2/20/2009

TAHÚRES


A mis amigos, compañeros de mus y de tanto

Normalmente aprobábamos gracias a las chuletas porque siempre estábamos en la cafetería de la Facultad. “Envido, diez chinos más, órdago, se ve, dúplex de cerdos”. Nos convertimos en auténticos tahúres. Primero timamos a los compañeros más incautos y luego a los profesores menos espabilados. Nos reímos mucho cuando limpiamos al cura, con aquellas lupas de culo de vaso. Hacíamos creer al adversario que éramos unos pardillos y luego les pegábamos el hachazo. Siempre ganábamos, hasta el examen de Canónico. El cura ordenó que nos subiéramos las mangas y los papeles cayeron al suelo. Entonces, se quitó las gafas y esbozó una diabólica sonrisa.

7 comentarios:

Sibila de Cumas dijo...

jajajjaajja
el que las hace, las paga!!!!!!
bello y breve, dos veces bello.
Quién no se ha copiado alguna vez? Quién no ha hecho trampa?
Qué lindo es jugar!!!!!
Saludos de tahúr a tahúr

Anónimo dijo...

¿Sabes cómo llama mi hija a la chuleta? Hacerse una lechuga.:)))
A veces tiene líos con el lenguaje.
Besos

Álvaro Dorian Gray dijo...

Aplausos.. me ha gustado, está genial.
saludo y salud

Belén dijo...

Yo no me lo creo, tu un tahúr?

Besicos

pepa mas gisbert dijo...

Ay...esos curas profesores de canónico, pareciera que tuvieran ojos en la espalda o rayos x en las manos.

Saludos

Tormenta. dijo...

Y yo que nunca me atrevi hacer una chuleta, que estrés me entraba de pensarlo solo..
si es que , yo fui muy ingenua.. ya ves, si conmigo hubieras dado, podrías haberme todamdo bien el pelo, con los años una se espabila.pero mi edad del pavo duró muchos años! que ilusa!

jajajaja, besos guapo!.

Manu Espada dijo...

Jaja, Belén, el relato no es autobiográfico, yo simplemente juego al mus, sin más.