11/16/2010

EXPROPIACIÓN














El Ministerio de Obras Públicas desecó el pantano para construir una gigantesca bolsa de aire que abasteciese a la gran presa. El drenaje transcurrió de forma lenta y agónica para el pueblo que había bajo las aguas. Primero asomó el campanario de la iglesia, con el nido en lo alto. Luego apareció la torre del ayuntamiento, y por último, los tejados de las casas. Algunos habitantes decidieron resistirse de forma heroica a la expropiación, y murieron boqueando en las calles. Al resto de oriundos los metieron en cisternas y los trasladaron a piletas de protección oficial. Ahora, el pueblo es pasto de los turistas. Los domingos se trasladan desde la gran presa en cómodos tanques de agua y hacen fotos a las calles deshidratadas, a las aulas resecas de la escuela, a los áridos patios de las viviendas. Y cuando regresan a sus hogares, antes de entrar en el acueducto, giran la cabeza satisfechos y contemplan a lo lejos la desoladora escena del pueblo desecado.

20 comentarios:

AGUS dijo...

Es un micro lleno de potentes y sugerentes imágenes: la bajada de las aguas dejando al descubierto el pueblo, los "hombres" boqueando, los camiones cisternas...Le das la vuelta a todo y nos induces a imaginar que pudo ocurrir. Un micro de autor - una metáfora en toda regla - no exento de crítica. Me gustó mucho.

Un abrazo.

Araceli Esteves dijo...

Qué bueno, Manu.
Y qué angustia producen esos campanarios que boquean en la superficie de algunos pantanos.

Esteban Dublín dijo...

Coincido con Agustín: este micro tiene varios méritos, desde su lenguaje desenfadado, hasta el final, una crítica social, en conjunto representa las voces de muchos. Como dice mi amigo Víctor Lorenzo: la realidad supura la ficción.

Anita Dinamita dijo...

Ha sido genial sentir este micro como pez en el agua! Así que en eso consiste la evolución!!!!
Me gusta mucho el micro, tiene mucha fuerza.
Un abrazo

Pedro Peinado dijo...

Desenfocas sólo unos grados el punto de vista y le das la vuelta al mundo. Me ha encantado.

De entre todas las imágenes, me quedo con la de los acueductos trasnportando gente. Mucho más higiénico que el Metro, sin duda.

Y me gusta eso que dice Agus: micro de autor.

Un abrazo.

Víctor dijo...

Enhorabuena por esta inversión de la realidad. Te aplaudo, y seguro que desde arriba también lo hace el Gran Jesús Moncada rememorando su Mequinenza ahogada, que tan bien supo mantener a flote (en nuestra cabeza). Me he ido por las ramas, sí, Manu, pero eso no quita que tu micro sea la bomba. Le daré a eso de invertir las cosas... da buenos resultados.

Un abrazo.

Maite dijo...

Excelente Manu, has volteado todo, y el resultado ha sido perfecto.
Un abrazo

R.A. dijo...

Estos micros me encantan, son muy Tomeo. Son la leche vaya.

Jesus Esnaola dijo...

Te metiste en un buen lío con este micro, mucho más complejo de lo que se advierte en una primera lectura. Lo digo porque, como dice Lola, las imágenes reales y sugeridas por un pueblo sumergido son de una belleza, un misterio y tan inquietantes que no era fácil siquiera igualarlo. Prueba superada. Pero lo que de verdad me encanta es que me haces ver, imaginar un mundo describiéndo otro, porque a medida que me mostrabas un pueblo desecado no podía dejar de imaginarme todo ese mundo inundado en que habías convertido a la Tierra.

Obviaré los adjetivos.

Un abrazo, Manu.

Jesus Esnaola dijo...

No era Lola la que lo decía. Era Araceli.

Puck dijo...

El mundo al revés, o no. Quizás la sequía rescate algún día los pueblos anegados y deje boqueando en la superficie las almas de quienes los habitaron. Me encantó. Saludillos

Torcuato dijo...

Es muy interesante este micro.
Un abrazo.

Manuel dijo...

Uffff! Planea la sobra de Riaño. Atroz es lo que han hecho con los pantanos en España. Esta idea tuya de desecar es interesante.

Manu Espada dijo...

Una vez más, gracias a todos por los comentarios. Debo añadir que Manuel ha dado en el clavo. Riaño ha sido mi inspiración en este momento (leí un reportaje hace años en El País que me dejó helado y lo tengo grabado en mi cabeza), pero un botón que hace la inversa en mi cerebro también me ha hecho pensar en el Sáhara y su mundo seco de exilios, y por otra parte, me había imaginado el mundo acuático no mostrado del que habla Jesus. ¿Cómo ha sido un mundo del que no te dicen nada pero te lo imaginas porque ya no existe? Este micro usa el típico truco de invertir las cosas, como bien decís todos, pero me vino a la cabeza todo lo que os apunto más arriba, un batiburrillo de ideas, de exilio, de agua y desierto y de fantasía. En fin, un cóctel.

Manuel dijo...

Gracias por las aclaraciones Manuel, complementan el micro y le dan mas fuerza.

Miguel Baquero dijo...

Junto al pueblo donde veraneo hay uno que quedó anegado por un pantano y cuando hay sequía y asoma el campanario la verdad es que es un paisaje estremecedor

MANUEL IGLESIAS dijo...

Argusinos en el pantano de Almendra, mar de Sayago, visitado por sus descendientes cuando las aguas bajan, recorriendo sus callejas, su plaza. Todos en una procesión de gemidos y recuerdos. Lo de Riaño fue drámatico. Gracias Manu, un saludo

Manu Espada dijo...

Manuel (Iglesias), he buscado en wikipedia lo que cuentas y es estremecedor, da para un relato largo, y para una novela incluso, qué buena historia. Gracias por compartirla.

Belén dijo...

Pues no te extrañe, que al paso que vamos, el oxígeno será el bien más preciado...

Besicos

pepa mas gisbert dijo...

Todo cambio proviene de una destrucción, no se si para bien o para mal.