El sábado me acerqué a la feria del libro y me ocurrió algo que hacía años que no me pasaba. El caso es que me dio una especie de ataque de claustrofobia. Ya me ocurrió en cierta cocasión durante un paseo por el rastro de Madrid. Para ser un país en el que no se lee nada, ¿de dónde salío aquella marabunta humana? No se podía dar ni un sólo paso por las casetas, así que me acerqué hasta el puesto en el que firmaba Nacho (había una cola bastante llamativa), me compré tres libros de cuentos en la editorial Páginas de Espuma, y cuando me tropecé con la infinita fila que llegaba a la caseta fashion de Zafón, tiré la toalla, salí por un lateral y abandoné la feria por la mitad. Ahora resulta que la literatura es cultura de masas. ¡Ja! Os dejo un micro de Benedetti. Espero que mi claustrofobia nunca llegue a este nivel.
Su amor no era sencillo
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
12 comentarios:
Pero esa es la de Madrid, que además es la única feria del libro a la que he asistido con prisas. Cuando vas a alguna de provinciaslas cosas por lo menos van más lentas y se ven mejor, por lo menos en mis grises tierras.
También es cierto que aquí en la de Madrid firman TODOS los autores. Algo que me sorprendía, si era como diez o doce simultáneos...
cuando en Burgos hay uno... poco conocido firmando, y si lo hay!
Así que mejor ve a una feria del libro de algún lugar perdido de la mano de Dios, donde suele haber cosas más difíciles de encontrar (salvo los libros más pequeños del mundo, que están en todas las ferias) y se pasea de forma más tranquila.
Un saludo!
Hola, vengo de rebote del blog de Pat Rizia. Quería leerte en el Sueño del Gato, pero claro, no eres Manu Espada...:-) Y como no te conozco, quería aunque sea saber, la página en la que apareces. Yo escribi La Mesa.
Gracias!
Valerian, tienes razón, en las provincias todo fluye de un modo más normal, en la feria del libro de mi tierra no hay estas multitudes.
Claudia, mi relato creo que está en la página 490, se titula "El individuo" y firmo como Manu S. Vicente. Me leeré el tuyo esta tarde.
Nos dejamos llevar por la propaganda. Cada vez hago menos caso de los beselles (no sé ni como se escribe) porque ya he escarmentado. Prefiero libros que me recomiendáis algunos de vosotros o cuando leo una sinopsis y me llama la atención. Después nos quejamos. Aquí vino una vez no hace mucho Antonio Soler a dar una charlita y hablar de sus cosas y estuvimos cuatro gatos y medio (sin exagerar) y cuando vino Almudena grandes, faltó sitio. No le quito su mérito, pero ella sale en los medios más que el otro.
Besicos y tómalo con calma.
A veces pasa eso en las grandes aglomeraciones... y bueno, a mi también me pasa, que mis hobbies quiero que sean de poca gente je je je
Besicos
yo con frecuencia sufro de ataques y mareos en sitios abiertos, hasta el punto de que me dan ganas de agarrarme a cualquiera que pasa por mi lado, con tal de no caerme al suelo. Bueno, igual si es Zafón o Zalfón no, que la entrevista de El País del otro día me dio mucho miedo. Un abrazo, Patro.
Que difíciles son algunas relaciones. Besos
Sí que sorprende, pero lo cierto es que la gente suele ir con bolsas de libros. Que compren más zafones que otra cosa, pues es lógico, porque en todo prima la publicidad. Hasta en literatura. Pero a mí no deja de sorprenderme gratamente que acuda tanta gente a un recinto lleno de libros.
Algún lector saldrá de ahí.
Manu!! TERMINÉ EL LIBRO! jaja me tome el tiempo... pero finalmente lo terminé...debo decir que muy ingeniosas las historias, algunas me impactaron y me parecieron sumamente originales...
Un saludo y espero mas noticias tuyas... quizas alguna propeusta interesante por que no???
¡Gracias Gaucho! Me alegro de que te gustara el libro, ya haremos algún proyecto creativo en común, claro.
Sin comentarios porque este año soy parte interesada, pero... por qué somos tan borregos?
Ni mueta voy a la feria del libro, si quiero un libro me lo encargo a la vecina que para eso tiene una librería de barrio.
Este año aunque estábais allí firmando varios ciberconocidos, tampoco me entusiasmó la idea de meterme en la vorágine, ya os conoceré en pesona tomando cañas.
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