—Estaré a vuestro lado para lo que necesitéis. Os dejo la tarjeta con mis datos —. Con estas palabras finalizó la conferencia aquel abogado especializado en “Desahucio”. Salí esperanzado con los consejos que nos dio para evitar que nos echaran. Al llegar a la casa, entré sigilosamente por la ventana y me metí en la bañera para relajarme y digerir toda la información que nos había proporcionado. Si no pagas la hipoteca, te echan. Esa era la doctrina, pero siempre hay trucos para evitarlo. Mientras me enjabonaba, me pareció ver que el pato de goma dejaba resbalar por su mejilla una gotita del tamaño de una diminuta lágrima que, al caer en al agua, provocó unas pequeñas ondas concéntricas. En ese momento entraron. —¿Papá, qué hace ese hombre en nuestro baño con mi patito? —gritó el hijo pequeño del abogado mientras su mujer me miraba con un gesto de repugnancia.
Microrrelato seleccionado en el concurso de Abogados.
16 comentarios:
Enhorabuena Manu. Este concurso tiene la dificultad añadida de la temática y las cinco palabrejas. Me gusta mucho la historia que trazas, realista y con el contrapunto fantástico. La imagen final es soberbia. Suerte.
Abrazos.
¡Que bueno, Manu! No me extraña que lo hayan seleccionado.
Un micro que te obliga a releer el título si no te has quedado con él, dado que lo explica todo perfectamente.
Me gusta esa suerte de exrañamiemto que le das al término, llevando al personaje a una casa habitada.
Un abrazo.
Qué buenísimo Manu. Me ha gustado especialmente porque no me había dado cuenta de que pertenecía a ningún concurso, a pesar de la temática me parecía un micro de crítica social con ese puntito extraño de la realidad de hoy...
Jopé, bravo.
Y besos
En ese "Al llegar a la casa, entré..." está el quid del micro, y en el título.
Qué abogado más dispuesto, la verdad, un gusto!
Abrazos
Manu, buena historia que mostrará si el abogado es alguien que hace lo que dice o que dice lo que haces (aunque la comunicación no verbal expresada por su mujer hace más que dice). Y es que la teoría siempre es buena, pero aplicada...
No te deseo suerte, no la necesitas, el texto es bueno, lo que importa es que el jurado no sea popular.
;-)
Hay okupaciones perfectamente justificadas y nada repugnantes. Saludos
Ay Manu, ¡cuánta realidad hay en este relato! Es magnífico y te doy mi más sincera enhorabuena.
Besicos muchos.
Manu, es estupendo como captas la naturaleza humana con tanto sentido del humor. La solidaridad que parece entreverse se va al cuerno con ese final espectacular.
Muy bien recogidas las palabras.
Ya lo leí en el concurso y me alegre de verte entre los seleccionados.
Un abrazo y felicidades.
Dentro de poco, muchos seremos okupas.
Yo, en particular, ya le he echado el ojo a una familia de mejillas sonrrosadas,
que vive en un adosado.
Jaja; la solidaridad "tan en casa" indudablemente tiene otro color que puesta en la bella teoría ajena,
Me gustó, un abrazo.
Muy bueno. Así la gente se lo piensa dos veces antes de dar consejos o comprometerse a hacer favores...
Me encanta el micro. Suerte.
Un saludo.
Eso deberíamos hacer todos... ir a la moncloa!!
Besicos
Jó, pues que voy a decir yo ...¡qué genial!, que no tengo palabras que no se hayan dicho, y que me ha encantado cómo rompes la imágen que teníamos en la cabeza y cómo ese patito se convierte en protagonista inusual de la historia.
Muchos abrazos para tí.
Me gusta que ese okupa intenta demostrar si es cierto lo que contó el abogado.
Enhorabuena por la selección, tiene más merito el micro, ni cuenta de que era para el concurso de abogados.
Besitos
Un micro muy ajustado a los requerimientos, y un poco más alejado de tus últimas exploraciones. Espero que tenga la suerte que se merece. Suerte en las lides.
Enhorabuena Manu.
Un saludo indio
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