3/06/2012

PLANETA IKEA


El niño escarba en arena. Descubre una cadena de bolitas de hierro (como la de las bañeras) que se pierde en la orilla y se adentra en las profundas aguas del océano. El pequeño tira con fuerza y un eco seco, como de burbuja rota, resuena entre las montañas que rodean la playa. Un remolino se forma en medio de las aguas. El niño sigue tirando de la cadena oxidada, hasta que aparece un tapón ocre en la orilla. El mar se vacía. Las criaturas marinas boquean. Los bañistas varan. Los petroleros encallan. Las fosas abisales se secan. Las islas se convierten en el pico de enormes montañas. El crío hace visera con su mano derecha y mira hacia arriba. Alarga el brazo y desmonta los palés azules del cielo. Otra cadena cae de un sol tan luminoso que inunda de luz la extinta costa. El niño tira hacia abajo, y tras un “click” sordo, las gaviotas se callan. Silencio. El sol se apaga. Se para el planeta.



27 comentarios:

AGUS dijo...

Una historia muy potente, que en manos de ese niño se convierte en metáfora. El cielo de palets, y la presencia del silencio después de todo, me parecen dos destellos geniales. Me gusta mucho la ausencia de cualquier dramatismo, y el espíritu relativista que tiene todo el micro. Una pieza muy tuya, inconfundible.

Abrazos.

David Moreno dijo...

Micro repleto de imágenes. Muy visual. Esos palets en el cielo... Ufff

Un saludo indio
Mitakuye oyasin

Mei Morán dijo...

Muy visual. Manu, te cargas el mundo en un plis plas, como si nada y encima es creíble.
Saludos

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Cada vez que paseaba con mi hijo pequeño por la orilla de la ría que está pegada a la casa de sus abuelos, si había marea baja, le preguntaba si había sido él el que había sacado el tapón del fondo. Siempre me miraba con cara de no haber hecho nada indebido en su vida y respondía "Yo no, papi".

Este micro me ha llevado a aquellos días, Manu.

Lo cierto es que es un texto muy potente. Tal como ya se ha dicho, nos baña con una lluvia de imágenes que -en alguna medida- todos hemos imaginado alguna vez. Tu mérito es haberlo puesto en palabras tan bien engarzadas.

Un abrazo,

Puck dijo...

Me gusta el ritmo conseguido con frases tan cortas y tan visuales. Cada una es como un fotograma.
Saludillos

Luisa Hurtado González dijo...

El micro me ha gustado mucho, como al resto de comentaristas. Y me gusta de él la eficacia del niño que una pieza tras otra lo desmonta todo, sin dolor, con un objetivo simple y que alcanza sin problemas o demoras.
Sólo tengo una duda. En Ikea lo que se hace siempre es transformar, modificar, reconvertir, verlo desde otro punto de vista y, sobre todo, montarlo tu solo, lo que sea.
Tu niño desmonta. Vale, el planeta era de Ikea pero ese niño ¿de dónde es?

manuespada dijo...

Pedro, la primera vez que mi abuela vio el mar dijo: "Se conoce que ha llovido". En esto se parece a tu hijo.

Luisa, el niño es un niño especial que "deconstruye el mundo" para luego volver a montarlo a su manera. Una manera mucho más original, pero esa es la segunda parte de una historia que aún está por escribirse.

Gracias a todos por pasaros.

Anita Dinamita dijo...

¿Será así como comienza la mudanza de Wínnappu?
Me gusta mucho la lírica del texto, remolino, cadena oxidada, boquean, varan, encallan, .... una maravilla!
Esperaré a la segunda parte
Abrazos

Citopensis dijo...

Vaya.

Pues ahora van a vender "casas".

La burbuja inmobiliaria será un gran juego.

Preparémonos para disfrutarlo llave Allen en ristre.

Un saludo.

Manuel Rebollar Barro dijo...

Perfecta la visión del hiperbóreo nitzcheano. Tras ese espíritu de camello indolente ya, y el de león, destructivo sin más, emerge (nunca mejor dicho) el del niño para crear un orden realmente nuevo (los niños crean de la nada).

