10/15/2007

PURA VIDA


Para mucha gente en Occidente la Ecología es una mera etiqueta, una especie de moda "bienqueda" que consiste en reciclar tres botellas de cristal, cuatro bolsas de plático y siete cartones de leche, una especie de suspirillo ante las noticias sobre el calentamiento global o la negativa de EEUU al tratado de Kioto, pero hay un lugar en el Mundo en el que la Ecología no es una mera pegatina, uno de los escasos países del Mundo que ni siquiera cuenta con Ejército: Costa Rica. Hasta ahora la expresión "pura vida" tan sólo me sonaba a una novela de Mendiluce que se habían leído todos mis amigos madrileños en aquella alocada casa de Bravo Murillo en la que se cocinaron tantos espaguetis. Pese al entusiasmo con el que hablaban de ella nunca me animé a leerla, desalentado por las malas críticas de avezados internautas. Jamás había vuelto a escuchar la expresión, pero gracias a la semana de vacaciones que no consumo en verano, octubre me ha permitido volver a oírla en Costa Rica años después de aquellas apasionadas charlas sobre LA VIDA que teníamos en Bravo Murillo setentaynosequé esquina con un bar de cañas. Parece ser que en este país es una especie de expresión nacional, como el "olé" en España, aunque su significado vendría a ser nuestro "de puta madre", o al menos ellos no encontraban una analogía mejor para que lo entendiésemos al pie de la letra. Como cuando algo es "guay", que diría un pijo, o "chachi", que diría un ñono, o "baduten", que diría un macarra, es "pura vida", como lo es el mismo Costa Rica. El país parece recubierto por una inmensa alfombra verde que no tiene fin. El precio por esa moqueta infinita es, exactamente, 365 días de lluvia al año. De sol y lluvia casi a partes iguales. Ni durante los húmedos años de infancia en tierras guipuzcoanas había visto tanta lluvia y tanto verde, y tanto sol, y tanta lluvia, y tanto sol, y tanto verde, y tanta lluvia, y más lluvia. El caso es que farándulas turísticas aparte, en ese pequeño trozo de América Central todos los lugareños son ecologistas. Jamás vi a gente tan concienciada con lo que consideran su mayor tesoro: el entorno. Es curioso escuchar anuncios en la radio animando a los ciudadanos a plantar un árbol en un país infestado de plantas, o ver a los hijos de los antiguos cazadores de bichos de toda clase cuidar con mimo cada brizna de hierba, incluso con los ojos al borde de la lágrima porque un cazador había matado una especie de jabalí en peligro de extinción. Un negro enorme de la zona del Caribe explicaba en su dialecto natal, un spanglish mezclado con francés y restos africanos, cómo su padre realizaba matanzas de animales para venderlos a los ingleses y ahora él ni siquiera se atrevía a pisar el suelo sin mirar para no acabar con las hormigas cortahojas. Así, decía, aprovechaban los recursos sin sacrificarlos: tortugas plantado sus huevos en su nido playero y perdiéndose luego en el mar, tucanes parásitos que se comen los huevos de otras aves, cataratas de 70 metros que te succionan al mínimo descuido, mariposas tan grandes como el puño de Mohamed Alí, ranas venenosas con más colores que Charlie River, monos aulladores que no te permiten conciliar el sueño, caimanes que se comen niños imprudentes en los poblados, perezosos que tardan dos horas en cruzar la tirolina de un hotel interrumpiendo el flujo de entusiastas europeros de las alturas artificiales, unas palmeras que caminan dejándose pudrir algunos de sus múltiples troncos y arraigando otros nuevos, pasando por el segundo volcán más activo del Mundo (un cono con la cúspide salpicando la noche de naranja como bronce sudado y jadeante y una locomotora a vapor durante el día confundiendo su humo con el velo de bruma que provoca la intensa humedad), o ese Caribe azul y tranquilo, antagónico de un Pacífico marrón y guerrero. Porque en Costa Rica la Ecología es más que una etiqueta, más que un anuncio subvencionado por la comunidad autónoma para que los cazadores dejen de disparar a las cuatro liebres que quedan en el campo o cierres el grifo cuando te lavas los dientes. En Costa Rica la Ecología es lo que sienten, es simplemente lo que tiene que ser: Pura Vida.

11 comentarios:

Luna Agua dijo...

Tal como lo expresas. La ecología no tiene que ver solo con verdor. Es una trascendencia de cada uno de los seres que habitamos en este planeta para vivir en equlibrio con todo.
Hermosa historia la que cuentas de Costa Rica.

saludos

Alberto López Cordero dijo...

Está claro que en Costa Rica el respeto y amor por la naturaleza es algo tan normal y común como aquí ir a tomarse unas cañitas al mediodía. Ya había oído por boca de un compañero que estuvo allí hace unos años algo similar a lo que tan meravillosamene nos has narrado. Tan efectivo ha sido que hasta ganas de hacer una visita a esa pais me han dado. Felicidades por esa inolvidable y gratificante experiencia.

...flor deshilvanada dijo...

Manu, que interesante... no conocía esta gran acción de los costarricenses, deberíamos imitarlos...

Nunca es tarde para comenzar.

Saludos, buena semana!

Anónimo dijo...

Ay, qué razón tienes. La pura vida queda muy lejos de la carretera de Fuencarral sin número.

humo dijo...

...Menos en San José, una ciudad sucia y fea como pocas...
Por lo demás, de acuerdo contigo.

Manu Espada dijo...

Humo, tienes toda la razón, San José es un mal necesario para conocer Costa Rica.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Estas cosas hay que mamarlas y nosotros.... uffff, creo que no sabemos que es eso.
Bonita forma de describir un paisaje y una vida.
Gracias por tu visita.

Kamenah dijo...

¡¡Menos American Way of Life y más Pura Vida!!

Veo que has hecho un viaje maravilloso al otro lado del charco, que seguro te ha dado energía para un año o dos, como mínimo ;)

Guantes de Box! dijo...

Tremenda historia, que alegria que te gustara mi pais y que te llamara la atencion el Pura Vida...

Si es cierto nuestro mejor compañero es la sombrilla para las lluvias

Unknown dijo...

Interesante tu comentario, bueno en la mayoría de el es atinado, solo queno llueve los 365 dias del año, del mes de diciembre a mayo es la temporada seca, aunque no deja de caer algo de lluvia. Lo de la ecología es algo que se esta haciendo pero aun falta mucho, ya que la consciencia fue perdida desde mucho tiempo, solo a los humanos nos importo el consumismos, Costa Rica, es un pais en donde se está promoviendo esto a gran escala, esperamos que siga eso y que en los proximos años, las personas como tu que nos visitan, se lleven esa misma impresion de nuestro pequeño pais. PURA VIDA MAE.

Manu Espada dijo...

Mcastillo, muy bonito tu país, me gustó mucho Costa Rica.