
Mi padre se comió el destornillador de estrella para el aperitivo. Le echaron del ultramarinos porque comenzó a devorar el género de forma compulsiva. Empezó con unos clavos, a lo que siguieron martillos y puntas, limas de hierro, aceite industrial y la lija del quince. “Es un buen digestivo, te deja el estómago lisito”, aseguraba. Se puso hecho un tanque y el médico le obligó a hacer una dieta estricta de tuercas y arandelas, pero por las noches se levantaba, abría la nevera y engullía varios tornillos. El día que intentó comerle un dedo a mi madre, lo ingresamos en una chatarrería.
Y en estos dos links, las generosas reseñas del escritor Miguel Baquero sobre "Fuera de temario":
http://mundo-es-oblongo.blogspot.com/2010/11/fuera-de-temario.html
http://latormentaenunvaso.blogspot.com/2010/11/fuera-de-temario-manuel-espada.html
Vaya con esos androides caníbales. Me has hecho reir.
ResponderEliminarEra una auténtica lima. Saludos
ResponderEliminarMuy bueno, sobre todo la expresion "hecho un tanque"
ResponderEliminarAhora entiendo el énfasis de Miguel.
ResponderEliminarCon toda la razón del mundo.
Un placer leerte. Enorme.
Genial, volvemos a cultivar la fantasía y ahí, el producto esta asegurado. Un abrazo.
ResponderEliminarTu genialidad no descansa. Me asombras cada vez que te leo (aunque no siempre comente).
ResponderEliminarUn abrazo.
Enhorabuena por la magnífica reseña de Miguel. Y por el micro, no hace falta que te diga que te mueves como nadie en el terreno fantástico. Supongo que nosotros tenemos geriátricos y ellos chatarrerías. No somos tan diferentes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estupenda dieta, rica en hierro. Muy divertido, Manu.
ResponderEliminarUn abrazo y si sigues en Canarias, métete piedras en los bolsillos.
Ay Manu, como me ha gustado la ingestión de lija, para dejar lisito el estómago!, jaja, eres...
ResponderEliminarDe nuevo, mi enhorabuena por esta nueva reseña, esto va rapídito hacía el éxito más grandote.
Besicos muchos.
Será que ese libro se consigue en Buenos Aires, aprovechando que estoy de paso.
ResponderEliminarLlego vía Miguel Baquero y le agradezco la reseña. Te voy siguiendo.
ResponderEliminarSí, la dieta es estupenda pero más que nada me gusta lo inteligente de tus micros. Muy bueno.
ResponderEliminarPues a mí este Manu me parece un micro facilón, comparado con todos los que escribes, de los más flojos. Y el final, pues bueno, tampoco dice mucho.
ResponderEliminarEs mi opinión, espero que la aceptes
La reseña ahora voy.
Un saludo indio
Me imagino que el personaje se engulló el tornillo que debería haber usado el mecánico para ajustar el mundo. Un post magnífico. Me hizo imaginar, mejor recordar, a mi padre que tenía una tiende de ultramarinos, ayudándome a recrear otras historias oníricas del pasado. Muy bueno todo.
ResponderEliminarViolencia de género, lo llaman, ¿no?
ResponderEliminarBesicos
Me parece un micro divertido Manu, de vez en cuando vienen muy bien micros así.
ResponderEliminarUn abrazo.
David.
Felicitaciones, Manu. Por el micro y por las reseñas de Fuera de Temario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a todos por los comentarios, y a Rosana, que en su día me echó una mano a la hora de construir este micro y me aportó la expresión "estar hecho un tanque". Los robots también se hacen viejos.
ResponderEliminarY por las noches, en vez de roncar, chirriaba, ¿no? Original relato.
ResponderEliminarBesossss.
Vaya Manu que me lo pierdo.
ResponderEliminarTodavía ando leyedno tu libro(pero no porque no me guste al revés porque no quiero terminarlocomocuando te comes un Magnum de esos tan ricos de chocolate negro ;).
Pero ya coincido con Miguel Baquero en el humor que impregna cada uno de los relatos, hasta los más "serios".
Un humor desmadrado(por momentos muy Amanecequenoespochesco) que no se toma nada demasiado en serio y hace de esa actitud una creación. También, como a Migue me ha llamado la atención, que los cambios de identidas, la fragilidad del yo aparezca de una u otra manera en todos los relatos.
Ahora mismo estoy con la OSnata de invernadero(este es de un lirismo y ese toque tuyo medio fantástico medio surrealista que me encanta).
Cuando lo acabe te deidcaré una entrada y comentaré mis favoritos.
Oye me ha hecho mucha ilusiòn ver este micro, hasta se me había olvidado lo de estoy hecho un tanque!!!!
Me gusta que sea una historia costumbriasta protagonizada por nuestros "futuros posibles".
Hijos míos los robots heredarán la tierra....
Un abrazo.
De eso se trataba Rosana, de costumbrismo futurista. Me alegro de que te esté gustando Fuera de temario, es un libro en el que he puesto mucha ilusión (y horas de trabajo), y espero que tenga algo más de vida que la que tuvo mi anterior libro, así que de momento daré la brasa, pero no permitiré que muera en un mes. Besos.
ResponderEliminarNo hay nada más ligero para picar entre horas que una arandela. Casi todo es agujero.
ResponderEliminarUn beso, Manu.
jejej
ResponderEliminarYa dicen y dicen bien, que uno es lo que come. Y este androide como hierro. No le queda más remedio que ser animicamente hierro.
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