Muy gráfico, Manu, muy gráfico.

Juan Ojeda dijo...

Y ya en un niño acomodando el mundo como dentro de un baño, jugando con la luz y el tapón de la bañera,,, ya ahí reside la metáfora.

Y lo demás pura belleza; una narración muy potente. Me encantó, un fuerte abrazo.

manuespada dijo...

Juan, has dado en el clavo, de ahí viene la imagen.

Enmascarado dijo...

Pues nada...apaga y vámonos.
Saludos.

Susana Camps dijo...

Esta imagen que cobra vida con la acción de un niño es como un gigantesco reloj surrealista. (El niño me parece mecánico también.) Me ha recordado un poco El show de Truman. Deslumbrante.
Abrazos, Manu.

Rosa dijo...

Que bueno Manuespada!!! El mundo cabe en una caja y se monta con una llavecita...

Besos desde el aire

Sara Lew dijo...

Genial. Los niños son así, lo que más les gusta es desarmar y volver a armar (cosa que de adultos no nos gusta mucho, por eso odiamos montar los muebles de IKEA)

Un abrazo.

Lola Sanabria dijo...

¡Ojalá estuviera en manos de un niño la supervivencia del Planeta! Seguro que estaríamos mejor. Un micro grande, grande.

Abrazos encadenados.

Arte Pun dijo...

A mí también me ha recordado lo de Truman. Al leer el título me imaginaba otro tipo de planeta, con tornillos y nombres impronunciable. Que el personaje sea un niño abre la puerta a los juegos, clics de famobil, el barco pirata. Podría ser la mirada de un adulto sobre el juego de un niño, o girando un poco más, el cuento de un niño que explica el cambio climático.
Gracias por el relato. Abrazos

Laura dijo...

Es una historia para no dormir, ¿y si de verdad nuestro planeta se pudiera des-hacer de esa forma?. La próxima vez que tire de cualquier cadena, me lo pensaré dos veces antes de hacerlo.

Genial esa inspiración y ese buen hacer para componerlo.

Un abrazo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Jozú, si me ha parecido oir el ruido del agua del mar lléndose por el agujero del tapón. Eres increiblemente original y bueno.
Besicos muchos.

Mar Horno dijo...

Me ha parecido un niño creador jugando con sus juguetes. Un niño que con su imaginación puede apagar el mundo y crear uno nuevo. Me gusto el texto porque tiene varias lecturas, con esas imágenes tan potentes,¿estamos desmontando el mundo? ¿es un juego sin importancia para nosotros la vida en el planeta? ¿hay esperanza en ese niño? ¿hay esperanza en el futuro?. Espero que el Ikea no tenga nada que ver. Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Ahora llorará llamando a su madre. No puedes dejar a un niño en la oscuridad aunque haya sido tan travieso;-)
Enhorabuena.

Elysa dijo...

Muy visual, con un montón de imágenes, también me ha pasado como a Mar Horno, me he planteado unas cuantas preguntas con tu micro.

Besitos

Elena Casero dijo...

Muchos niños se han preguntado qué pasaría si quitaran el tapón del mar.
Una manera muy original de acabar con el planeta porque, ¿de verdad no será de Ikea?

Unos besos

Belén dijo...

Eso le pasa por no leer las instrucciones!

;)

Besicos

Raúl dijo...

Y todo por culpa de los suecos.

Pd.- Ya puedo entrar de nuevo en tu blog. Hurra.

Rosana dijo...

Manu, se me había pasado esta maravilla de micro. Es de estos tipo Tomeo y muy plásticos como un cuadro que me encantan. Yo estyo segura de que los niños son los auténticos creadores de mundos, luego los adultos la cagamos al decirles cómo son las cosas, cómo es la realidad y lo que tienen que "ver", pero ellos tienen una visión del mundo pura, sin nombres sin conceptos que me encantaría recordar(por la niña que fui) o ver ahora a través de sus ojos... un mundo nuevo por cada visión... Precioso y que te lo inspirara Dani acrecienta su valor.
Besos