El desconocido llegó un día
huracanado de primeros de febrero abriéndose paso a
través de un viento cortante y de una densa nevada, la última del año. Esos libros que contienen el secreto de la invisibilidad y una docena más de otros raros secretos. Y nadie sabrá de ellos hasta que él muera.
P.S. A falta de zumo de limón para la tinta invisible, seleccionar con el botón izquierdo del ratón desde la palabra "año" hasta "P.S."
P.S. A falta de zumo de limón para la tinta invisible, seleccionar con el botón izquierdo del ratón desde la palabra "año" hasta "P.S."
Ayer no pude colgar mi proyecto Celsius, aquí lo dejo hoy. Gracias por pasaros.
ResponderEliminarDa vértigo esa invisibilidad vestida, Manu.
ResponderEliminarAbrazos madrugadores.
Excelente, Manu. Una filigrana formal que define la esencia de un clásico.
ResponderEliminarAbrazos.
Fenómeno. Siempre me dejas con un ¡Ohhhhhhhhhhhhh!
ResponderEliminarDespués de haber estado perdida unos días, vuelvo a disfrutar de tus escritos.
Besicos muchos.
Manu, buenos días, me ha gustado ese paralelismo entre el hombre y el texto, el texto que avanza, y poco a poco aletea tenue hasta hacerse invisible, hasta fundirse con la nieve. Supongo que has escrito mas, pero no podemos verlo, no podemos leerlo, la invisibilidad es así.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gusta como fundes el texto con la invisibilidad del personaje.
ResponderEliminarEnhorabuena y besos desde el aire
Como siempre, cargado de originalidad. Difuminas la forma y sombras el contenido, estupendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
jeje, Manu, como juegas con el lector y las tecnología. Aunque el relato no le entiendo, problema mío, seguro. Hacer invisible el texto es un acierto.
ResponderEliminarManu, ahora sí, le has dado "otra vuelta de tuerca". Te ha quedado muy Manuespada el texto y eso es bueno siendo Manuespada. La forma y el fondo fundidos para darle tu toque al clásico. No sé si podré hacer el efecto en el blog, pero lo intentaré.
ResponderEliminarGracias por la aportación que, espero, no sea la última.
Abrazotes
Te ha quedado fenomenal :-)
ResponderEliminarYa lo han dicho todo, qué bien...
ResponderEliminarMe descoloca un poco el salto entre el hombre y los libros pero me gusta mucho la forma y ¿qué te crees? yo tengo zumo de limón.
Abrazos
Casi todo en muy pocas líneas: historia, capacidad de sugerencia y un poco de misterio. Muy eficaz. Me gusta.
ResponderEliminarManu, te leo con la misma admiración con que veía al malabarista de los bastones con fuego en los extremos de una esquina cercana a mi colegio. Nunca logré entender cómo hacia aquello tan arriesgado sin quemarse. Con tus ejercicios me pasa lo mismo.
ResponderEliminarMis aplausos para tu Proyecto Celsius.
Un abrazo.
De una manera u otra le aportas magia e imaginación.
ResponderEliminarTe quedó bastante claro Manu.
Saludos.
Al final has solventado el problema muy bien ;)
ResponderEliminarCómo se hace el truco???
Abrazo
Vaya, vaya!! has inventado el micro con efectos especiales.
ResponderEliminarFelicidades!!
Es sencillo, dolo hay que escribir con letras blancas.
ResponderEliminarGenial!
ResponderEliminarQué bueno, Manu. Enhorabuena.
ResponderEliminar¡Ala, magia! Confieso que me he quedado descolocada hasta que he leído la recomendación, entonces sí. Muy original.
ResponderEliminarBesitos
Ese Manu, siempre original.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Eres un artista, chaval.
ResponderEliminarRaúl.
Genial, Manu. A eso le llamo yo una idea payasa.
ResponderEliminarHacer invisible el relato del hombre invisible... sublime.
Besos payasos.
Don Manuel:
ResponderEliminarAunque saque con enfado su espada, solicito su permiso para publicar esta genialidad suya, siendo ejemplo de creatividad que sólo se consigue con las TIC.
Abrazo microrrelatista.