FUERA DE TEMARIO EN IMÁGENES

Tres estoicas mesas esperan la llegada de clientes, pero en otra situada al fondo, cuatro hombres juegan al mus.—Órdago –dice Raymond Carver. No es un tipo que se parezca a Raymond Carver, no. Es Raymond Carver en persona. Y está jugando a las cartas en un antro que precisamente se llama “Catedral”, como su relato más conocido. No puede ser una casualidad. Jacinto coge un palillo y lo mastica sin dar crédito hasta clavarse una astilla en el paladar. Conoce al dedillo la cara de todos los escritores realistas.

Heller acerca su lente de aumento a una aspidistra, una planta de origen chino con grandes lóbulos. No es especialmente hermosa, pero produce unas melodías excelentes. Comprueba que las cinco hebras de las hojas ya han madurado. Trazan un pentagrama perfecto sobre el que se dibujan las notas musicales. Las fusas, los silencios y las corcheas se leen nítidas, pero las notas de más duración tardan en emerger. Ayer aún aparecían borrosas, pero ya puede verlas con claridad. Comprueba que están en su sitio todas las negras, las blancas, los bemoles y sostenidos, e incluso algún calderón. Es un compás de tres por cuatro. —Do, do, mi, sol, sol… —canturrea Heller. Debe tratarse de un vals.

P.S. Dos ilustraciones del ilustrador argentino Rodrigo Martín Campo acompañan a Dos fragmentos de dos relatos de "Fuera de temario". Así ve él los textos.