En primer lugar, agradecer a Juan el maravilloso recibimiento de ayer en la Universidad Pontificia de Salamanca. A Blanca, muchas gracias por su estusiasta presentación y a los alumnos de Periodismo, también gracias por el interés que nos prestaron a Mariano y mí durante nuestra charleta. Fue un placer regresar 12 años después a las aulas en las que estudié la carrera. Y a continuación, el post de hoy, siguiendo la propuesta de Agus sobre instrucciones cortazianas. En este caso, son instrucciones sacadas de mi libro "Un poquito de por favor. Manual para sobrevivir en una comunidad de vecinos" (Editorial "Temas de hoy").

PUERTA: Objeto generalmente de madera, conglomerado, chapa o metal que tapa el agujero de acceso y salida (suele ser el mismo para ambos casos) a la vivienda. Constan de varios elementos: Quicio, marco, mirilla y posibles cartelitos o figuras que se colocan de manera opcional. Es la tarjeta de visita de los habitantes de esa casa. Las puertas hablan por sí mismas acerca de la psicología de los individuos que las colocaron.
1. Blindada con dos cerraduras: Caben dos posibilidades. Estos vecinos han sufrido un robo y están traumatizados, o en ese piso vive un hipocondríaco que no sale a la calle por si es un vampiro y la luz del día lo pulveriza en la cola de la farmacia. Se automedica.
2. Con el nombre del cabeza de familia en una plaquita: Familia de marcado carácter patriarcal si es el nombre de un ser humano macho y matriarcal si se trata de un nombre de ser humano hembra. Si sólo hay un habitante en el lugar se trata de una familia con una clara tendencia unifamiliar con tintes de narcisismo. Hay nombres ambiguos como Chuky o Money que pueden pertenecer a animales, pero suelen ir en las puertas de casas más pequeñas denominadas genéricamente “la casita del perro”.
3. Con la Virgen de Guadalupe: La figurita tiene un color dorado muy deteriorado. Los años le han quitado el pan de oro. Esa puerta esconde una familia numerosa y temerosa del señor que sólo sale los domingos de casa con el traje de misa. Otra posibilidad es que se trate de un adorno kitch como los de las pelis de Almodóvar o un vago que compró la casa y no quiso cambiar la decoración por perrería.
4. Con la cabeza de Camarón: Suelen confundir este ornamento con el Cristo de los Milagros. Alguien les avisa del error. Como ellos son fans del cantante no pasa nada, se cantan sus cositas en el balcón para alegrar el alma del vecindario. Si escuchas cadenas en la casa, no te asustes. No son fantasmas. Sus muñecas están plagadas de esclavas de oro, plata y alpaca de la buena y llevan al cuello gruesos cordones con una réplica del Camarón que hay en la puerta. Con esta chapita no se pierden nunca.
PUERTA: Objeto generalmente de madera, conglomerado, chapa o metal que tapa el agujero de acceso y salida (suele ser el mismo para ambos casos) a la vivienda. Constan de varios elementos: Quicio, marco, mirilla y posibles cartelitos o figuras que se colocan de manera opcional. Es la tarjeta de visita de los habitantes de esa casa. Las puertas hablan por sí mismas acerca de la psicología de los individuos que las colocaron.
1. Blindada con dos cerraduras: Caben dos posibilidades. Estos vecinos han sufrido un robo y están traumatizados, o en ese piso vive un hipocondríaco que no sale a la calle por si es un vampiro y la luz del día lo pulveriza en la cola de la farmacia. Se automedica.
2. Con el nombre del cabeza de familia en una plaquita: Familia de marcado carácter patriarcal si es el nombre de un ser humano macho y matriarcal si se trata de un nombre de ser humano hembra. Si sólo hay un habitante en el lugar se trata de una familia con una clara tendencia unifamiliar con tintes de narcisismo. Hay nombres ambiguos como Chuky o Money que pueden pertenecer a animales, pero suelen ir en las puertas de casas más pequeñas denominadas genéricamente “la casita del perro”.
3. Con la Virgen de Guadalupe: La figurita tiene un color dorado muy deteriorado. Los años le han quitado el pan de oro. Esa puerta esconde una familia numerosa y temerosa del señor que sólo sale los domingos de casa con el traje de misa. Otra posibilidad es que se trate de un adorno kitch como los de las pelis de Almodóvar o un vago que compró la casa y no quiso cambiar la decoración por perrería.
