11/15/2011

LA LIBRERÍA


A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo. (Jean de la Fontaine)



Nemesio entra en la biblioteca movido por la curiosidad. Dentro hay un revuelo impresionante. No cabe ni un alma más. Un hombre de barba blanca firma su obra a una cola de fans. Nemesio se coloca frente a una pila de libros viejos. Todos son distintos. El lomo de los ejemplares está gastado por el paso de los años, aunque aún brillan restos de pan de oro en algunas de las letras. Coge un ejemplar muy delgado. Es increíble, pero en la cubierta aparecen su nombre y apellidos. Lo abre al azar, por la página setenta y ocho y, como de costumbre, comienza a leer en voz baja: “Nemesio entra en la biblioteca movido por la curiosidad. Dentro hay un revuelo impresionante. No cabe ni un alma. Un hombre de barba blanca firma su obra a una cola de fans. Nemesio se coloca frente a una pila de libros viejos. Todos son distintos. El lomo de los ejemplares está gastado por el paso de los años, aunque aún brillan restos de pan de oro en algunas de las letras. Coge un ejemplar muy delgado. Es increíble, pero en la cubierta aparecen su nombre y apellidos. Lo abre al azar, por la página setenta y ocho y, como de costumbre, comienza a leer en voz baja. Asustado por lo que está leyendo, cierra el libro de sopetón”. Nemesio mira alrededor. Todo parece en calma, unos hacen cola esperando su autógrafo del escritor barbudo y otros rebuscan en las estanterías, pero ocurre algo extraño. Todos los libros que tienen los fans de la cola son distintos, y en el lomo de cada uno de ellos aparece un nombre propio diferente. Nemesio vuelve a abrir su libro y lee varias frases más: “Nemesio mira alrededor. Todo parece en calma, unos hacen cola esperando su autógrafo del escritor barbudo y otros rebuscan en las estanterías, pero ocurre algo extraño. Todos los libros que tienen los fans de la cola son distintos, y en el lomo de cada uno de ellos aparece un nombre propio diferente. Nemesio vuelve a abrir su libro y lee varias frases más. Llegados a este punto se le cae de las manos”. Nemesio cierra los ojos, llena sus pulmones y recoge el libro del suelo. Saca un mechero y lo quema delante de todo el mundo. Desconcertado, sale de la biblioteca, cruza la carretera y, con el encendedor aún en la mano, camina lentamente hacia la gasolinera, hacia el infierno.

31 comentarios:

Susana Camps dijo...

Genial. Empezando por la elección del nombre. El pobre se ha perdido en tanta inmensidad literaria... Da un poco de vértigo y la amenaza final es dantesca, y sin embargo, provoca una sonrisa.

Abrazos admirados.

AGUS dijo...

Magnífico, Manu. Desde la forma hasta esa técnica de contar la historia mediante la ficción de la ficción. Impresionante libro del mundo y teatro dantesco donde todo a priori está escrito. Genial el detalle del viejo de barbas blancas y la gasolinera. Otra vez una pieza de vanguardia. Me encantó.

Abrazos.

Nicolás Jarque dijo...

Manu, ¡Qué original! Es un bucle de relato en el que creo adivinar que el barbudo que firma libros en este caso lo va escribiendo.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo.

Arte Pun dijo...

Una librería muy especial, en donde están los libros de nuestro destino escritos, y además con posible firma de autor, detalles comerciales que quitan hierro al asunto de fondo. Coincido con la frase que traes de Jean de la Fontaine, de la que particularmente suprimiría el "a menudo".
Nemesio, intentando librarse de su destino, va camino de él, paradoja irremediable.
Al igual que a Susana, también a mi me ha gustado el nombre escogido para el personaje.
Gracias por el relato. Abrazos.

David Moreno dijo...

Bucle maestro el tuyo, mezclando realidad con ficción. Bravo, una vez más.

Un Saludo indio

Manuel Rebollar Barro dijo...

Me gusta el uso del presente para que tengamos presente que esto está presente. En épocas prenavideñas, buen presente, Manu

Raúl dijo...

Bueno, Manu. Muy bueno.

Odys 2.0 dijo...

Muñecas rusas, laberintos, el libro de la vida, los renglones deterministas de dios... Son algunas de las imágenes evocadas a medida que se desarrolla la trama.

Abrazos.

Víctor dijo...

Me gusta. Mucho. Lo cíclico me vuelve loco. Me recordó, guardando las distancias, un micro que hace mucho que escribí, y que como publicidad gratuita te dejo aquí:

http://realidadesparalelos.blogspot.com/2009/04/bookcroosing.html

El tuyo, sin embargo, le da alguna vuelta de tuerca más...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Maravilloso y genial relato, amigo. Como siempre, me ha encantado... Si le quieres cambiar el look a Nemesio para que resulte más chic, visita mi blog. Bss, y queda en pie lo de la quedada. Que se venga Nemesio. Idoia

Anónimo dijo...

Eliges siempre un punto de vista sorprendente, tienes una capacidad de rapidez y creatividad impresionante.
Cómo zarandeas siempre a tu personaje, cuando leo a veces juego a ponerme en su piel...es tremendo
Besos

Idoia Bilbao Parisse dijo...

