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3/04/2010

EL RATONCITO PÉREZ


Se le cayó el último diente. Lo colocó cuidadosamente bajo la almohada haciendo un huequecito con el puño, a modo de nido, como le habían enseñado sus padres tiempo atrás. Al amanecer, varias monedas resplandecían sobre la sábana bajera. Durante la siguiente noche no pudo pegar ojo pensando en lo que haría con el dinero. Entusiasmado, se levantó bien entrada la madrugada, cuando todos dormían. Por la mañana varios fajos de billetes descansaban en la cabecera de la cama. Nunca más se supo de él. Aquel día desaparecieron las dentaduras de oro, y desde entonces, una plaga de ratones asola el geriátrico.

21 comentarios:

  1. Buf, yo pensaba que se iba a arrancar los dientes de cuajo...

    (ostras, otro relato)

    Besicos

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  2. el tema de dientes y encias siempre me da repullo... XD

    jeje.
    Cuantas cosas has escritoooo, voy a darme una vuelta.

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  3. Muy original, Manu.

    Un abrazo

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  4. Estoy con Belén, yo también creía que les arrancaría de cuajo los dientes a todos. Buen cuento. Y creo que el ratoncito Pérez da para más cuentos, así que creo que me atreveré con algo.

    Un saludo.

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  5. Belén, Víctor, pues también me gusta ese final que proponéis, aunque los viejos se habrían despertado si les arranca los dientes.

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  6. A ver, yo me atrevo con otro relato del ratón Pérez, es una variación del tuyo, o sea que es un atrevimiento, por eso digo.

    Dejó su último diente bajo de la almohada. Al amanecer metió la mano y se entusiasmó cuando encontró la moneda.

    Hoy está feliz y ha convencido a todos. Mañana tendrán dinero para montar una fiesta y ponerle un poco de alegría al geriátrico.

    Sonreirán, no tendrán vergüenza, al fin y al cabo ninguno de los ancianos tendrá un solo diente.

    Salú pue.

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  7. Este cuento linda con lo macabro,
    Manu.
    Besos
    BB
    Te he hecho un par de comentarios que no sé si recibiste...

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  8. Jejeje, muy original, Manu. Me ha despertado una sonrisa!

    Saludos!

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  9. Que buena reversión de una historia infantil. Una vuelta de tuerca muy original! Saludos

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  10. Qué final tan bien escrito, Manu. Nada extraño en un escritor tan disciplinado como tú.

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  11. Estoy pensando que dentro de unas décadas el autor tendrá que poner una nota al pie aclarando lo de los dientes de oro, ¿no?
    ¿O los siguen fabricando?
    ;)

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  12. Sorprendentes siempre tus micros. Besos.

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  13. BB, no me han llegado esos comentarios que dices. Por cierto, me encantan los cuentos macabros. De pequeño veía Historias para no dormir, leía cuentos de Poe, las historietas de Hichtkock presenta y aquello de Historias de la Cripta, y todo eso marca. Al menos no he salido asesino en serie. Gracias a todos por los comentarios.

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  14. Después de un par de días fuera, vuelvo para encontrarme con tus últimas entradas, magníficas, sobre la casa encantada y el mundo sin metáforas, y la presentación a la que me hubiera gustado ir para saludarte. Yo suelo parar por ese barrio y me hubiera hecho mucha ilusión. A la próxima, seguro.

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  15. Jopeeeeeeee, ¡que manera de hacer negocio!!
    Besicos muchos.

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  16. Anónimo8:50 a. m.

    Yo tb era seguidora de todas esas series que dices más Los cuentos asombrosos más la última línea(o así no recuerdo bien).

    Lo que me gusta de este micro es la mezcla de dos etpas de la vida(infantil y anciano) que, en cierto modo , guardan similitudes.
    El utilizar un personaje bien conocido que el lector enseguida va a ponerse en situación y luego darle la vuelta a la historia como un calcetín.
    Está claro que las buenas lecturas y las buenas series ejercen una influencia muy beneficiosa.
    Saludín
    R.A.

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  17. Muy bueno Manuel, un camino alejado del clásico. Un saludo.

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  18. Anónimo1:27 p. m.

    Ya me he acordado era En los límites de la realidad(pero aparte de la peli de los ochenta). Era una serie en blanco y negro(era pequeña pero la veía mi hermano) con buenos guionistas y algunos de los episodios me provocaban escalofrios.

    Saludín, y buen weekend

    R.A.

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  19. Siempre me ha preocupado quién le dejará dinero al ratoncito Pérez cuando le caigan sus dientes.

    Un abrazo

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