Comprobé que tenía la línea de la vida demasiado corta. Diminuta, diría. Me asusté. Cogí una navaja, e imitando al héroe del cómic, hundí el filo de la hoja desde la mitad de la palma de mi mano izquierda hasta el final del antebrazo. Y ya ven, morí desangrado a los diez años sobre un tebeo del Corto Maltés. Desde mi muerte no leo ficción. Me limité a inventarme un personaje que, de vez en cuando, escribe en este blog.
Por fin entiendo eso de Manuespada
ResponderEliminarMe gusta tu personaje. Consiguió una laaarga línea de la vida más allá de la muerte. Saludillos
ResponderEliminarAhora lo entiendo todo, ya me parecía a mí que tú no eras de carne y hueso :-D ¿no ponía en el tebeo esa advertencia de "no hacer en casa bajo ningún concepto"? En fin, supongo que hay destinos que son inevitables, ¿no?, línea corta, vida corta, aunque intentes alargarla. Un abrazo.
ResponderEliminarLA VERDAD MANU ES QUE A VECES TENEMOS QUE REHINVENTARNOS LA VIDA PARA SOBREVIVIR.
ResponderEliminarMU IMAGINATIVO Y SUGERENTE EL MICRO, ¡ME HA ENCANTADO!
Besicos muchos
Voy a ser sincera, jamás he leído ese cómic... y son varios los que me lo han recomendado, así que lo buscaré, lo buscaré...
ResponderEliminarBesicos
que bruto jajajaj. hay algunos que son casos perdidos.
ResponderEliminaren cuanto a Corto Maltés hubo una época que me encantaba, fue mi época de comics...
UN abrazo.
Veo que desde la muerte te las apañas muy bien para hacernos sonreir.
ResponderEliminartodos somos ficción, ¿habrá más realidad que ésa?
ResponderEliminarQué bueno. En la última frase me has cogido totalmente desprevenido. Tiene algo este micro que engancha. Quizás que condensa muchísimo en apenas unas líneas y que tiene muchos puntos de fuga distintos. Fantástico.
ResponderEliminarUna abrazo.
Morir acompañado de Corto Maltés es un lujo...¿lo sabe Hugo Pratt?
ResponderEliminarBesos besos
pues que no te dé por ponerte la raya en medio ... a ver sí te da por hacértela con hacha
ResponderEliminarExcelente micro Manuel! Me gusta cómo escribe tu personaje eh?
ResponderEliminarSaludos!
Hola, he llegado hasta aquí gracias al blog de Belén in Red, en el cual se te nombra en un artículo dedicado a tu libro "Fuera de temario".
ResponderEliminarEl enlace me llevó a una entrevista tuya en la que nombrabas el blog.
He leído unos cuantos micros y sinceramente, me enganchaste. El de la "Rueda de reconocimiento" es brutal. No me extraña que ganaras.
Nada más, sólo decirte que me alegra saber de la existencia de tu arte y creatividad, que buscaré tus libros en las tiendas y que no será ésta la última vez que pase por aquí.
Un abrazo.
Me gustó mucho, sobre todo eso de alargar la línea de la mano y la de la vida a la par.
ResponderEliminarMe gusta cómo le das la vuelta a los calcetines.
ResponderEliminarBesos,
Claro. Es que la vida termina en la mano. Si seguimos, llegamos al más allá.
ResponderEliminarUn abrazo, Manu.
Ese Coto Maltés...
ResponderEliminarAhora tiene sentido tu nombre. un abrazo
ResponderEliminarPEtra
Te falta (nos falta) ese punto canalla que tenía Corto. Por lo demás, somos personajes... como él.
ResponderEliminarPd.- Ojito el sábado, que no estaré yo para controlar el estropicio.
Sonrío.
Van Gogh decía que la línea de la vida se dibujaba detrás de la oreja, y no en la palma de la mano.
ResponderEliminarTambién era un tío que tenía talento.
Además de una navaja.
Qué vueltas le das, qué divertido lo haces! Muy bien Manu.
ResponderEliminarUn abrazo.
David.
No es mala muerte ésta de ser protagonista principal de un microrrelato, ¿no te parece?
ResponderEliminarUn abrazo
Me encanta Corto Maltés.
ResponderEliminarPor cierto, hoy me ha llegado "Fuera de temario" espero empezar con el pronto, un abrazo.
como yo creo, me inventé también.
ResponderEliminarexcelente
Jejeje, al final por algo era corta tu línea de la vida... física. Sin embargo, tal vez esta vida inventada tuya te haga ser más recordado de lo que esperabas.
ResponderEliminarAbrazos, Manu.
No hay mejor manera de alargar la vida que convertirse en personaje de ficción. Si ya decía yo...
ResponderEliminarAbrazo!
Tienes que dejar de matarte que si no al final mueres, jejeje.
ResponderEliminarHasta el infinito y más allá, amigo de la próstata :P
Extraordinaria superposición de planos, fantástico juego de espejos explorando la dimensión metaliteraria de la literaturaa través de la fantasía. Y no es la primera vez. Además, como siempre, las palabras se deslizan con una gran naturalidad ante los ojos de quien lee.
ResponderEliminarMe intranquiliza, sin embargo, la interrogante que me surge después de su lectura: ¿de verdad hay que estar muerto para empezar a escribir bien?. Aunque, por lo que parece, tampoco se vive del todo mal estando muerto :)
Saludos.
¡Carámba!
ResponderEliminara mi también me gusta el corto, como alter ego lo escogí.
Porque eres capaz de reescribir cualquier cosa. Un abrazo.
ResponderEliminarSi la línea de la vida es corta, no importa que leyamos ficción, tarde o temprano nos desangraremos.
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