8/11/2010

SERIE ESPEJISMOS (CUENTO FANTÁSTICO)


El egiptólogo se despereza frente a un espejo que reposa entre dos escarabajos de oro. Se ve a sí mismo con una daga en la mano. Los cuerpos de sus colaboradores yacen sin vida sobre el tesoro del faraón. No puede creer que él los haya degollado, pero su ropa está empapada en sangre. Coge el espejo por un asa de bronce y lo pone ante su rostro. La horrible cara de un hombre momificado, sin apenas rasgos, alza su mentón a modo de saludo. “¿Qué eres?”, grita el arqueólogo. La momia lo mira a los ojos y un eco cavernoso resuena en la cripta: “El espejo del alma”. En ese momento todos despiertan. El egiptólogo alza su mentón a modo de saludo y esconde la daga bajo el brazo.

18 comentarios:

josé manuel ortiz soto dijo...

Muy cierto. De existir un espejo así, posiblemente todos andaríamos por la vida ya sin ojos. Muy buena serie la de los espejos. Saludos.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Fantástico, pero fantástico de verdad!!

Besicos muchos.

David Moreno dijo...

Fantástica la serie sobre espejos, inagotable tu talento. (A ver si se me refleja algo y llega a mí)

Un saludo indio

Anónimo dijo...

He llegado hasta este blog desde el de Miguel Baquero (El mundo es oblongo) y estoy flipando. Muchas gracias por el buen rato que me estás haciendo pasar. Tus relatos se disfrutan de verdad.

Gemma dijo...

Me ha gustado mucho descubrir que "el espejo del alma” no son los ojos, como cabía esperar, sino el propio espejo de la frase hecha...

Microrrelato fantástico y, sobre todo, de terror.
Un gusto pasearme por aquí.
Saludos

Belén dijo...

Quita quita... mejor no explorar según qué almas...

Besicos

Claudia Sánchez dijo...

Pues éste da mucho mas miedo...
Un placer tus letras Manu, de calidad.
Saludos!

Susana Pérez dijo...

Será casualidad, pero parece que más de uno nos hemos puesto de acuerdo para que la temática de los micros sea en torno a los espejos. Parece que su reflejo da mucho juego.
Saludos

Miguel Baquero dijo...

Me ha encantado esa sensación de terror. Esa escena en que parece mirar lo que va a suceder pronto. Fabulosa

Héctor Ugalde dijo...

¡Gran emoción en este imaginativo y reflexivo relato! :]
¡Muy bueno!
¡mUCHos salUCHos! :]

::::::::::::::::::::::A-Zeta (Revista abierta a participación)::::::::::::::::::::::::::::::::: dijo...

no está mal, nada mal..

Anónimo dijo...

Qué horrorrrr...

BB dijo...

Manu: Ya hasta me está entrando miedo asomarme al espejo, no sé qué dirá de mí, que desconozco o no quiera conocer.
¡Cómo me gustan estos microrrelatos y tú los bordas, chiquillo!
Besos
BB

pepa mas gisbert dijo...

Leí (o escribí) una vez, no necesito relojes para conocer el tiempo, me basta mirarme en el espejo, menos mal que aún no hemos llegado a la categoria de momias (sonrío).

Unos relatos estupendos los de tu serie

Jesus Esnaola dijo...

Posiblemente el que más me ha gustado de la serie Espejos. Creo que es porque el final, lejos de darnos un respiro, como parecía, nos deja en una situación más terrorífica aún que la planteada en inicio.

Un abrazo, Manu.

Víctor dijo...

Pues sí, Manu. Un cuento fantástico, en dos de sus acepciones: por el tema y por cómo quedó.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Coincido con Jesus y Victor. R.A.

Juanma dijo...

¿ Acaso no son todos los espejos, espejos del alma?.. Sé de gente que no aguanta mirarse, no puede, no sabe, no quiere...

Salud.