Maravilloso y genial relato, amigo. Como todos tus escritos, me ha encantado. Como siempre, me ha sorprendido. Ya sabes: Si Nemesio quiere un cambio de look, que se pase por mi blog y le hacemos algo chic. Queda en pie lo de la quedada. Que se venga Nemesio.

Manuel Rebollar Barro dijo...

Víctor, lo cíclico es una constante en la literatura, atrae ese carácter de siniestralidad que rodea todo, ese continuo deja-vù. Yo, al leerlo, me fui a Cortázar y su "Continuidad en los parques", de 1958. http://www.literatura.org/Cortazar/Continuidad.html

Manuespada dijo...

Maite perdona, se me ha borrado tu comentario, no se que he hecho, gracias por tus palabras.

Luisa Hurtado González dijo...

Ha sido genialmente mareante. Me perdía entre las líneas que se repetían sin saber si me había equivocado de línea o estaba leyendo en la adecuada. Me he sentido un poco como tu prota, así de desconcertada, por eso lo entiendo bien.
Ahora voy a prender fuego al ordenador. Nos vemos en el infierno.

manuespada dijo...

Si yo fuera el protagonista de este relato, cogería tippex y tacharía el destino para reescribirlo, porque somos dueños de nuestro propio destino, solo hay que proponérselo. Quizá el próximo microrrelato vaya en ese sentido. Siempre hay que tener tippex a mano. Siempre.

Rosa dijo...

Manuespada, ¡ERES INCREÍBLE!

Besos desde el aire

Manuel Rebollar Barro dijo...

Manu, el tippex no borra, simplemente cubre lo ya escrito, que permanece ahí, latente, esperando el momento...

Elysa dijo...

Sabes que he pensado, Manu que esa librería es una metáfora de la vida y que cada uno de los que allí están cargan el volumen que corresponde a su vida, por eso todos llevan nombres distintos y que el pobre Nemesio al percatarse de lo que significa lo quema, mira lo que me ha dado por pensar con este micro, miedo da pensar que todo está ya escrito.

Besitos

Belén dijo...

Si es que las letras empachan...:P

Besicos

Manuespada dijo...

Manuel, tocayo, la actitud tippex es una actitud vital.

Manuel Rebollar Barro dijo...

Sin duda, Manu, el problema es cuando, de tanto usarlo, se pasa de la actitud tippex a la actitud gotelé

Elena Casero dijo...

¡Madre mía!
Que relato más apasionante.
Me ha encantado. Cada vez son mejores

Unos besos

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Estos destinos circulares, casi borgianos, me han llevado siempre a meditar cómo reaccionaría yo de encontrarme así. Y en esas reflexiones suelo quedar atrapado durante días.

Aunque sólo suene clap, clap,clap; sepa ud, Sr. Espada, que el mío es un gran aplauso.

Un abrazo.

Jesus Esnaola dijo...

Como dice Manuel Rebollar, es imposible no acordarse de "Continuidad de los parques". Tu texto sin embargo no huye de las repeticiones lo que refuerza esa sensación de destino inevitable.

Me gustó mucho, Manu.

Abrazos

R.A. dijo...

Yo estoy con Manu y el uso del tipex, viva el tipex! Y además he podido comprobarlo en lo que llevo de vida...

Sí, Manu puedes hacer una especie de reverso de este micro que por lo demás muestra esa capacidad tuya de adoptar diferentes perspectivas y juegos.

Un abrazo apañero

Víctor dijo...

Manuel: toda la razón del mundo. Recuerda (y de qué manera) el gran cuento de Cortázar.

Anónimo dijo...

Me encantan las espirales.
PD: Siempre hay que llevar tippex o un control+Z ¡qué útiles!

marisaXYZETC

Javier Ximens dijo...

Nemesio es un nombre que utilizo en varios de mis personajes, por lo tanto puedo hacerme una idea de él (jeje). El primer "párrafo" ya produce vértigo, es genial, un libro escrito por él en tiempo real. Quizás la frase "Asustado por lo que está leyendo, cierra el libro de sopetón” debería repetirse fuera de las comillas, no sé. El segundo "párrafo" es otra espiral bastante buena. La quema significa la purificación, y el incendio de la gasolinera no acabo de entenderlo. Que todos los libros de diferentes autores fueran firmados por el mismo "hombre de barba blanca" me lleva a Dios. En fin, has creado un bucle fantástico, que en parte me lleva a "Continuidad en el parque" de Cortázar. Da miedo, hace pensar, me da envidia tu creatividad. Un gustazo leerte. Consulto el significado de Nemesio y pone " El nombre por Némesis diosa de la venganza; El que hace justicia distribuyendo los bienes" ¿De eso se trata, de un justiciero?

manuespada dijo...

Ximens, en realidad le he puesto Nemesio porque es un personaje secundario que sale en "La verdad sobre el caso Savolta", de Eduardo Mendoza, sin más significado que el hecho de ser unos de sos "Personajes Secundarios" a los que el autor no ha dado la oportunidad de ser protagonistas, así que en mi próximo libro, les daré la oportunidad de ser el centro de la narración.

Anónimo dijo...

Es verdaderamente impresionante.Estoy deacuerdo con recribir nuestro destino y el typex seria muy util...ja,ja,ja.Me encantaria, poder algun dia, escribir algo tan bueno, aun que no creo que pueda lograrlo.Eres bueno tio,muy bueno.
besos sonrientes.May,taller de Ciguñuela.