Nos han vendido la moto de que el español es la segunda lengua más importante del mundo, y eso es, simple y llanamente, mentira. Es mucho más importante el francés, el japonés, el chino, e incluso, el italiano o el alemán. ¿Por qué digo esto? Cada vez que salgo al extranjero vuelvo cabreado con este tema. En los museos de casi todo el mundo las explicaciones suelen estar en los idiomas arriba mencionados, incluso en coreano. En los aviones, las películas también vienen es esos idiomas. Del español, ni rastro. Por no hablar de la Literatura. Nada de autores hipanohablantes, a lo sumo, y como mucho, Reverte. ¿No éramos la segunda lengua del mundo? Pues no. Y es cuando me da por pensar que hay un montón de chupatintas viviendo del cuento. ¿Qué carajo hace el instituto Cervantes? ¿A qué se dedica el Ministerio de Cultura? ¿Por qué lo hacen mejor que nosotros los franceses o los italianos? Está muy bien luchar por la unidad del idioma en los países hispanos, pero con eso no basta. ¿Es que no se puede llegar a acuerdos con museos, instituciones, incluso agencias de viajes o aerolíneas? Me da la impresión de que las instituciones que se dedican a la supervivencia del español viven en una urna de cristal y se dedican a debatir si la palabra "gilipollas" debe formar parte o no del diccionario de la RAE. Una vez más, regreso del extrajero con la sensación de que nos han mentido desde pequeños. ¿El español es importante en el mundo porque varios millones de personas lo hablemos en América, España y Guinea? Con esta tarjeta de presentación debería bastar para que nuestro idioma estuviera presente en todos los rincones del Planeta. Pues no, eso es una moto. Nos ningunean. Y no veo que nadie haga nada. Y esto me parece una vergüenza. Eso sí, en todo el mundo ven los partidos del Madrid y el Barcelona y se saben los nombres de todos los jugadores, poque los clubes se lo curran, y me parece bien. Debería tomar nota el Gobierno. Que aprenda de los clubes de fútbol y exporte el español al mundo, que falta hace. Y que no nos cuenten bolas, porque el español no pinta nada ni en Europa. Seguimos siendo algo exótico, muy
cool, como dicen los sajones, sin más.