5/19/2008

DE LA CRUELDAD


Es curioso y paradójico a la vez la fascinación y el rechazo que provocan casi a partes iguales los actos crueles y /o escabrosos protagonizados por humanos. La película "Tesis" de Amenábar refleja muy bien esa doble vertiente humana de asco y atracción. Cuando la protagonista pasa frente a un accidente no puede evitar el hecho de mirar cómo ha quedado el cuerpo, eso sí con un gesto de estremecimiento y medio tapándose los ojos con la mano. Lo mismo ocurre cuando el presentador de los informativos avisa sobre el duro contenido de unas imágenes. Muchas veces miramos de soslayo, pero miramos, para a continuación clamar expresiones del tipo "qué horror". La película "Holocausto Caníbal" fue un éxito comercial gracias a un rumor, el rumor que vendía las imágenes crueles de canibalismo y tortura como reales, todo un éxito del marketing y los efectos especiales más morbosos. Desde hace unos años se habla de las snub movies, películas en las que matan a gente de verdad para luego venderlas a precio de oro. No está demostrado que estas películas existan, pero lo que sí es cierto es que cada día vemos en la tele el denominado snub blando, o sea, imágenes de asesinatos y muertes crueles que no se graban ex profeso, sino que vienen desde guerras o países conflictivos, incluso accidentes o atentados que tienen lugar en nuestro país. Muchos programas de zapping rellenan sus horas de emisión con imágenes de gente que se quema a lo bonzo, montañeros que se caen por barrancos o decapitaciones en Arabia Saudí. Incluso hay gente que colecciona este tipo de imágenes. En cuanto se conoció la terrible historia del Monstruo de Amstetten, todo el mundo decía que estaba horrorizado, pero todos querían saber más, incluso se baraja hacer una película sobre el asunto, algo que ya se hizo con el caníbal alemán que se comió a un hombre que se ofreció voluntario para tan luctuoso asunto a través de Internet. El hecho es que cuando las imágenes crueles sirven para denunciar torturas o excesos como los cometidos en Irak, tienen una función útil. Las imágenes enviadas desde Vietnam movilizaron a la sociedad americana contra una guerra injusta, por primera vez presenciaron con sus propios ojos las atrocidades cometidas allí, pero hoy en día estamos narcotizados debido al bombardeo de este tipo contenido. La pregunta es: ¿dónde está el límite a la hora de utilizar las imágenes crueles? ¿Cuándo es denuncia y cuándo es tan sólo morbo gratuito? Y de hecho, ¿por qué gustan a la gente este tipo de estampas?

10 comentarios:

Mamen dijo...

Creo que hoy en día hay un abuso excesivo (por más que sea redundante) de imágenes que han terminado por adormecer e insensibilizar el sentir colectivo.

Cada cual tendrá que poner su límite. A mí en concreto no me atrae nada, ni miro en los accidentes, ni tan siquiera cuando se produce una regañina doméstica en el supermercado. Voy bastante a lo mío y las snuff movies no están entre mis intereses. Al menos por ahora.

Besos, Manu.
Lula.

Herodes Antipas dijo...

No hay límite. Y mientras más cruel y morbosa sea la imagen, mejor. El problema reside en el que mira, y si éste pide más, más se le va a dar.
El masoquismo en estado puro.
Un abrazo.

Susana Peiró dijo...

Es nuestra naturaleza, Manu.
Si acaso nos quitan el corsé civilizador, aparecerá un monito salvaje.

Hemos mutado algunas formas, querido amigo, otras permanecen indelebles.

Abrazos sin domesticación!

Belén dijo...

Bueno, el ser humano le gusta el morbo de las cosas que son prohibidas, y la muerte y el sufrimiento es prohibido, no se...

Creo que si lo viéramos mas normal, la muerte digo, no estaríamos tan al loro... pocas veces me giro a ver lo que pasa si hay un herido atendido, como otros que hacen corros, yo he visto eso en el hospital y ya me he saturado...

Besicos

Benjuí dijo...

Creo que a la gente le gusta ver lo malos que son Los Otros para sentirse buenos.
La censura, en todo caso, no sirve de nada.
Con todo, creo que ahora somos menos crueles que en otras épocas y que sólo un porcentaje muy pequeño de la población acudiría en vivo y en directo a una lucha a muerte entre gladiadores y, sin embargo Horacio o Virgilio no se escandalizaban por lo que ocurría en los circos romanos...

Odiseo de Saturnalia dijo...

Ese morbo es libre... pero no sano. Es mi opinión.

También me extraña encontrarlo en personas que... por su edad, su condición, su religiosidad (la suya, claro está), su cultura (tengo dudas), y otras variables que definirían a una persona entre condiciones más humanas.

Recuerdo los gritos de una abuela al ver al torero cogido... gritos de dolor, de pena... pero no quería cambiar el canal... es más, continuaba advirtiéndonos a todos en el siguiente toro, con un "lo va a pillar" (coño, decía yo, solo mira esperando la cornada).

Patricia dijo...

yo sólo sé que "veo" el telediario de espaldas, para no ver tanta mierda, porque entre otras cosas descubrí que mirar tan amenudo esas escenas crueles me hacía insensible. Me estaba acostumbrando tanto a ver desgracias a diario que podía mirar cómo recogían cuerpos después de una masacre y seguir tan tranquílamente comiéndome el pollo, sin perder un ápice de apetito.
Abusan demasiado, y si ellos no ponen el límite, tendremos que limitarnos nosotros. O eso, o dejar de tener sensibilidad. Cada cual que elija.

Un saludo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Yo siempre me hago esas mismas preguntas, creo que las personas nos vacunamos o lo que es peosr, cada día somo más fríos, mientras a mi no me toquen yo tranquilo, ¡cómo les pasan a otros y a mí no me afecta...!
Gracias Manu por esta entrada, necesitamos plantearnos ciertas cosas.
Besicos

CarmenS dijo...

Cuando es denuncia quizás sí deban utilizarse, pero cuando se trata de morbo, lo dudo. Las películas sanguinolentas tienen muy buena acogida por parte de los espectadores de cine. Triunfan casi siempre.
¿por qué hay tanta gente morbosa?
No sé,pero luego no podemos asombrarnos cuando un adolescente coge un rifle y se carga a sus compañeros de la escuela. La influencia de películas de cine o televisión es casi segura.

Ana Ortiz dijo...

Hay cierta morborsidad que seduce.
La película juego de miedo es una estampad e la morbosidad e invita al espectador a se voyer y creo q eso es lo que atrae.
Desde los medios debería ponerse un freno a ciertas imágenes. En un periódico de acá de Argentina, Crónica se caracteriza x publicar los cadáveres más horribles en la tapa.
Su politica parae ser "la sangre vende".