noche. Como los personajes de Raúl. Sus relatos cortos (no diría que son micros) son un puñetazo a las vísceras. Pero no un puñetazo obsceno de Stallone o Steven Seagal. No. Un golpe elegante de aquellos que propinaban los boxeadores del siglo XIX. Certero. Recibes varias bofetadas y te gusta. Pasas de relato y pides que te pegue otra hostia. Comienzas a pensar que eres masoquista. Pides más. El lenguaje está cuidado. Las historias, descorazonadoras. Dolorosas. Elegantemente desoladoras. Como “El hombre elefante” de David Lynch. Creo que nunca una película me ha dejado tan mal cuerpo. Tanta tristeza. La vi una vez. Me propuse no volver a verla. Jamás. Demasiada pena. Y nunca más la he visto. Jonh Merrick era un hombre deformado pero elegante. Siempre vestía de traje. Incluso cuando lo exhibían en el circo mantenía la educación. Incluso cuando Michael Jackson quiso comprar sus huesos no se revolvió en su tumba. No era un hombre elefante. Era un hombre elegante. Pero el libro de Raúl sí que voy volver a leerlo. Con cada lectura, los textos crecen. Como si tuvieran “Elefantiasis”. ¿Realismo sucio? No creo. Realismo Ariziano. El estilo de Raúl es inconfundible. Si lees un texto suyo sin firmar sabes que lo que escrito él. Muy personal. Dicen que para escribir tienes que vivir. Se nota que Raúl ha vivido. Pero Raúl nunca juzga a sus personajes. Juzga el lector. No plantea moralejas. Solo hechos. Literatura pura. Y dura.

23 comentarios:

Xuan dijo...

No he leído el artículo de Javier Marías, pero el problema no es sólo si se puede ser escritor y crítico al mismo tiempo.
El problema es bastante más grave. Por desgracia, muchas veces, no se puede ser sincero y decir públicamente qué libro y/o autor te gusta y cual no, si no quieres que te lluevan las descalificaciones.
En lugar de ir cada uno de nosotros a lo nuestro, miramos por el rabillo del ojo qué hacen y qué dicen los demás.

Manu Espada dijo...

Te recomiendo el artículo, Xuan, me ha parecido muy descriptivo del panorama actual, sobre todo en lo referente al mundo de los blogs. Y tienes toda la razón, nadie es sincero cuando un libro de cuentos no le gusta, no tanto porque mienta, sino porque se lo calla para no recibir por parte del autor y de sus amigos, lo he visto en alguna ocasión, caer sobre un crítico de solodelibros en plan jauría, y el crítico tenía toda la razón.

santamaría dijo...

Todavía no he leído el artículo de Marías, me satura un poco el tono, aunque reconozco que coincido con él a menudo. Estoy de acuerdo en que no es elegante, pero deberían ser capaces de hacer críticas bien argumentadas, mejor que cualquier crítico.

Manu Espada dijo...

Es cierto, santamaría, quién mejor que un escritor para ver cosas que no ven otros, pero hay críticos muy buenos que no saben escribir ficción. Quizá si un escritor quiere ser crítico, lo mejor es que firme con seudónimo, porque si no, nunca será sincero.

Xuan dijo...

Ya he leído el artículo. Por si interesa a alguien, éste es el enlace:

http://www.elpais.com/articulo/portada/critica/tiempo/elpepusoceps/20100418elpepspor_16/Tes

santamaría dijo...

También hay mucho relativo a los egos de los escritores. El mismo Marías en el artículo amenaza con críticas furibundas, porque me sujetan que si no..., que viene a ser parecido a situarse por encima de incluso los que critican. De todas formas, y siguiendo con lo de los egos, no creo que dos profesionales de otro asunto, dos médicos, dos ingenieros, dos filólogos, no puedan discutir sobre el trabajo de sus colegas, todo depende de la asepsia en los jucios. La idea de pensar que por emitir un jucio uno se sitúa el juicio en una posición superior sólo se entiende desde una falta de humildad, creo cualquiera que argumente bien puede hacer un juicio, se equivoque o no.

Jesus Esnaola dijo...

Leeré el artículo de Marías, pero si me permites Manu, yo me dedicaré a agradecerte la crítica, o comentario, o como quieras llamarle, de "Elefantiasis". Me han dado muchas ganas de leerlo tras escuchar lo que decías de él, entre otras cosas porque yo sí que he visto más de una vez "El hombre elefante", y en cada ocasión he resultado aplastado, literalmente. Tal vez, leer y quién sabe si después releer, a Raúl Ariza, acabe en una sobredosis de aplastamiento, pero qué demonios, para qué estamos aquí.

Gracias por esta recomendación. No sé si Ane va a poder estar a la altura el día de Sant Jordi.

Walter dijo...

Me lo vendiste.
Y en cuanto a la crítica de la crítica, también debería de existir una crítica de la crítica de la crítica. :D

Raquel dijo...

Eres la segunda persona (en cuyo gusto confío) que habla muy bien de este libro. Para el verano, pues, que aquí no tengo cómo conseguirlo.

Belén dijo...

Qué ganicas tengoooooo

(El viernes lo pillo en la clandestina :))

Besicos

awacat.es dijo...

Me ha parecido increíble lo que has escrito sobre Elefantíasis. He leído el libro como tú, de un tirón, sin prisa, esperando al siguiente relato y creo que también reconocería cualquier texto de Raúl Ariza.

Un beso

Anónimo dijo...

