Excálibur sigue oxidada en la roca esperando a que alguien se decida a sacarla, pero la gente pasa de largo...
11/29/2009
VENGANZA
El personaje está harto. Lleva años encerrado en el libro haciendo las mismas locuras, una lectura tras otra siendo un tarado que se cree caballero andante con un amor imposible, una condena perpetua en una cárcel de papel, una inmortalidad tediosa y repetida, pero el personaje consigue salir del libro y coge un arma precisa para la venganza que tiene planeada: una pluma. El personaje redacta un texto y envía a su autor a una guerra terrible, lo mete en una cárcel y para rematar, le amputa un brazo.
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15 comentarios:
Jajaja, ¡que bueno, como le has dado la vuelta!!!
Niño, que imaginación la tuya.
Besicos muchos.
Pues mira, cuando yo era una niña muy pequeña y en el colegio nos hablaban del Quijote, no tenía muy claro quien era el del libro y el de fuera.
Qué curioso, oye.
ajjajajajajaj
Qué mala uva tienen los personajes.
Tú ten cuidado!!
Ostras, no me puedo creer que Quijote hiciera eso...:S
Me estás rompiendo muchos mitos!
Besicos
¿Envía a su "protagonista", o a su autor?
En cualquier caso, la venganza no sólo puede tomarse como previsible, sino casi como perdonable; tratarle de loco a uno es muy fuerte.
Tienes Razón Raúl, quería decir al autor, que a su vez es protagonista de su texto, pero quizá se entienda mejor poniendo autor.
Y montón de años que lleva... eso sí, también le dio vida.
Un beso
Pobre don Miguel, le salió la
criada respondona.
Encima, lo denuncia por malos
tratos, lo manda a la mili, lo
encarcela y le amputa un brazo...
¡Qué Quijote tan endemonidado y
vengativo!
Un cambio total de roles.
Me encantó, Manu.
Un beso
BB
jajaja y le pide derechos de autor
saludos y salud
Si a todos los personajes les diera por vengarse de los autores, rodarían muchas cabezas, sin duda.
Si yo fuera alguno de los personajes de algunas novelas no dudaría en reescribir algunas historias. Lo que les hacen padecer pobrecitos mios.
Un abrazo
A mí no extraña que se vengue después de lo que le hizo sufrir por más bálsamos que se inventase y reparaciones que llevase el pobre hidalgo, encima de que nunca pudiese ponerse en pie el muy maltrecho caballero ni mandarse un besín con la Lorenzo.
Sin contar que eso le pasó a Don Miguel por devolverle la cordura a Alonso, que ya le valió, tras tanto desatino y andanzas... Devolverle su sano juicio y encima acabar con él en un camastro, con cura, ama y parentela :=)) a quien se le ocurre...
Me encantó, Manu.
Este me lo llevo... por referencias unamianas, pirandellianas y más. Sonrío.
Anda que no hay molinos por ahí, uno en cada esquina¡¡¡
Muy bueno tu blog
Cría cuervos.
(De repente siento miedo. Debo ser más respetuosa con algunos entes
;-)
Muy vengativo y sugerente relato.
Saludos.
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