
Cuando dejó de escuchar se quedó solo. Fue entonces cuando empezó a llamar a desconocidos. Cogió la guía telefónica y comenzó por la letra “A”. —¿Quién es? —preguntaban. Él permanecía en silencio al otro lado del teléfono, y la gente colgaba al oír su respiración agitada. Le llevó un año llamar a todos los nombres de la guía. Cuando llegó a la “Z” decidió dejarlo. Esa misma noche sonó su teléfono. —¿Quién eres? —preguntó. Sólo escuchó una respiración agitada.
Muy bueno, Manu. El giro final te hace volver al título - muy acertado - y cambia la lectura del micro por completo. Es un texto que tiene muchos matizes ocultos. El cierre es impresionante.
ResponderEliminarAbrazos.
¿Dejó de escuchar pero no de oir? hay diferentes tipos de sordera, las totales y las de quien no sabe escuchar, tal vez este era de ese segundo tipo, ya que al final sí escuchó una respiración agitada ¿o era la suya? :O
ResponderEliminarJejeje, circular... Muy, muy bueno, Manu.
ResponderEliminarAbrazos.
Destacaría sobretodo lo cerrado y completo que quedó este micro.
ResponderEliminarCon eso, el éxito está asegurado.
Enhorabuena.
Siempre hay alguien ahí fuera con nuestras mismas obsesiones. ¡Qué agobio!
ResponderEliminarBesos
Me gusta esa diferencia entre la sordera voluntaria y la impuesta. Parece increible, pero hay mucha gente que no distingue entre "oir" y "escuchar".
ResponderEliminarUn abrazo.
Por fin se había encontrado a sí mismo.
ResponderEliminarComo mínimo, hay que saber escuchar tan bien como tu personaje.
Abrazos
Genial cierre, abierto a tantas interpretaciones como lectores tenga el micro.
ResponderEliminarChapó!!!
Dejó de escuchar, pero quizás no de oír. Ahí lo dejas que cada uno lo cierre a su manera.
ResponderEliminarIntrigante.
Besos
Muy buen micro sobre desencuentros. Hoy en día cada vez más habitual la sordera.
ResponderEliminarBesos sonoros.
Je.. si es que eres un genio, y ya me callo que me repito...
ResponderEliminarBesicos
Soledad y sordera. Nos sentimos solos al no sentirnos escuchados y al no escuchar hacemos sentirse solos a otros.
ResponderEliminarProfundo micro al que yo le he sacado esa conclusión pero sin duda tiene más.
Un abrazo, Manu.
Hay mucha gente sola...
ResponderEliminarImpecable técnicamente. Te adiviné por dónde ibas (te conozco demasiado?)
ResponderEliminar"Cuando dejó de escuchar se quedó solo": una frase tremenda que encierra una gran verdad... Encerrándonos en nosotros mismos, ensimismados. El mundo exterior se convierte en una cárcel hecha de ruidos, semblantes extraños y confusión. Esa misma cárcel que describes en el micro.
ResponderEliminarEsta vez los comentarios han conseguido responder a mi pregunta antes de hacerla. ¿Cómo era posible que escuchara el teléfono sonar si estaba sordo? Sin duda, un micro desconcertante...
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