Siempre leo a JM, claro. Pero es por amor,... cuando sale por peteneras madrileñas de quejas, hago como que no lo he leído. Pero el artículo del domingo es -y lo sabemos todos- certero. Y supongo que para él un entretenimiento dominguero. No creo que JM tenga ninguna necesidad de ejercer la crítica directamente sobre la obra de otros. Hay autores que ellos mismos SON la literatura; por encima del bien o del mal, o algo así.
Y JM es uno de los poquísimos.
Y de todas formas, el mundo literario-creativo-editorial cambia a pasas de gigantes.
Cuando les afecte a sus bolsillos -a grandes medios de comunicación y editoriales- entonces, reaccionarán. Cuando la gente deje de comprar sin comparar.

Todavía no me ha enviado Mariano el libro de Raúl, aunque ya intuyo que será como dices. Hace años que leo su blog, aunque normalmente me deja paralizada por unos segundos, y no participo en los comentarios.

También es raro leerte a ti haciendo crítica, jajaj, creí que me había equivocado de blog!!

(y hablando de otra cosas, me gusta Woody!)

Kuss

Miguel Baquero dijo...

Sobre el libro de Raúl Ariza, completamente de acuerdo, es buenísimo.

No he leído el artículo de Marías, entre otras cosas porque ya lo han borrado de la web, pero tengo la impresión de que va en la línea de "no sé puede ser escritor y crítico... si la crítica es mala"; "si es buena, entonces sí puedes serlo". A él mismo le he leído yo verter muchas críticas y opiniones sobre libros, pero en su caso, supongo, es distinto y elegante.

Se puede ser perfectamente crítico y escritor, ¿por qué no? Lo pavoroso es que no se haga por miedo a molestar, a ponerte en contra a los posibles editores, a que entonces te critiquen más... Eso es el síntoma número uno de la mediocridad.

Es sintomático el caso de tu amigo que tenía un blog (donde, supongo, haría crítica de forma sincera)y como los autores le insultan y le retiran la palabra, entonces lo cierra. La culpa, en fin, ha sido suya por criticar (por supuesto, nadie culpará a los que insultan y ofenden). O dices algo bueno, o te callas... Eso es lo que hay actualmente y a eso es a lo que nos acogemos todos, queramos o no, pero si lo observas fríamente, da miedo. Da mucho miedo la cultura concebida como una forma de decir amén o callar.

La literatura ha salido para adelante gracias a aquellos escritores que se han revelado contra las vacas sagradas de su tiempo, los que se han burlado (a veces injustamente, pero cargados con la verdad de la evolución artística) de los métodos que consideraban caducos, los que se han lanzado al asalto de su lugar, no de los que han presentado una solicitud para ocuparlo, sin molestar, cuando los otros tengan a bien retirarse.

Ser artista es algo más que sonreír, caer bien a todo el mundo, salir mucho en la tele y firmar muchos libros. Para ser artista hace falta tener una madera especial, y un valor que no todos tienen. Si Picasso o Van Gogh se hubieran coartado porque, escribiendo distinto y en contra de las normas, no les habrían dejado entrar en los salones de la sociedad de su tiempo, hoy el arte y nuestro mundo sería muy distinto, seguramente mucho más mediocre e insulso todavía.

Dile a tu amigo que si quiere ser escritor de verdad, de verdad, y no un simple rellenapáginas, que se arme de valor, reabra el blog, opine sinceramente y sin remilgos, y si los escritores consagrados y que venden mucho le miran mal por ello, que les den por culo a los autores consagrados y que venden mucho.

Miguel Baquero dijo...

Quería decir "rebelado", pero reitero todo lo demás

Manu Espada dijo...

Querido Miguel, interesantísima reflexión, continuemos con el debate.

Raúl dijo...

Yo no voy a insultarte, Manu. Ni a retirarte la palabras.
Sonrío.

Anónimo dijo...

Manu: lo que comentas de tu amigo me recuerda un poco a Sergi Bellver.
También comentaba en su Bitácora lo de que, de repente, te dejen de saludar editores o te ganes la enemistad de escritores o sus secuaces porque no te gusta un libro. Y eso que Sergi, al igual, que tú se limita a reseñar los libros que le gustan.
Creo que esa especie de censura tácita, como dicen Xuan y Miguel, que no hables por temor no es buena para la cultura(toda ella: escritura, pintura, fotografía, música...).
Un saludo
R.A.

Manu Espada dijo...

Cierto, el pobre Sergi se llevaba unos disgustos de aúpa con este tipo de cosas, me imagino que le daban bastante caña, sobre todo en forma de anónimos.

pepa mas gisbert dijo...

Que voy a decir yo del libro de Raúl.....Nada, porque cualquier cosa sería redundante.
Eso si, invitar a todos a visitar la página web del libro que yo misma he hecho para conocer mejor el libro y sus novedades. Pinchar en
elefantiasis.

Un abrazo y ¿nos vemos en Madrid el 23 en la presentación del libro?.

Manu Espada dijo...

Claro, Alma, nos vemos en madrid el viernes. Por cierto, anhorabuena por la parte que te toca, buen trabajo.

Álvaro Dorian Gray dijo...

Buscaremos el libro. gracias por la recomendación
saludos y salud

Francisco Ortiz dijo...

Muy de acuerdo: magnífico libro, gran escritor.

Nikté dijo...

En algo no estoy de acuerdo. Se puede ser y se debe ser escritor y crítico a la vez.
Primero de su obra, después de lo que le cae en las manos.
En el caso de Raúl Ariza, es fácil colmar de elogios, porque es para elogiar.
Yo lo he leído pero no de un solo trago, sino poco a poco, para saborearlo mejor.