Excálibur sigue oxidada en la roca esperando a que alguien se decida a sacarla, pero la gente pasa de largo...
8/22/2010
MUDANZA
En la calle 16711 West Dixie Highway de North Miami Beach, en La Florida (Estados Unidos) ustedes pueden visitar el monasterio cisterciense de Santa María Real, construido entre 1133-1141 en el pueblo segoviano de Sacramenta, y que yo tuve el honor de reconstruir en 1952. En 1925, William Randolph Hearst lo compró por un millón y medio de dólares. Para trasladar la obra desde España desmontaron el templo piedra por piedra. Embalaron las piezas con paja en once mil cajones numerados, pero al llegar a Norteamérica, el Departamento de Agricultura, temiendo que la paja pudiera estar contaminada con la fiebre aftosa que afectó a Segovia, puso el envío en cuarentena, abrió los cajones y quemó la paja, con lo que se perdió la numeración de las piedras, algo que hacía muy difícil la reconstrucción del edificio, de modo que el monasterio permaneció en una bodega de Brooklyn durante 26 años. En 1952, dos empresarios compraron las piedras para levantar el claustro en La Florida, y me contrataron como experto en obras medievales para realizar tal tarea. Tardé diecinueve meses en armar el rompecabezas. Encajaron todas piezas, pero sobraba un cajón liviano bien clavado con puntas que nadie se había atrevido a abrir. En el exterior aún se podía leer a duras penas la palabra "ghost", que los hombres de Hearst escribieron con tiza en 1925. Cuando lo abrí, tan sólo vi paja en su interior. No sé si me afectó un brote de aftosa, pero a los pocos segundos, un hálito frío me tiró al suelo y una bruma marrón salió por la puerta. Desde entonces, los turistas que visitan el claustro de Santa María Real aseguran que escuchan murmullos extraños, como de un viejo rezando en misa.
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22 comentarios:
No sé por qué se me había escapado esta entrada. Tal vez sea por que su naturaleza es la misma que la de la extraña presencia que habitaba la caja no colocada donde, como un genio de la lámpara, moría en vida el viejo orador. Me encantan estos micros disfrazados de verdad; tanto que dan ganas de creérselos y ya está que, total, no haces daño a nadie.
Un abrazo, Manu.
Remake de una vieja película norteamericana. Da gusto verlo escrito de buena manera.
Un abrazo,
PABLO GONZ
El Monasterio, lo conozco y lo de su recontrucción en Miami, que estuvo suspendido por dificultades económicas de Hearts. Las cajas fueron vendidas a Moss y Edgemon, quienes se encargaron de descifrarlas. El fantasma, que seguramente, vive entre sus piedras, y que tú nos obligas a creértelo, lo llenan de ese misterio y poesía, tan necesarios. Eres único, Manu.
Por mis compañeros me estoy enterando que la extraordinaria historia que relatás ocurrió en verdad. De modo que tu fantasma existe. Recemos nosotros, a ver si el pobrecito descansa.
Saludos!
Yo tampoco me había dado cuenta que habías actualizado... si es que el fantasma está haciendo de las suyas...
Besicos
Me gustó esta crónica, con fantasma incluido.
Saludos!
Manu, das con la clave. El juego que me gusta; ficción, ficción, hasta hacerla "real". Realidad, realidad, hasta hacer creer al lector que es un sueño/pesadilla de una siesta de agosto. Un saludo ( Origen, la pelí de Nolan, ¿has podido verla?
Gracias a todos por los comentarios. Manuel, me gustaría ver esa peli, pero últimamente tengo mucho lío, aunque está en mi lista.
Jo, como molan los comentarios. Llenan y hacen mucho más real tu relato.
P.D. Ahora que voy a tener más tiempo, quizás te llame y nos tomemos aquellas cervezas a la salud de aquel tipo oscuro.
Saludos y salud
Claro Álvaro, cuando quieras nos tomamos esas cervezas, pero a nuestra salud, no a la de aquel loco.
Menuda historia... Y qué bien contada.
He visto las cajas y me ha dado estrés.
Porque estoy renovando la casa...y otra vez más cajas.
Por cierto, yo a lo de la cerveza me apunto!!! ¿Puede ser en la primera semana de octubre?
Kuss
Pues claro Mita, ¿alguien más se apunta a esa cerveza?
Yo me apunto entre el 4 y el 9 de octubre!!! :)
Me apunto Manu, me apunto... podríamos hablar de fantasmas...
Las de fantasmas son mi punto flaco.
Siempre te leo, Manu, que lo sepas;)
Suelo enviar hálitos malolientes, de poder, pero ando y anduve de vacaciones.
La cerveza, no me gusta, y esas fechas caen mal.
Pero que no me moriré sin conocerte, dalo por seguro. Ya te haré un guiño.
Besos.
Imagino que lo del monasterio será verdad. Incluso lo de que se perdiera la numeración aun puede ser, y resulta tremendamente literario; lo del cajón descabalado es una auténtica genialidad, literatura pura.Muy bueno, amigo
Pues a mi también me ha pasado lgo raro con este post, porque no había subido en mi lista de blogs como relato nuevo, no se, el caso es que al final estoy aquí, leyendo este micro que me ha gustado y que como dice Jesus, son historias disfrazadas de verdad, algo que en literatura es muy importante. Un abrazo.
Muy bueno, Manu...Aunque un fantasma que solo reza acojona poco ¿No?...
Me ha gustado el parrado de Bruce, son icónicas sus posturas de rodillas dándolo todo en el escenario...Que eso sea lo que le pasa por la cabeza, mola...
Abrazotes
De fantasmassss?
Me apunto tb, a la cerveza con el Odiseo...
Me gusta mucho el misterio que imprimen tus palabras en mi imaginación... desde luego buena creación...
No hay monasterio sin fantasma, ni debe haberlo.
Salud.
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