5/07/2009

LA BODA


"No te cases con él, es un monstruo", susurró con un hilo de voz cómplice y ecoica el espíritu que habitaba en mi interior. Mi novio, alarmado, miró al cura de soslayo con un temblor incontrolable en el párpado derecho, un tic revelador. A partir de ese instante, el tono del espíritu cambió a peor. Unos chillidos histéricos comenzaron a salir entre las ranuras de mis costillas. Primero gritos irreconocibles, luego violentas convulsiones y más tarde bruscos movimientos de extremidades. Los pálpitos abollaban mi pecho hacia arriba, como si el ente quisiera abandonar su morada carnal rompiendo su casa torácica a través de un esternón derruido, huesos como tejas rotas. Un vómito oscuro manchó los barrocos ropajes del sacristán, un crío asustado con una enorme cruz en la mano. Mi futuro marido acarició el dedo en el que llevaba la alianza de su madre y me cogió fuerte de la mano, como si intentara evitar que saliera huyendo de allí. El cura me cogió de las muñecas, me obligó a tumbarme y me roció con agua bendita de forma compulsiva. "Sal de ahí, abandona el cuerpo de tu nuera, demonio". Y caí rendida sobre el suelo, como si me hubieran quitado una tonelada de encima.

8 comentarios:

Raúl dijo...

Si es que si tienen mala prensa, es por algo. Ojito con las suegras.

Celsa Muñiz dijo...

Pobres suegras...
Cuando comencé a leer me vino al pensamiento la matanza que hubo estos días en Turquía. Me estaba angustiando, así que agradecí que el relato se fuera por otros derroteros.
Siempre se agradece una sonrisa al empezar la jornada. Y tú lo has conseguido.
;))

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Muy bueno. Pero esperamos que pronto aparezcan los exorcistas de espíritus de suegras (ja, ja).

Belén dijo...

Eso es una boda animada, no el rollo a las que tengo que ir...

Besicos, crak

y qué más da... dijo...

Me ha encantado, sobre todo imaginarme la cara del niño con la cruz enorme...

Palabrasalbapor dijo...

Esto es una boda y lo demás son tonterías.

Un beso

pepa mas gisbert dijo...

Que tópicos somos, y ¿si fuera el suegro? que haberlos, haylos.

Saludos, me ha gustado un montón

Anónimo dijo...

Me gustaron los ropajes del sacristàn y los pàlpitos.
Menudo "exorcismo" te has mandado con la suegra, Manu.
Yo no me casaba... menuda tiene que ser!
Beso