La presentación del segundo número de la revista "Al otro lado del espejo" en Tres Rosas Amarillas fue una buena oportunidad para conocer a los artífices de la misma y a otros autores. Me tocó leer el primero, así que tuve tiempo para relajarme y escuchar tranquilamente a los otros seis cuentistas que leyeron sus textos. Precisamente, el que más llamó la atención fue el único que no leyó su cuento, porque según él era demasiado largo y no quería aburrir, así que nos lo contó. Su nombre es Mushin Al-Ramli, un iraquí que desertó de la guerra de Kuwait. Su relato está basado en hechos reales. Asegura que en la época de Sadam no podían hacer nada, aparte de estar orpimidos estaban aburridos, así que un día se reunieron los amigos para beber y acabaron emborrachando a un burro, primero, y luego a todos los animales del pueblo, que acabaron como locos revolucionando el lugar. Detrás de esta historia está la de otro cuentista que fue ejecutado por escribir un boceto de cuento que no tenía ni título en el que supuestamente se hablaba mal del único partido, y en el que se hablaba de burros. Los jueces no entendieron que se trataba de mera ficción y lo mataron. Mushin dice que en Irak sólo escriben cuentos, nada de novela desde "Las mil y una noche" porque en Irak no tienen tiempo, y todo se vive de una manera intensa que no deja lugar a las distancias largas. El mañana puede ser tu último día y la novela se puede quedar a medias. Nunca había pensado en los cuentos de esa manera. Escribir relatos por miedo a morir pronto, por no dejar una obra inacabada, por ese ansia de vivir de forma intensa. Toda una filosofía de vida, sin duda, la que dejó sobre el tapete este autor. Ahora, ya sabéis, a comprar la revista.
14 comentarios:
Parece ser que en Irán el tamaño (de lo escrito) si que cuenta. Jamás la literatura ha estado más condicioanda, que en el ejemplo que has puesto.
¿Disfrutásteis? Seguro que sí.
Hola Raúl, pues precisamente estuve con tu editor, Mariano, que habla maravillas de tu libro...
Me alegro de que disfrutaráis con la presentación. Voy a pedir la revista.
No me extraña que Mariano te hablara bien del libro de Raúl. No lo he leído, claro, pero estoy convencida de que es muy bueno.
Besos
Habrá que pillarse las revistas pero antes la primera ;)
Esa editorial es una joyita.
Te imagino leyendo y contentín.
Besos, Manu.
Me has dejado de piedra, Manu, menudo planteamiento, el de no vivir para ver terminada tu obra... Aún me recorren escalofríos de pensar cómo de ben sentirse esas personas, buf.
Me ha gustado este entrada, qué rabia leñes perderme estos saraos. Al próximo intentaré ir.
Yo ya me la he descargado, como también se puede.
Un saludo
R.A.
Se escribe como se vive. Escribir de prisa porque se vivie a contrareloj para ganarle instantes a la muerte.
Un abrazo
Scherezade también contaba para no morir. Parece que el mundo no avanza. Terrible historia la de Irak. Estupenda presentación de la revista. Seguro. Enhorabuena, Manu. Un abrazo.
Pero qué va a decir el pobre Mariano... Sonrío.
Manu, ¿dónde puedo conseguir la revista? Sí, ya sé que me la puedo descargar, pero yo soy un fetichista y me encanta tocar las cosas. El número 1 lo pude comprar en Lleida, con motivo de la presentación del libro de José Naveiras. El dos... ¿lo puedo pedir por correo a Tres Rosas Amarillas, por ejemplo?
Un saludo, y enhorabuena por la inclusión en esa pedazo de revista.
Víctor, la verdad es que no sé cómo se puede conseguir a parte de Tres Rosas Amarillas o La Clandestina. Envía un correo a Tres Rosas y que te informen, lo mismo te la mandan por correo: info@tresrosasamarillas.com
Veré la revista, claro que sí.
manu, la satisfacción nuestra, pronto haremos otro encuentro menos formal para uso y disfrute del cuento; por cierto soberbio post que te copio "sin o con permiso" y lo subo al blog.
un abrazo
Claro, Gsús, sin problema, es un plecer.
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