4. Con la cabeza de Camarón: Suelen confundir este ornamento con el Cristo de los Milagros. Alguien les avisa del error. Como ellos son fans del cantante no pasa nada, se cantan sus cositas en el balcón para alegrar el alma del vecindario. Si escuchas cadenas en la casa, no te asustes. No son fantasmas. Sus muñecas están plagadas de esclavas de oro, plata y alpaca de la buena y llevan al cuello gruesos cordones con una réplica del Camarón que hay en la puerta. Con esta chapita no se pierden nunca.
ajjajajajaja, jope!
ResponderEliminarBuenas instrucciones! En mi puerta cuelga todavía el adorno navideño de turno ¿de qué tipo soy?
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bueno, Manu. Estas instrucciones son una radiografía certera de los bajos fondos vecinales. Me quedo con la cabeza de Camarón, auténtica, auténtica.
ResponderEliminarAbrazos.
Me temo que las puertas van perdiendo personalidad y cada vez son menos transparentes.
ResponderEliminarMuy buen recorrido, me pararé más a mirar las puertas, ahora que esconden tanta información acerca de sus habitantes.
ResponderEliminarSabes? se me ocurre ver la historia desde el otro lado de la puerta, es decir, saber quien llama a la puerta por su forma de hacerlo...igual escribo yo tambien unas breves instrucciones
Saludos
Bien, Manu, bien. Al final vamos a tener que hacer una antología de instrucciones porque todas son realmente ocurrentes y están muy bien escritas. Estos toquecitos de humor sano se agradecen. Abrazos.
ResponderEliminarUn placer tenerte otra vez por Charrilandia, amigo.
ResponderEliminarMe quedo, si hay que quedarse con alguna, con la de doble cerradura. Un puntazo de puertas, lo que me he podido reír.
ResponderEliminarEnhorabuena y felicidades por el éxito de tu libro.
Besos muy tiernos que hoy estoy blandita con la puta gripe.
Vamos ampliando las instrucciones homenaje a Cortázar.
ResponderEliminarTus puertas con buen sentido del humor.
También se podría hablar de los felpudos...
Un saludo indio
jajaja genial. Solo añadiría que todas las instrucciones anteriores solo sirven para los propietarios de las puertas. Para los inquilinos temporales igual es mejor mirar los felpudos que apunta No coments
ResponderEliminarSaludillos
Una buena idea la de Agus.
ResponderEliminarYo me quedo con la puerta de Camarón.
Un beso
A mi la charla se me hizo cortísima.
ResponderEliminarLo hicisteis muy ameno y entretenido, muchas gracias por haber venido a "compartiros" con nosotros!
: )
Gracias a ti Discordia, por escucharnos, me alegro de que te pareciera una charla entretenida. Un abrazo y adelante con la carrera.
ResponderEliminarMe he reído lo mío, Manu, son ingeniosas y certeras tus observaciones sobre las puertas; y cada vez más, nostálgicas.
ResponderEliminarMe alegro de que fuera tan bien la charla del otro día.
Un abrazo.
Muy buenas las instrucciones, yo también me quedo con la de Camarón.
ResponderEliminarHe de hacer algo con mi puerta, ahora la encuentro muy sosa y poco inspiradora.
Un saludo
Jejejeje... buenas y divertidas instrucciones, Manu.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las casas, en los pueblos, con buen tiempo, las mantenemos abiertas, con esas cortinas de tela contra las moscas. Los que llegan dan una voz y entran. (Se está perdiendo). Un saludo
ResponderEliminarHíjole. Mi puerta tiene un ventanal como pixelado de color rosado. Pero no es de mi preferencia, simplemente allí estaba. Acá dando in vistazo.
ResponderEliminarComo siempre, maestro, no sé cómo te lo montas que me lees el pensamiento... tengo que hacer unas instrucciones cortacianas, y no sé ni por dónde empezar...
ResponderEliminarAis
Besicos
ja ja ja ja ja ja ja ja ja. Tío, te has salido, en qué cosas te fijas. Glorioso.
ResponderEliminarMe alegra que todo fuera bien.
ResponderEliminarLo de las puertas da mucho que pensar, ayyyy si te pasaras por algunas de las de por aquí.
besicos muchos.