Excálibur sigue oxidada en la roca esperando a que alguien se decida a sacarla, pero la gente pasa de largo...
12/18/2007
LA FRUSTRACIÓN
Lo siento, hicimos lo que pudimos, está muerto – susurró cabizbajo el médico a mi esposa, convertida en viuda tras años de espera. Henchida ante su decisión de desconectarme de la máquina, y satisfecha por su nuevo estado civil, decidió enterrarme al día siguiente. Nada de llantos –ordenó a nuestros hijos. Ni siquiera preparó un velatorio en el que lamentar mi pérdida. Al notar sobre mí la tierra seca golpeando la caja conseguí mover una falange, luego dos, tamborileé la tapa con la yema de los dedos, y finalmente la emprendí a puñetazos con la madera. Cuando abrí el ataúd, mi ex mujer rompió a llorar desconsolada.
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6 comentarios:
Ufff que agonia por dios. Lloró de alegría, de emoción o de rabia? ais. Que historia más rara joe!
Un besote
Muám
Jajajaja. A mí me ha hecho gracia, la puñetera era lo que menos esperaba y se desesperó, no?
Muy bueno, estupendo
Saludos,
Como pa no... si se había deshecho del marido!
tan cerca y tan lejos...
besos!
¡Ay por Dios, qué mal trago!
Encima habrá tenido que pagar todo el ceremonial. Vaya negocio ha hecho la noviuda.
Pero ¿porqué de repente es "ex-mujer"? No le dió tiempo a separarse porque tú ya te habías muerto....
Le blog, porque está narrado en pasado, por lo que habla desde otro tiempo, el presente.
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