Esto es una pesadilla. El perro me estuvo acechando por la casa durante días. Al principio sus gruñidos no me dejaban dormir. Un acoso liviano comparado con los tortuosos ladridos a la hora de la siesta. En cuanto empezaba a cabecear en el sillón me enseña los dientes, unos caninos afilados como cordilleras. Ayer cerré los ojos en el pasillo y me propinó varias dentelladas. Antes de morir devorado, o por falta de sueño, he decidido irme. Ahora duermo en la caseta del jardín, sobre la manta. Mientras, él se desvela en la cama con mis ladridos.
Y quién saca a pasear a quién... jajajaja, muy bueno.
ResponderEliminarBueno, bueno, el fiel amigo ahora es el dueño. Da un poco de miedo este relato, Manu. Un abrazo.
ResponderEliminarEl insomnio es una bestia de caninos afilados. Buen micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perfecta minificción. Un gusto leerte.
ResponderEliminarCordiales saludos
Que malas son las pesadillas... ays
ResponderEliminarUn saludo indio
El final es redondo, pero incluso da para convertirlo en una espiral, porque cuando el perro se canse de no dormir en la cama y vuelva a la casita del jardín, volverá a empezar otra vez la pesadilla. Buen micro. Como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bueno, como siempre. Tienes una imaginación prodigiosa, y una forma de contar las cosas...
ResponderEliminarOye pues me parece muy bien querido.. que se j***!!!
ResponderEliminarBesicos
La lucha por marcar el territorio.
ResponderEliminarSi es que no le dejan a un@ hacer lo que realmente quiere...
Es inquietante
Qué bueno, MANU, me encantan los relatos circulares. En tu caso te ha salido bien redondo.
ResponderEliminar¡Es excelente Manu! la circularidad y transmutación de personajes es fantástica. Me gustó mucho.
ResponderEliminarSaludos!
Qué perro!
ResponderEliminarLas pesadillas de noches calurosas y de ventanas abiertas suelen ser de colmillo afilado. Muy bueno Manu. Un saludo
ResponderEliminarJaja. ¡Le has dado la vueltaaa!
ResponderEliminar¡Que bueno el comentario de Odiseo!
Besicos mucho guapo.
A veces no queda más remedio que reconocer que el papel de uno en la vida no es, precísamente, el que más le gustaría.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sabes transmitir en este caso el miedo... me ha gustado mucho...
ResponderEliminarAbrazos...
Mordido.
ResponderEliminarSalud.
¡Dios cómo comprendo al prota!
ResponderEliminarPerfecto
R.A.