Dicen que cuando vas a morir ves tu vida pasar ante tus
ojos. Ahí puedes verte cuando eras bebé. ¡Qué mono! El ojito derecho de mamá y
papá. Observa cómo te miran. Ahora en la guardería, con aquella profesora que
tanto te quería. Y no hablemos de tu adolescencia. Aquí estás con Marta, la
buenorra de la clase. Te la llevaste tú. Como siempre. Y mira esto, con
vuestros hijos, la parejita de niños perfectos. Y ahora que ya has visto un
resumen de tu exitosa vida, verás una luz blanca. Aún no has muerto, don
perfecto, es el foco de la cámara. Sonríe, hermanito.
Snuff movie: seguramente una forma genuina del horror en nuestro tiempo.
ResponderEliminarTantos celos y rencores acumulados pueden empañar el amor fraterno. Terrible llegar a esos límites.
ResponderEliminarUn abrazo.
Negrura total, más que luz al final del túnel. Mejor me quedo a este lado.
ResponderEliminarAbrazos vivitos y coleando.
Me gusta este micro con sabor cainita, Don Manu, por lo que de realidad transmite. ¡Cuántas historias parecidas conocemos!
ResponderEliminarUn abrazo,
Pues me sorprendió el final, pensé que realmente estaba muriendo, vaya bromita la del hermanito, no necesito cariños como ese, vamos, para morirse del infarto.
ResponderEliminarSaludos.
Me gusta mucho ese final, aún no has muerto, don perfecto... Jeje
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Qué doble juego curioso...No sé por qué, me has recordado la película Tesis
ResponderEliminarBesillos
Sorprendente juego de cámaras. La ironía final es el estilete perfecto.
ResponderEliminarQué mala es la envidia, Manu. La de ese hermanito y la de poder escribir cosas así. No me mates, por favor. Abrazos.
ResponderEliminarEsa ironía final es todo un golpe de efecto, despiertas como de un sueño.
ResponderEliminarBesitos
Me ha gustado Manu. Un abrazo
ResponderEliminarJoooooooooooooer, que fuerte y que bueno Manu.
ResponderEliminarFelicidades. Gran micro.
Un abrazo