11/26/2009

ROJO SANGRE


El aspecto mugriento de aquella mujer no fue lo que llamó mi atención, ni siquiera su abrigo raído por años de miseria en la calle junto a un cartón de vino. Me acerqué a ella atraído poderosamente por el cartel que había junto al plato de las monedas: “Un euro a cambio de un poema”. Estaba escrito en rojo sangre, a pluma, con letras góticas muy marcadas, como si fuera un manuscrito de la Edad Media, igual que los poemas que amontonaba sobre la acera, en una pila de folios. Me alejé unos pasos y me quedé observándola detenidamente desde una esquina. Cuando se levantó para coger algo de su carrito oxidado, corrí hacia el montón de hojas y escondí una de esas poesías en el bolsillo de mi chaqueta. Podía haber dejado un euro, pero no lo hice. Llegué a casa con ansiedad y abrí el cajón en el que mi padre guardaba esa carta amarillenta de la despedida. Comparé aquella palabra del texto de la misiva con las letras del poema que le había robado a la mendiga. La misma "H", idéntica "I", una "J" similar, y la "O" en letra gótica, muy roja, a pluma, como si fuera un manuscrito medieval.

14 comentarios:

Raúl dijo...

Lo has ecrito en clave de desasosiego, con un halo de misterio que le confiere una densidad atractiva.

La imagen de esa mendigo vendiendo poemas, tiene un referente cinematográfico -en forma de poeta bohemio- en la película "Antes del amanecer".

Anónimo dijo...

Eres muy bueno, en crear imágenes e historias tan largas y densas con tan breves palabras.

Celsa Muñiz dijo...

Me gustan este tipo de historias. Siempre te dejan pensando en la posibilidad más truculenta. Podía ser pura coincidencia, pero terminamos por elegir, por ejemplo, que la mendiga era un antiguo amor de su padre, ¿verdad?
Aysss... esta memoria colectiva...

Pelín cabroncete el prota, ¿por qué no dejó el euro a la pobre mujer?

Muy bueno, como siempre.

Manu Espada dijo...

Sinuosa, la clave de la relación que les une está en el relato, tienes que buscarla ;) Si no la encuentras te daré alguna pista.

Manu Espada dijo...

RA, en efecto, has dado con la clave. La verdad es que he hecho un pequeño cambio después del comentario de Sinuosa para que se entienda mejor. Y lo de hacer una historia larga, tomo nota, porque precisamente estoy recopilando ideas para relatos largos. Un saludo.

Celsa Muñiz dijo...

Jajaja, Manu, menos mal que me pusiste ese HIJO en rojo vivo (la sangre que tira mucho), aysss...

Si hubiera hecho un comentario mas "politico" (como acostumbra mucha gente cuando no lo entiende pero no se atreve a reconocerlo), me habría perdido el verdadero significado.
Bueno, algo adiviné, ein? Yo ya intuía que entre el padre y la mendiga había habido algo. Me perdí el nacimiento, pero que se le va a hacer, jeje.
Te agradezco que me lo hayas "masticado", pero temo que por mi culpa los que lo entendieron a la primera se sientan defraudados por machacar lo que para ellos estaba clarísimo.

Un abrazo.

Celsa Muñiz dijo...

Pera, pera..., lo sigo leyeno y...

(A lo mejor no era el hijo, sino el nieto... O era una bruja medieval de esas que duran y duran...Ufff...)

Es broma. Qué se yo... es misterioso y atrapa, pero yo sigo dándole vueltas...

Voy a tomarme un Cola-Cao a ver si con el azúcar....

(Qué espesa estoy, dios...)

Manu Espada dijo...

Lo que pasa a veces es que el que lo escribe cree que está muy claro y luego los lectores te demuestran que no es así, así que me ha venido muy bien tu comentario para hacer los ajustes necesarios al texto, Sinuosa.

Luis Recuenco dijo...

Hay coincidencias que estremecen.

Un abrazo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Por fin descubrió donde se encontraba su madre. Es muy bueno este relato, me ha encantado Manu.
Besicos muchos.

Zayi Hernández dijo...

... si me hubiese pasado a mi, me habría echado a llorar...jaja...es que soy muy tonta y de lágrima fácil....
Besitos.
Muy bueno.

Belén dijo...

Y encima le robas a tu padre...

Si es que...

Besicos

Tesa dijo...

Le debes un euro.

pepa mas gisbert dijo...

De tu historia (aparte de todo lo demás) se desprende que de la poesía no se vive, se mendiga.

Un abrazo