Excálibur sigue oxidada en la roca esperando a que alguien se decida a sacarla, pero la gente pasa de largo...
5/21/2010
TELEKINESIA
A Tom le olían las manos a baraja francesa, a tapete sucio y a billetes gastados de un dólar. Su fama como ilusionista era nefasta, hasta que abandonó los naipes y empezó a mover objetos con la mente. Él aseguraba que no había truco, pero todos conocían las malas artes de Tom. La fortuna le comenzaba a ir de cara hasta que, durante uno de sus números, desapareció la caja fuerte en uno de los tugurios que los Johnson tenían en Las Vegas. Taylor, un matón a sueldo de la familia, trincó al ilusionista en un club de putas de Wyoming. Lo introdujo en un cuartucho del local, lo ató a una silla y puso un vinilo de Ella Fitzgerald a todo volumen para amortiguar los gritos. Cuando acabó de golpearlo a ritmo de jazz se sentó frente a él, sacó su Zippo oxidado, encendió un Malboro y extrajo una bala 9mm. de la recámara de su Beretta plateada. “Esta es para ti”, dijo Taylor colocando el proyectil de pie sobre la mesa, junto al cenicero. “¿Quieres un pitillo como última voluntad, Tom?”, le preguntó escupiéndole el humo a la cara. Después dejó el cigarro junto a la bala. “Cógelo. Si eres capaz de mover con la mente una caja fuerte podrás mover un cigarrillo de un gramo”, dijo con una sonrisa irónica. El mentalista alzó sus ojos azules, clavando en Taylor una mirada gélida como el hielo. El espeso humo del Malboro se transformó en una fría niebla que heló toda la estancia. La voz de Ella Fitzgerald tembló. “Fumar mata”, respondió el mentalista amenazante, como si su voz fuese un percutor amartillado. Y bala comenzó a tiritar sobre la mesa.
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17 comentarios:
A medio relato intuí el final, pero eso no impidió seguir disfrutando de él. Eso demuestra que en un micro no todo es la sorpresa final. Me gustó. Y la imagen de la bala temblando es muy buena. Menos mal que le pegó la paliza con Ella, si le llega a atizar a ritmo de Charlie Parker no sale vivo.
Un saludo, Manu.
Que bueno el ambiente que creas en todo el relato, bravo!
Sobresaliente en ambientación y en tensión narrativa. Estoy con Victor en que las historias cuando estan bien contadas y te seducen no dependen tanto de la sorpresa final.
Otro más que se queda con el conjunto. Por un momento me he visto con el sombrero de lado y la pistola en la sobaquera.
Saludos negros
Me ha encantado ese despliegue de marcas: Zippo, Marlboro, Beretta...
Y la voz de la Fitzgerald ambientando este relato de matones, telekinesis y una bala que tirita y espera...
¡Qué bien lo cuentas, chiquillo!
Besos
BB
Fumar mata y yo , no fumo ...
Vaya con el mentalista!! Muy bueno el relato, sobre todo me ha gustado el ambiente que creas, muy visual, como en una peli. Me ha gustado mucho!
Besos!
De acuerdo con Víctor respecto a Parker jeje.
Pero bueno, creo que caiste en el lugar común con "gélida como el hielo", tal vez puedes usar otro símil. La imagen final es muy buena. Toda tu narración es buena.
Un abrazo
Muy bueno Manu, se nota tu faceta guionista porque clavas este tipo de escenas. Me gusta lo que narras, cómo lo narras y te quedas conmigo en la resolución. Yo sí que tirito.
Un abrazo.
Buenísimo relato y la congregación de todos esos elementos que utilizas para ambientarlo del todo.
Un abrazo
Siempre un placer degustar sus relatos : )
Qué narración estupenda, Manu. Capote estaría muy complacido.
Yo también anticipé el final, pero como dicen por ahí abajo, el ambiente está genial.
;)
No me convences, seguiré fumando!
Te echamos de menos ayer, juro que tu nombre salió muchas veces en las conversaciones!
Besicos
Por eso no fumo Manu. Pero se lo diré a mi familia que todos son fumadores y a mí no me hacen caso, jajaja.
Como siempre Manu, genial.
Besicos muchos.
Fumar mata, pero la telikinesia y el odio, más.
Un abrazo
Muy bueno.
Enhorabuena, da gusto leerte.
Maestro.
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