4/12/2010

EL ROL


La reina del carnaval llega a casa por la mañana, se despoja de la peluca rubia y deja al aire su brillante calva. Se borra el maquillaje de la cara con una toallita húmeda, tira de sus pestañas postizas y las arroja al suelo, sobre el vestido de Gucci. Luego se arranca las uñas de porcelana una a una para quitarse las lentillas azules sin lastimarse los ojos. Cuando se libra de los zapatos de tacón, desciende quince centímetros de golpe. Entonces, se desabrocha el wonderbrá, dejando al aire sus pechos planos. Abre el armario, se pone el traje de los domingos, se ajusta la corbata y se dirige al campo de rugby con los niños para ver jugar a su mujer.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Un rol estupendo! (el que cumple la mujer también :)
Bss

Jesus Esnaola dijo...

Mira Manu, que me estás mosqueando últimamente. No puede ser que uno tras otro escribas micros tan cojonudos, sé que no tengo la gracia de Cela para soltar tacos.
Y es que la escena es tan visual que me he sentido el espejo del camerino de nuestra reina del carnaval. Y el final le da una gran dimensión, a veces pasamos tanto tiempo disfrazados que acabamos convirtiéndonos en nuestro disfraz.

Enhorabuena

Manu Espada dijo...

Mita, los roles sólo son eso, roles.

Jesús, gracias por tus palabras. Por cierto, que un taco bien puesto en un texto es todo un arte.

David Moreno dijo...

De roles anda el juego. Me gustó claro.
Por cierto, noto algo de parecido, en la temática a uno que escribí hace poco, "Vida postiza", aunque el tuyo mejor expresado sí.

Un saludo indio

Araceli Esteves dijo...

¿Por qué nos dará a los humanos por escondernos bajo disfraces para ocultar lo que somos?
Los niños son los únicos que no llevan disfraz.
Muy bueno, Manu.

BB dijo...

Y cada cual en su rol, felices y contentos...
Parece que pocos están conformes con el rol que se les asigna, así que se inventan otros...
Qué bien lo cuentas, Manu.
BBBesos

Susana Peiró dijo...

Un rol que permite estar a caballo entre dos mundos. Excelente microrrelato! No le sobra ni falta una coma!

Besos guapo!

Raquel dijo...

Buenísimo.

¿Y qué haría la reina del carnaval en su lunes de aguas?

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

me resultó algo predecible la historia, a lo mejor, porque ya he leído microrreltaos parecidos o porque ando en la labor de escribir uno sobre los carnavales también.

Por lo demás es brillante, como de costumbre.

Pablo de la Rúa dijo...

Me ha gustado Manu, bien narrado, como siempre.

Esteban Dublín dijo...

Hace un tiempo tenía un cuento similar, pero definitivamente este me gusta más.

Un abrazo, Manu.

Nieves LM dijo...

Mira que tener que disfrazarse, el pobre, con lo que aprietan las corbatas.

MANUEL IGLESIAS dijo...

Son funcionales empleados durante la semana. Se "calzan" las chupas de cuero, las botas de puntera de acero, dan a la luz sus secretos tatuajes recónditos y se lanzan con sus motos a otra vida distinta, a otra sensaciónes. Cambian de rol por unas horas. Enhorabuena Manu. Un saludo

CarmenS dijo...

Contundente pero definitivo: con pocas palabras cuentas una vida entera.

Juanjo Montoliu dijo...

Ante todo, a cumplir con la mujer.

Me gustó el relato.

Miguel Baquero dijo...

Una vez más, esa maestría para dar esa vuelta final de tuerca, trastocarlo todo en la última línea. En eso eres un fenómeno

Martín Gardella dijo...

La previsibilidad del final no le quita méritos al relato, que está muy bien. Un abrazo

Belén dijo...

Bueno, si la pareja chuta yo no digo nada ;)

Besicos

Mariacamila Galindo dijo...

La vida es saber jugarla.

Mariacamila Galindo dijo...

La vida es saber jugarla.

Celsa Muñiz dijo...

Una metáfora perfecta de los roles que vamos desempeñando por la vida.
Muy bueno.

pepa mas gisbert dijo...

Y fijate, una historia de lo más real, no te quepa duda.