12/28/2009

APUNTES NAVIDEÑOS


Leo en El Mundo digital que Sao Paulo y Madrid se han hermanado y que en la ciudad brasileña hay carteles con publicidad de la capital de España. Salgo a la calle y camino. No veo ni un cartel. Las calles de Sao Paulo están desiertas. Es 25 de diciembre y hace un calor húmedo insoportable. En el hemisferio sur es verano, claro. Unas navidades de lo más surrealista. Las calles están sucias, pero no tanto como pensaba. A lo largo de todas las avenidas hay cabinas de teléfonos con el antiguo logo verde de Telefónica española. En los restaurantes te sirven aceite de oliva portugués y hay muchas tiendas de chinos. Venden imitaciones caras. Relojes Mont Blanc o Bulgari a 150 euros. Bolsos de Prada a 300 euros. Falsos, claro. Las imitaciones están por las nubes. En el avión de ida me acabé el libro de Elena, "Tribulaciones de un sicario". Me lo he pasado muy bien con sus personajes. Le debo un post. También terminé "Estancos del Chiado", el ganador del Setenil al mejor premio de relatos del 2009. A veces me pierdo en la ornamentación del lenguaje y tengo que releer algunos párrafos. El último relato del libro me parece una obra maestra. Tengo también tiempo de verme ocho capítulos (nada menos) de la serie "Perdidos" durante las once horas de viaje. Apenas duermo. El malo de Lost me tiene embelesado. Creo que es el mejor villano que ha dado la ficción desde Darth Vader. Benjamin Linus es manipulador, frío, inteligente. Nunca sabes qué está pensando ni con qué te va a sorprender. Y siempre te sorprende. Me quedan dos capítulos para acabar la quinta temporada. Se van resolviendo muchos enigmas, pero no todos. Belén me alegra las navideñas más calurosas de mi vida en el blog de las cucarachas. Me encanta el acento brasileño, pero la programación de su tele me empalaga. Se me acerca un niño negro que dice "money, money". Sin más, a cambio de nada, y eso que lleva uno de esos chismes para limpiar zapatos. ¿Dinero por nada? "No", le digo. Sin embargo parece que Brasil al fin despierta. El gigante dormido se despereza. Poco a poco, entre bostezos. ¿Será la definitiva? De momento nos ganaron en el tema de las Olimpíadas.

5 comentarios:

Belén dijo...

Bueno, no he visto ni un solo capítulo de Lost, pero todo el mundo coincide en el malo,maloso...habrá que dejarse ver...

Besicos

Raúl dijo...

Ni se te ocurra hacerles la gracia con aquel latiguillo de "menos samba y más trabajar" que me han dicho que ya no se lo toman por lo folcklórico.

Manu Espada dijo...

Belén, merece la pena, ya verás...

Raúl, demasiado tarde, uno de los comensales estuvo toda la cena haciéndole esa gracia al camarero, que reía de forma forzada bajo su gorrito de Papá Noel. Seguro que pensó "currando en Nochebuena" y este cabrón diciendo que más trabajar.

MANUEL IGLESIAS dijo...

He visto Avatar y me he acordado inmediatamente de la selva amazónica. La destrucción del gran árbol, la valoro como la metáfora del aniquilamiento de esa gran riqueza del coloso brasileño que es el uno de los pulmones que nos quedan. No se si James Cameron estaba pensando en ello cuando escribió la historia. Feliz año nuevo a la espada oxidada y a todos sus amigos.

Elena Casero dijo...

Yo tampoco he visto ningún capítulo de Lost pero cuando todo el mundo dice que es bueno, habrá que pensárselo.

Que lo pases bien. Un abrazo