Excálibur sigue oxidada en la roca esperando a que alguien se decida a sacarla, pero la gente pasa de largo...
6/17/2010
EL ÚLTIMO BESO
—Me gustaría darte el último beso donde la primera vez —suplica el anciano rey, ya moribundo. La reina lo saca de la cama, coloca su cuerpo sin piernas en la silla de ruedas y lo lleva hasta la cocina de palacio. Se conocieron entre los fogones cuando aún eran príncipes. La pequeña princesa jugaba al escondite con sus damas de compañía. Decidió ocultarse tras el menú del día: un cordero degollado que colgaba de un gancho, varias aves desplumadas y unas cabezas de lechones. La princesa pasó sus pequeñas manos por las heridas de los animales, como si sus caricias les fuesen a devolver la vida. Acercó los labios al cadáver desnudo de una perdiz, pero vio que a la izquierda de la mesa una maraña de cuerpecillos amputados se revolvían, resbaladizos, en un plato teñido de rojo. Junto a la sangrienta escena, una sirvienta sostenía unas tijeras abiertas. El frío sonido del metal vino acompañado de un extraño quejido. —Qué es esto? —preguntó la princesa horrorizada. —Ancas de rana, majestad —respondió la criada con las manos manchazas de azul.
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25 comentarios:
Muy bueno!! Vaya con el poder salvador de un beso! Una forma, cuanto menos, peculiar de conocerse :)
Manu, este micro se me hizo un poco más cuesta arriba, quizá el tema ya repetitivo, no sé, pero no pasa nada, no me hagas mucho caso tampoco, el nivel sigue alto, altísimo, jeje
Un saludo indio
Siendo yo un joven soñador un atardecer de acampada, junto a una hermosa charca, atrapé una ranita y sin que nadie me viera le dí una especie de beso. No ocurrió nada. Me convertí al escepticismo.
Buen micro Manu sobre el viejo cuento, un saludo
Qué hermoso , se casó con él ,incluso amputado. El poder del amor .
Un saludo
El final me pilló desprevenido y aunque me gustó, se me hizo un poco largo, no sé. De todos modos, original para un tema tan trillado.
Saludos.
¡Qué maravilla!
Pobre rey mocho.
Un abrazo Manu
Está genial, es buenísimo.
Un gusto entrar aquí y encontrar tanto ingenio.
Me tienes pasmada, chico.
Me gustó ese sabor a cuento de palacio con sus ranitas revolvíendose en el plato y la ternura sanguinolenta de esta princesa. juegas con el final sugerido y conocido por todos pero pusiste a la rana en plato a punto se ser mutilada. Genial. Un abrazo Manu.
Me encantan este tipo de retos, con asuntos recurrentes, es una vuelta de tuerca a la imaginación.
Un abrazo
Gracias por los comentarios. Mi intención con este micro era hacer una versión realista, oscura, amarga, y dramática de un cuento clásico, huyendo del toque más infantil, no sé, como Ridley Scott con Robin Hood o Christopher Nolan con Batman en "El caballero oscuro". No sé si lo he conseguido, pero cuando era pequeño odiaba las versiones edulcoradas de los cuentos en dibujos, por eso prefería las versiones realistas en película, con dragones de verdad echando fuego de verdad. Me gustaría ver una versión descarnada de "La casita de chocolate" o de "Pulgarcito", esos cuentos son terribles, mezclan canibalismo, secuestros, abandono de menores, hambre atroz, abusos, de todo. ¿Qué tiene eso de cuento infantil?
Buenísimo, Manu.
Y es cierto , tristemente cierto cómo lo cuentas: así, vivas, les cortan las ancas a las ranas (quizá porque nadie se plantea que puedan ser priíncipes azules. Ni siquiera se plantean que son seres vivos que sufren).
Así es la vida de los cuentos y por fin, todo se derriba para reconstruirlos de otra manera.
Por cierto, ¿de qué color era el beso del rey?
Qué cruel, joder.
Sonrío.
Entre los comentarios y tu aclaración no queda mucho que decir. Sin embargo sí me parece que tal vez no elegiste el mejor cuento para llevar a cabo tu propósito, con el que me siento muy identificado. El cuento en el que se basa es demasiado romántico así que, pese a que tu versión es más negra y siniestra, el final que es el que deja el sabor de boca sigue siendo bonito, romántico, con la truculencia hasta abnegado.
Un abrazo
Me acabas de dejar a cuadros, Manu. Yo soy un tipo sensible, ¿sabes?, y estas cosas no se me olvidan fácilmente. Ahora tendré que escribir cinco o seis novelas para sacarme este micro del cuerpo... :)
Chapeau!, Chapeau!, Chapeau!
Un desquiciado abrazo,
PABLO GONZ
Fíjate, me da la sensación de que si el inicio fuera el final, la impresión que dejaría sería más dura, nos quedaríamos con un anciano moribundo sin piernas.
Un abrazo
Raquel, el beso no tenía color, pero la sangre de la rana era azul. Jesús, precisamente pensé en comenzar por el final, ha sido mi gran duda con este cuento. Lo pensaré, sin duda. Gracias a todos de nuevo, qué difícil es reinventar los clásicos, y eso que los americanos llevan haciéndolo toda la vida (muchas veces fatal, por cierto).
El cuento de Grimm, con ese pobre sapo sin ancas, convertido en Príncipe Azul despiernado...
Tan sanguinolento como todos los "dulces" cuentos que leímos cuando niños. Me pregunto...
Eres único, Manu.
Un beso
BB
A ver si la princesa es más rápida y le da el beso antes de que le corten las ancas.
Hay cuentos que son terribles, todos hemos crecido con ellos y sin darnos cuenta de la crueldad que encerraban...
A mi me ha gustado siempre la realidad y pasar de cuentos chinos..
Un beso, Manu.
Descolocado, así quedé con ese final.
Manu estoy de acuerdo con Jesus, invirtiendo el final gana en intensidad.
Y mira todos esos cuentos que recogieron los hermanos Grimm y Perrault tenían una clara intención didáctica, así a lo bestia y estaban basados en historias a veces más truculentas que el cuento en su forma final.
Botón de muestra, aquí
http://eter22.wordpress.com/2007/04/08/caperucita-roja-la-verdad-detras-del-cuento/
Y es que los "lobos" peligrosos han existido siempre,(ahora se han modernizado y utilizan internet) y pobreza y padres que mandan a sus hijos a trabajar los tenemos también ahora y brujas disfrazadas de encantadoras ancianitas también.
La idea es muy buena, y hay tantos cuentos a la que aplicarla.
Un saludo
R.A.
Entonces es cierto! lo de la sangre azul y esas cosas...
Besicos
Vaya historia más gore te ha salido, amigo. Me gusta, me gusta...
Genial!
A mi también me gusta cambiar los cuentos, Caperucita, Cenicienta... y como dices la casita de chocolate ¿qué les leemos a nuestras hijas e hijos?
Yo intento inventar, o reescribir
Un saludo
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